El pacto migratorio se convierte en el nuevo campo de batalla populista
El acuerdo, que se prev¨¦ que sea firmado en Marrakech en diciembre, defiende una mayor cooperaci¨®n entre Estados y apuesta por pol¨ªticas de integraci¨®n
Un acuerdo no vinculante sobre migraci¨®n y gestado en el marco de Naciones Unidas se ha convertido en caballo de batalla de las fuerzas nacionalistas en su lucha contra el multilateralismo. La pol¨¦mica en torno al Pacto sobre Migraci¨®n de la ONU, que est¨¢ previsto que se adopte formalmente en diciembre y del que Estados Unidos se desmarc¨® ya hace un a?o, se propaga como una mancha de aceite tambi¨¦n por Europa.
En la UE, ha encontrado un rechazo frontal en un pu?ado de pa¨ªses, dispuestos a dinamitar los esfuerzos globales por ordenar la migraci¨®n y consensuar derechos m¨ªnimos para los migrantes. Y sobre todo, ha dado pie a una reacci¨®n sobreactuada frente a un texto que en realidad es una mera declaraci¨®n de principios, pero que el populismo considera la biblia del efecto llamada, capaz de desatar hist¨®ricas avalanchas migratorias.
Hasta ahora, Estados Unidos, Austria, Hungr¨ªa, Polonia, Israel y Australia se han desmarcado, mientras que Rep¨²blica Checa, Bulgaria y Eslovaquia han anunciado que piensan hacerlo. En Alemania, la pol¨¦mica en torno al pacto se ha situado en el centro del debate por la sucesi¨®n de ?ngela Merkel, poniendo de manifiesto la capacidad de las fuerzas populistas para marcar la agenda. ¡°Hay gente que piensa que pueden resolver todo ellos solos y que no necesitan pensar en nadie m¨¢s y esa es la forma m¨¢s pura de nacionalismo¡±, dijo la canciller Merkel la semana pasada en una intervenci¨®n inusualmente apasionada ante el Bundestag, que dedic¨® en buena parte a defender el pacto de la discordia.
Louise Arbour, enviada especial de la ONU para la migraci¨®n internacional dijo esta semana en una entrevista con Associated Press que estaba ¡°muy decepcionada¡± ante la retirada de ciertos pa¨ªses por ¡°las presiones de pol¨ªtica interna¡± y por ¡°razones extra?as¡±.
El Pacto mundial sobre migraci¨®n fue aprobado el pasado julio por 193 miembros y el 10 y el 11 de diciembre est¨¢ prevista la adopci¨®n formal del texto en Marrakech. Los detractores del acuerdo sostienen, al rev¨¦s de lo que indica el texto, que se trata de un ataque a la soberan¨ªa nacional de los pa¨ªses y que merma su capacidad para trazar su pol¨ªtica migratoria. Dicen que confunde migraci¨®n legal con ilegal y acusan adem¨¢s a los Gobiernos firmantes de haber ocultado a la opini¨®n p¨²blica un pacto, que acumula ya 18 meses de consultas y negociaciones.
El texto lo componen 23 principios generales que cada pa¨ªs se compromete a respetar en el desarrollo de pol¨ªtica migratoria nacional. Es un esfuerzo pionero por abordar la migraci¨®n de forma integral y global, que trata de se?alar los desaf¨ªos, pero tambi¨¦n de optimizar los beneficios de las migraciones y sobre todo de proteger a los que emprenden ruta. Defiende una mayor coordinaci¨®n e intercambio de datos entre los Estados y mayores esfuerzos en pol¨ªticas de integraci¨®n.
Fue en la asamblea general de la ONU de 2016 cuando se acord¨® poner en pie un pacto mundial que ordenara y regulara la migraci¨®n y ofreciera protecci¨®n a los migrantes. La ONU contabiliza 258 millones de personas que viven fuera de su pa¨ªs de nacimiento y advierte de que la cifra no dejar¨¢ de aumentar. Recuerdan tambi¨¦n que en torno a 60.000 personas han muerto desde el a?o 2000 en el mar, en el desierto y en general en la traves¨ªa migratoria.
¡°El p¨¢nico que ha despertado [el acuerdo] no est¨¢ justificado seg¨²n el contenido del documento. Despu¨¦s de Marrakech no hay un proceso autom¨¢tico. Cada gobierno decidir¨¢ qu¨¦ pol¨ªticas quiere implementar y c¨®mo, en funci¨®n tambi¨¦n de la presi¨®n que ejerzan los grupos sociales y pol¨ªticos en esos pa¨ªses¡±, explica Josephine Liebl, del European Council on Refugees and Exiles (ECRE), una red de ONG con sede en Bruselas.
El acuerdo nace como una respuesta a la mayor crisis migratoria en Europa desde la Segunda Guerra Mundial, que tuvo su pico en el a?o 2015. Alemania, es el pa¨ªs europeo en el que recalaron m¨¢s demandantes de asilo; cerca de un mill¨®n y medio. De la cuesti¨®n de los refugiados, sin embargo, se ocupa otro acuerdo global de Naciones Unidas en gestaci¨®n y no el que ahora levanta ampollas, que se concentra en la migraci¨®n. Pero a efectos del debate pol¨ªtico, en el que todo tiende a mezclarse con fines espurios, todo parece dar un poco igual.
"Mala comunicaci¨®n"
En Alemania, el debate en torno al pacto tambi¨¦n ha irrumpido con fuerza en la vida pol¨ªtica y, sobre todo, en la carrera por la sucesi¨®n de Merkel al frente del partido conservador. En los encuentros de los candidatos a la sucesi¨®n con militantes de la CDU, los posibles efectos del pacto est¨¢n siendo una de las preguntas m¨¢s recurrentes. ¡°Ha habido mala comunicaci¨®n por parte del Gobierno. Este asunto ha estado dos a?os bajo el radar. Es un tema que preocupa a la poblaci¨®n y hay que hablar de ¨¦l¡±, defend¨ªa en los m¨¢rgenes de un evento de la CDU el diputado Tino Sorge. La presi¨®n es tal que los partidos de la gran coalici¨®n ¡ªcentroderecha y socialdem¨®cratas¡ª han pactado un texto para presentar ante el Parlamento en el que defienden el pacto y con el que tratan de desterrar algunos ¡°mitos¡± respecto a ¨¦l y en el que aseguran que su adopci¨®n formal en diciembre no impondr¨¢ ninguna obligaci¨®n vinculante a Alemania.
El pacto de la ONU ser¨¢ uno de los asuntos que abordar¨¢ en un par de semanas el centroderecha alem¨¢n en un congreso crucial, en el que elegir¨¢ a su nuevo presidente. Ha sido el ministro de Sanidad, Jens Spahn, y uno de los tres candidatos a la sucesi¨®n, el que ha pedido un debate m¨¢s profundo sobre el acuerdo al sugerir que Berl¨ªn ha negociado de espaldas a la poblaci¨®n.
¡°Este pacto para la migraci¨®n, es el intento correcto de encontrar soluciones para los problemas globales internacionalmente, juntos¡±, ha se?alado sin embargo la canciller este mi¨¦rcoles ante el Bundestag. ¡°Es nuestro inter¨¦s nacional que las condiciones de los migrantes en el mundo mejoren¡±, a?adi¨®.
Como otras fuerzas populistas, Alternativa por Alemania, la extrema derecha ha hecho del pacto de la ONU bandera. ¡°Se est¨¢ animando a millones de personas de regiones en crisis a emprender el camino [y emigrar], ha se?alado el col¨ªder de AfD, Alexander Gauland, quien ha valorado que se trata de un primer paso para convertir la migraci¨®n en ¡°un derecho humano¡±. ¡°Los izquierdistas so?adores y las ¨¦lites globalistas quieren que nuestro pa¨ªs pase de ser una naci¨®n-Estado a una zona de asentamiento¡±.
La vecina Austria ya ha anunciado que no piensa apoyar el acuerdo. ¡°Austria no va a adherirse al pacto¡±, anunci¨® el mes pasado Sebastian Kurz, el canciller austriaco que gobierna en coalici¨®n con la extrema derecha. ¡°Criticamos algunos de los puntos del pacto como que se mezcle a los que buscan protecci¨®n con la migraci¨®n laboral¡±. Austria es el presidente de turno de la Uni¨®n Europea y Kurz, defensor de la l¨ªnea dura contra la migraci¨®n, es todo un referente para muchos conservadores europeos. En Viena y en otras capitales temen que el pacto abra la puerta al derecho a la migraci¨®n como un derecho humano universal.
Tambi¨¦n se ha desmarcado Polonia, por considerar que ¡°no responde a la demanda polaca de garantizar el derecho de los pa¨ªses a decidir independientemente a qui¨¦n aceptan y a qui¨¦n no¡±, seg¨²n indic¨® el Ejecutivo de Varsovia en un comunicado. El Gobierno polaco es otro de los defensores en Europa de la pol¨ªtica de mano dura con la inmigraci¨®n.
Pero al margen de que las cr¨ªticas hagan referencia a aspectos que figuren en mayor o menor medida en el texto, lo cierto es que con el pacto, los pa¨ªses que han decidido seguir el camino marcado por Washington lanzan una importante se?al pol¨ªtica a favor de otro modelo de cooperaci¨®n internacional. La paradoja es, sin embargo, que la resistencia ultranacionalista ha acabado dotando al pacto de una relevancia y envergadura con la que sus promotores probablemente ni siquiera so?aron.
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