La filtraci¨®n de cables diplom¨¢ticos pone en jaque la seguridad de la UE
Las t¨¦cnicas utilizadas por los piratas inform¨¢ticos eran similares a las del Ej¨¦rcito chino
La filtraci¨®n este mi¨¦rcoles de cientos de cables diplom¨¢ticos de la Uni¨®n Europea con informaci¨®n sobre Estados Unidos, China o Rusia ha vuelto a poner al descubierto la fragilidad de la seguridad de las comunicaciones de la sede del Consejo de la UE. Un grupo de hackers tuvo acceso durante a?os a la red de la instituci¨®n, seg¨²n una empresa que descubri¨® esa brecha. El Consejo, en el que se han sucedido casos de espionaje desde su construcci¨®n, est¨¢ investigando los hechos.
Bruselas, la capital de Europa, tiene todos los elementos para una novela de espionaje. Sede de la UE y de la OTAN, en ella viven m¨¢s de 7.000 diplom¨¢ticos y 20.000 lobbistas. Sin embargo, los relatos que se publican sobre escuchas y robos de informaci¨®n no son ficci¨®n. El epicentro de las tramas est¨¢ en el Consejo de la Uni¨®n Europea.
La difusi¨®n de varios de los cables inteceptados por hackers en The New York Times puso en un brete a los guardianes de la seguridad de las comunicaciones del Consejo. Y m¨¢s cuando las instituciones comunitarias han situado la protecci¨®n de los datos de los ciudadanos o la lucha contra los ciberataques en el n¨²cleo de la soberan¨ªa europea. Seg¨²n el peri¨®dico, durante a?os un grupo de hackers logr¨® de forma sistem¨¢tica acceder a la red de comunicaciones diplom¨¢ticas de la UE.
La empresa que descubri¨® esa brecha, Area 1, recuper¨® hasta 1.100 documentos interceptados. En uno de ellas, por ejemplo, los diplom¨¢ticos europeos describen un encuentro en Helsinki entre el presidente de EE UU, Donald Trump, y el de Rusia, Vladimir Putin, que describen como ¡°exitoso (al menos para Putin)¡±. En otro cable, analizan una discusi¨®n con el presidente chino Xi Jinping, de quien dec¨ªan que el ¡°acoso¡± que sufr¨ªa China por parte de los estadounidenses era parecido a ¡°un combate de lucha libre sin reglas¡±. En los cables aparecen altos cargos comunitarios, desde el presidente del Consejo, Donald Tusk, hasta la Alta Representante para Asuntos Exteriores, Federica Mogherini.
El Consejo, seg¨²n fuentes de la instituci¨®n, suele manejar la informaci¨®n sensible por canales encriptados. Una portavoz de la instituci¨®n, que rechaz¨® dar detalles sobre su operativa de seguridad, asegur¨® que se est¨¢ ¡°investigando activamente el problema¡±. Y a?adi¨®: ¡°La Secretar¨ªa del Consejo se toma muy serio la seguridad de sus instalaciones, incluidos sus sistemas de Tecnolog¨ªas de la Informaci¨®n¡±.
Sin embargo, ex altos cargos citados por NYT sostienen que hace tiempo que vienen advirtiendo sobre la brecha de seguridad de sus sistemas tecnol¨®gicos. La empresa que destap¨® esas carencias, consider¨® que las t¨¦cnicas usadas por los hackers eran similares a las empleadas por el Ej¨¦rcito chino. En cualquier caso, no es la primera ocasi¨®n que el edificio que alberga las grandes reuniones ministeriales y los consejos de jefes de Estado y gobierno sufre el espionaje extranjero.
El Justus Lipsius, la sede mejor protegida de Bruselas, ha sido a la pr¨¢ctica un edificio de cristal. En 2003, ocho a?os despu¨¦s de su inauguraci¨®n, se descubri¨® que los tel¨¦fonos de cinco delegaciones (Alemania, Francia, Reino Unido, Espa?a y Austria) hab¨ªan sido sistem¨¢ticamente pinchados desde el principio. Entonces la UE acus¨® a Israel de estar detr¨¢s de una operaci¨®n que consisti¨® en aprovechar las obras para colocar micr¨®fonos en los despachos de la s¨¦ptima panta, donde esas delegaciones ten¨ªan sus espacios. En esas salas llamaban los ministros al primer ministro para consultas en las rectas finales de las negociaciones o en otros casos de urgencia.
Pero no han sido los ¨²nicos casos. Tambi¨¦n el expresidente Herman van Rompuy sospech¨® que fue espiado tras una cumbre del G20 y el excoordinador de la pol¨ªtica exterior de la Uni¨®n Europea, Javier Solana, sostuvo que fue seguido por una ¡°potencia no europea¡±.
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