Los suizos votan: ?Vacas con o sin cuernos?
Una iniciativa que llega a las urnas este domingo pide subvencionar a los granjeros para frenar la pr¨¢ctica de descornar al ganado
La vaca suiza con cuernos, la t¨ªpica que pasta en los prados de las postales o ilustra los envoltorios de las tabletas de chocolate, en realidad va camino de convertirse en una rareza. S¨ªmbolo nacional y atractivo tur¨ªstico, tres de cada cuatro vacas en el pa¨ªs alpino no tienen cornamenta porque han sido desmochadas o son de razas alteradas gen¨¦ticamente para que nazcan sin ella. Una circunstancia que se ha propuesto cambiar Armin Capaul, un granjero de Perrefitte, en un peque?o valle del cant¨®n de Jura (noroeste). Quiere que las vacas ¡ªy las cabras¡ª vuelvan a lucir cuernos y ha conseguido que el asunto llegue a las urnas. Los suizos votar¨¢n este domingo si aceptan o no que se paguen subvenciones a los ganaderos que mantienen vacas con cuernos.
La cruzada de Capaul comenz¨® en 2010, cuando sugiri¨® por carta a los funcionarios de la Oficina Federal de Agricultura que incluyeran la preservaci¨®n de la cornamenta en su programa de mantenimiento del bienestar del ganado. "Se rieron en mi cara", recuerda. La mayor¨ªa del ganado pasa por el veterinario para una amputaci¨®n que impide que crezcan los cuernos, una pr¨¢ctica para evitar accidentes y que permite establos m¨¢s peque?os. Capaul intent¨® sin ¨¦xito convencer a los partidos de frenar el desmoche de las vacas y al final decidi¨® lanzar una iniciativa popular y reunir las al menos 100.000 firmas que exige el sistema suizo de democracia directa para llevar la propuesta a las urnas.
"Los cuernos son parte de la vaca, la Creaci¨®n as¨ª lo ha decidido", defiende el granjero?Armin Capaul?
Logrado el objetivo (119.626 ciudadanos apoyaron una consulta nacional), los votantes decidir¨¢n este domingo si apoyan ayudas a los ganaderos por cada vaca que, como las de Capaul, siga paseando su cornamenta. El impulsor de la iniciativa ¡ªoficialmente titulada ¡°por la dignidad de los animales de granja¡±¡ª cuenta que suele sentarse en el establo y hablarle a sus vacas. Y que ellas de alguna manera contestan. "Me preguntaron si pod¨ªa hacer algo (...), si pod¨ªa ayudarles a mantener sus cuernos y luego pens¨¦ que ten¨ªan raz¨®n, de una manera u otra, alguien ten¨ªa que hacer algo¡±.
Argumenta Capaul, de 66 a?os, que ¡°los cuernos son parte de la vaca, la Creaci¨®n as¨ª lo ha decidido, es parte de su cr¨¢neo. No tenemos derecho a cambiar la apariencia f¨ªsica de estos animales¡±. Seg¨²n datos de 2017 de la Administraci¨®n, en Suiza hay unas 690.000 vacas y 420.000 cabras y ovejas.
Negativa del Gobierno federal
El Gobierno federal rechaza la propuesta. El consejero (equivalente a ministro) de Econom¨ªa y Agricultura, Johann Schneider-Ammann, argumenta que ya hay una opci¨®n de ayudas para la producci¨®n respetuosa con el bienestar animal y rechaza un incentivo espec¨ªfico para las vacas con cuernos. La Administraci¨®n helv¨¦tica estima que el coste de la propuesta oscilar¨ªa entre 10 y 30 millones de francos suizos (entre 8,8 y 26,5 millones de euros) en un presupuesto de Agricultura de unos 3.000 millones.
Adem¨¢s, obligar¨ªa a invertir en reformas de los establos para dar m¨¢s espacio a los animales y evitar que se lesionen, o a mantenerlos atados. ¡°En ese sentido, la iniciativa ser¨ªa un autogol para el bienestar de los animales¡±, ha considerado Schneider-Ammann. "Mantener animales sin cuernos es una decisi¨®n empresarial que depende ¨²nicamente de los agricultores", sostiene, mientras, la Uni¨®n de Agricultores de Suiza.
Lo que hay que hacer es "adaptar los establos a las vacas", y no al contrario, replica Capaul, con el objetivo de garantizar su seguridad y la de sus cuidadores. ¡°Tenemos que respetarlas como son. Cuando las observas siempre levantan la cabeza y se muestran orgullosas. Sin los cuernos, est¨¢n tristes¡±, insiste este granjero, que destaca que la cornamenta ayuda a los bovinos a comunicarse entre s¨ª y regula su temperatura corporal. Capaul pide que por cada una que no pase por el veterinario los propietarios cobren al a?o 190 francos suizos.
A favor o en contra, la iniciativa ha generado debate. Tambi¨¦n entre los compa?eros de Capaul. ¡°Nuestro actual sistema de establos tiene ventajas, las vacas se llevan bien unas con otras. Si tienen cuernos, el peligro de lesiones tanto de animales como de los granjeros aumenta¡±, afirma Stegan Gilgen, con una caba?a de 48 vacas lecheras. ¡°Cada granjero debe decidir por s¨ª mismo. Tenemos otros problemas en el sector agr¨ªcola¡±.
"Mantener animales sin cuernos es una decisi¨®n empresarial que depende ¨²nicamente de los agricultores", sostiene la Uni¨®n de Agricultores de Suiza
Los partidarios de respetar lo que la naturaleza dio afirman que los animales pueden sufrir dolores cr¨®nicos tras el desmoche o descorne ¡ªlos veterinarios sedan a las vacas o terneros, y queman y cauterizan la zona de la que salen los cuernos¡ª, mientras que la Administraci¨®n afirma que eso no est¨¢ demostrado cient¨ªficamente. Los detractores de la propuesta comparan la operaci¨®n a las castraciones de gatos o perros.
¡°Usando un hierro muy caliente durante siete segundos, quemo la piel y los vasos sangu¨ªneos que irrigan la zona donde brota el cuerno para que no crezca¡±, explica a la agencia Reuters el veterinario Jean-Marie Surer, mientras realiza la operaci¨®n a tres terneros en el cant¨®n de Vaud. ¡°Es indoloro, no mueven ni una oreja¡±, a?ade.
Seg¨²n las ¨²ltimas encuestas, publicadas a mediados de noviembre, los suizos est¨¢n indecisos, pero ven la idea con simpat¨ªa. Un sondeo realizado para el grupo de medios Tamedia arroja un 45% de apoyo a la iniciativa frente a un 52% que votar¨ªa en contra, mientras que otro del Instituto Gfs de Berna estima un 49% a favor del s¨ª y un 46% de noes. Sea como sea, ¡°en Suiza nunca se ha hablado tanto de vacas¡±, presume Capaul.
Los suizos deciden tambi¨¦n c¨®mo ser¨¢n sus relaciones con el exterior
La derecha nacionalista suiza vuelve a la batalla contra las ataduras del exterior. Los suizos tambi¨¦n votan este domingo una iniciativa del partido conservador y ultranacionalista SVP (Partido Popular Suizo), el mayor grupo en el Parlamento, que pretende fijar la preeminencia absoluta de la Constituci¨®n suiza sobre el derecho internacional, y reclama que en caso de contradicci¨®n entre las decisiones que toman los votantes por la v¨ªa de la democracia directa y alguno de los miles de tratados suscritos por el Gobierno, estos se revisen o renegocien, y "si es necesario" se anulen.
La iniciativa, que amenaza con embrollar las relaciones exteriores del pa¨ªs (8,4 millones de habitantes), tiene enfrente al resto de partidos, a las patronales, sindicatos, ONG sociales y de derechos humanos, as¨ª como al Parlamento y el Gobierno federal. ¡°Pone en cuesti¨®n los acuerdos bilaterales (con la UE), tratados de libre comercio e incluso la convenci¨®n de derechos humanos¡±, ha advertido en nombre del Ejecutivo la consejera de Justicia (equivalente a una ministra), Simonetta Sommaruga.
La gran organizaci¨®n empresarial Economie Suisse considera la propuesta un ¡°ataque frontal¡± a los intereses econ¨®micos suizos y ve en peligro centenares de acuerdos comerciales e incluso la permanencia en la OMC.
Las ¨²ltimas encuestas apuntan a que la pretensi¨®n del SVP lo tiene dif¨ªcil en las urnas, pero el partido ha conseguido suscitar de nuevo el recurrente debate interno sobre la soberan¨ªa y autodeterminaci¨®n del peque?o y rico pa¨ªs incrustado en medio de Europa.
Esta no es la primera vez que el SVP se lanza contra la influencia del exterior. La Uni¨®n Europea y los tratados que mantiene con Suiza han sido un objetivo recurrente, especialmente el acuerdo de la circulaci¨®n libre de personas que el pa¨ªs aplica a cambio del acceso al mercado ¨²nico. La formaci¨®n lanz¨® un ob¨²s contra este pilar b¨¢sico de la UE en 2014 al lograr poner de su lado a los votantes en una iniciativa ¡°contra la inmigraci¨®n masiva¡±. La pretensi¨®n de establecer cuotas de entrada al pa¨ªs provoc¨® un duro choque con Bruselas, enfriado despu¨¦s en el Parlamento suizo con una trasposici¨®n de la iniciativa que salv¨® la libre circulaci¨®n.
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