La amenaza de Trump de cerrar la frontera desata el p¨¢nico entre los empresarios de San Diego y Tijuana

La ¨²ltima vez que se par¨® durante unas horas el tr¨¢fico en el paso fronterizo entre San Diego y Tijuana fue el 11 de septiembre de 2001. Hizo falta un ataque terrorista masivo, el cierre de todo el espacio a¨¦reo de Estados Unidos y el sellado de las fronteras para que se tomara la decisi¨®n de interrumpir el flujo de veh¨ªculos y personas entre California y M¨¦xico. No hab¨ªa vuelto a suceder hasta el pasado domingo, cuando el Gobierno de Donald Trump cerr¨® el paso fronterizo durante cinco horas porque unos cientos de inmigrantes desarrapados trataron de llegar hasta la valla pidiendo refugio en el pa¨ªs. La sobreactuaci¨®n de EE UU desat¨® el p¨¢nico. Pero no en los inmigrantes, que siguen all¨ª, sino en toda la econom¨ªa de la frontera.

Sucedi¨® adem¨¢s en el peor d¨ªa posible. El fin de semana de Acci¨®n de Gracias es cuando empieza la temporada fuerte de compras en el lado estadounidense de la frontera, la ciudad de San Ysidro. El gigantesco Outlet de las Am¨¦ricas, una zona comercial pegada a la valla fronteriza, tuvo que cerrar y sus tiendas fueron desalojadas en medio de la avalancha de fuerzas de seguridad que acudieron a la frontera y el gas lacrim¨®geno que lanzaron contra los inmigrantes.

¡°Es justo el fin de semana que empiezan las compras navide?as¡±, se lamenta Jason Wells, presidente de la C¨¢mara de Comercio de San Ysidro. ¡°Tengo 650 comercios asociados y ese d¨ªa cerraron el 75%. El 93% de nuestros clientes es de M¨¦xico¡±. Un tercio de toda la facturaci¨®n del a?o en esta zona comercial se hace entre el 20 de noviembre y el 6 de enero. Wells calcula que solo ese d¨ªa los comerciantes de San Ysidro perdieron 5,3 millones de d¨®lares por la decisi¨®n del Gobierno de Trump de cerrar unas horas la frontera con Tijuana.

El cierre reson¨® en todo el sur de California. Los telediarios de Los ?ngeles mostraban las im¨¢genes de los inmigrantes corriendo hacia la valla con titulares como: ¡°Caos en la frontera¡±. El da?o de imagen es grave, advierte Wells. Porque adem¨¢s, los 5.000 inmigrantes de la caravana de centroamericanos siguen all¨ª, y podr¨ªan ser m¨¢s pr¨®ximamente. La sensaci¨®n de que esto puede volver a pasar est¨¢ paralizando el trasiego diario en la frontera. Alrededor de 70.000 veh¨ªculos y 20.000 peatones cruzan cada d¨ªa hacia el norte por el paso de Tijuana, considerada la frontera terrestre m¨¢s transitada del mundo. Hace a?os que las dos ciudades presionan a sus respectivos Gobiernos para que ese trasiego sea lo m¨¢s r¨¢pido y fluido posible.

¡°A veces, por las ma?anas, despu¨¦s de dejar a los ni?os en el colegio mi esposa y yo pasamos a Tijuana a desayunar¡±, cuenta Sunil Gakhresa, un inmigrante indio que regenta Sunny Perfumes, una tienda de mayoreo de perfumes en San Ysidro, justo al lado de la valla. ¡°Ya no lo hacemos. Si pasara algo, ?qui¨¦n recoge a los ni?os del colegio?¡±. Miles de peque?as decisiones como estas est¨¢n haciendo bajar el negocio dram¨¢ticamente en la zona, asegura este empresario. Ese d¨ªa, hizo el 30% del negocio que esperaba hacer. Sunny Perfumes tiene un almac¨¦n ¡°lleno a reventar¡± de g¨¦nero para Navidades que ahora no sabe si va a vender.

¡°Mire c¨®mo est¨¢ la calle, mire qu¨¦ poca gente en la tienda. Yo ten¨ªa un negocio durante la recesi¨®n, s¨¦ lo que son tiempos flojos. Pero esto es extraordinario. Espero que lo arreglen. Si esta tensi¨®n sigue 10 d¨ªas m¨¢s, se acab¨® la Navidad para nosotros¡±, dice Gakhresa. Cada minuto que esa frontera est¨¢ cerrada, alguien no llega al trabajo, un ni?o no va a la escuela, un pedido no se entrega. ¡°En cinco horas de cierre ya nos est¨¢bamos cagando. ?Se imagina cinco d¨ªas?¡±, pregunta Sunil Gakhresa. Asegura que la bajada de negocio se nota desde que est¨¢ la caravana migrante en Tijuana. ¡°No me quiero meter en pol¨ªtica, pero M¨¦xico sab¨ªa que ven¨ªan y sab¨ªa que no hay sitio en Tijuana para albergarlos. Ahora le han regalado el argumento a Trump, que puede decir: ?Veis? Os lo dije¡±.

Todo el mundo en la frontera coincide en que la situaci¨®n requiere calma y tiempo para que vuelva la confianza y el flujo se recupere. El alcalde de San Diego, el republicano Kevin Faulconer, tuite¨® el mismo d¨ªa del incidente: ¡°Nuestro modo de vida depende de una frontera segura que funcione¡± y pidi¨® cooperaci¨®n a todas las partes. Faulconer suele decir que San Diego y Tijuana no son dos ciudades, sino una sola regi¨®n. El presidente de Estados Unidos lanz¨® un tuit en el que hizo exactamente lo contrario de lo que reclamaba esta regi¨®n. ¡°Cerraremos la frontera de forma permanente si es necesario¡±, dijo.

¡°Ese comentario demuestra que no entiende nada¡±, sentencia Paola ?vila, empresaria y vicepresidenta de la C¨¢mara de Comercio de San Diego. ¡°Eso no es una opci¨®n. Ser¨ªa un desastre¡±. ?vila cree que la soluci¨®n, una vez que los inmigrantes ya est¨¢n en Tijuana, es acelerar lo m¨¢s posible el proceso de solicitud de asilo, justamente lo contrario de lo que est¨¢ haciendo Trump. ¡°En vez de mandar a 5.000 militares a la frontera, deber¨ªa mandar a funcionarios para procesar las solicitudes. Est¨¢n viendo 80 o 100 casos al d¨ªa y as¨ª pueden tardar seis meses en verlos a todos¡±. La posibilidad de que se eternice la situaci¨®n de inestabilidad, y sobre todo la imagen de caos en Tijuana, es la mayor preocupaci¨®n de los empresarios estadounidenses.

Frank Carrillo es el presidente de SIMNSA, un hospital integral en Tijuana a 300 metros de la frontera que atiende a 2.000 pacientes diarios, el 80% de ellos estadounidenses. Estos d¨ªas est¨¢ dando servicios sanitarios gratuitos a los inmigrantes de la caravana. ¡°Trump no tiene la menor idea de lo que est¨¢ hablando¡± cuando amenaza con cerrar la frontera, dice Carrillo. ¡°San Ysidro desaparecer¨ªa¡±. Asegura que el m¨¢s m¨ªnimo problema en la frontera afecta a los negocios. ¡°El impacto es inmediato porque los dos lados estamos casados¡±.