¡°Somos independientes. Nuestras denuncias sobre derechos humanos incomodan a Nicaragua¡±
La relatora para Nicaragua del organismo explica las consecuencias que ha tenido la expulsi¨®n de la CIDH dictada por el Gobierno de Ortega
A mediados de mayo los vecinos de la ciudad de Masaya ¨Cbasti¨®n de la resistencia contra el presidente Daniel Ortega¨C recibieron como h¨¦roes a los representantes de la Comisi¨®n Interamericana de Derechos Humanos (CIDH), que los visitaron para recabar testimonios sobre lo sucedido en esa ciudad en el marco de la represi¨®n contra las protestas que desde abril exig¨ªan el fin del Gobierno sandinista. Llantos, abrazos, gritos de libertad sal¨ªan de la boca de centenares de personas que ve¨ªan en la visita una soluci¨®n a la crisis. En aquel momento el Ejecutivo sandinista se mostr¨® dispuesto a colaborar con los t¨¦cnicos de al CIDH, explica Antonia Urrejola (Santiago de Chile, 1968), relatora para Nicaragua de ese organismo de la OEA. ¡°Nadie ten¨ªa muy claro qu¨¦ estaba pasando, y eso de alguna manera permiti¨® que nosotros pudi¨¦semos ir a Nicaragua y hacer las visitas¡±, afirma Urrejola en entrevista desde Santiago de Chile, donde reside.
Pero con el paso del tiempo, y mientras la CIDH documentaba y denunciaba las arbitrariedades y violaciones a derechos humanos, el Gobierno se neg¨® a colaborar con sus t¨¦cnicos, hasta que el mi¨¦rcoles decidi¨® expulsarlos de Nicaragua tras acusarlos ¡°divulgar informaci¨®n falsa¡± para perjudicarlo. La expulsi¨®n se produjo un d¨ªa antes que el Grupo Interdisciplinario de Expertos Independientes (GIEI) hiciera p¨²blico el informe de 400 p¨¢ginas sobre los hechos violentos ocurridos entre el 18 de abril, cuando comenzaron las protestas, y el 30 de mayo, d¨ªa de una de las peores masacres ocurridas en el marco de la represi¨®n. La tarde del mi¨¦rcoles el canciller nicarag¨¹ense Denis Moncada ¡°sugiri¨®¡±, tras despachar a los integrantes del GIEI, que no se publicara el informe.
P. ?Fue la presentaci¨®n de este informe del GIEI el motivo para la expulsi¨®n del equipo de la CIDH de Nicaragua?
R. El Gobierno adelant¨® una decisi¨®n que me imagino que estaba evaluando con anterioridad. No creo que haya sido lo decisivo. El GIEI no puede presentar su informe en Managua, lo que tiene cierto simbolismo y nos parec¨ªa muy importante para las v¨ªctimas, pero el Gobierno no puede impedir que ese informe sea p¨²blico. Hemos visto en las ¨²ltimas semanas una escalada en la represi¨®n. Han ido suprimiendo cualquier espacio de denuncia p¨²blica y, por lo tanto, esta decisi¨®n de suspender la misi¨®n temporalmente ¨Cuso los t¨¦rminos que el propio Gobierno nos dio¨C, se enmarca en ese contexto.
P. Terminaron ustedes siendo v¨ªctimas de la represi¨®n del Gobierno contra las organizaciones de la sociedad civil.
R. No dir¨ªa que la Comisi¨®n es v¨ªctima. Las v¨ªctimas son quienes est¨¢n hoy d¨ªa en las c¨¢rceles, quienes han sido asesinados por el uso excesivo de la fuerza por parte de la Polic¨ªa y los paramilitares. Tambi¨¦n hay v¨ªctimas polic¨ªas en esta situaci¨®n: la Comisi¨®n ha documentado 25 polic¨ªas muertos, de los 325 muertos que hemos documentado.
P. El Gobierno los acus¨® de divulgar informaci¨®n falsa para promover sanciones contra Nicaragua.
R. Me parece lamentable que digan eso, pero no me extra?a. En los argumentos que da el Gobierno parece desconocer c¨®mo funcionan los ¨®rganos de la OEA y los ¨®rganos de Naciones Unidas. En la nota de Canciller¨ªa se indican una serie de expresiones que el secretario general de la OEA, Luis Almagro, ha hecho con relaci¨®n a Nicaragua y el presidente Ortega, a partir de lo que acusan al secretario general como injerencista y establecen que somos una plataforma para realizar de alguna manera la labor injerencista del secretario general de la OEA. Quisiera recordarle al Estado de Nicaragua que la CIDH, si bien es un ¨®rgano de la OEA, es un ¨®rgano aut¨®nomo. Nosotros no recibimos instrucciones ni del Secretario general, ni de los estados miembros de la OEA. Tenemos autonom¨ªa completa. Lo m¨¢s f¨¢cil es atacar nuestros informes y se?alar que somos injerencistas o una plataforma de propaganda pol¨ªtica, porque hemos denunciado violaciones a los derechos humanos cometidas por el Estado y eso incomoda.
P. ?Hubo apertura del Gobierno para que ustedes pudieran realizar su trabajo en Nicaragua?
R. Hubo un cambio en la actitud del Estado. Cuando visitamos por primera vez Nicaragua el 17 de mayo tuvimos colaboraci¨®n total de parte del Gobierno. Pudimos reunirnos con las autoridades con las que nos interesaba recibir informaci¨®n, visitamos otras ciudades de Nicaragua, estuvimos en algunas c¨¢rceles. Debo decir con toda honestidad que vimos una colaboraci¨®n total de parte del Estado para la realizaci¨®n de esa visita. Posteriormente volv¨ª a Nicaragua y esa colaboraci¨®n, si bien estaba un poquito m¨¢s dif¨ªcil, sigui¨® existiendo. Pero desde junio la colaboraci¨®n empez¨® a tener m¨¢s obst¨¢culos. Las solicitudes nuestras para poder visitar la c¨¢rcel de ¡°El Chipote¡± eran demoradas y condicionadas. A mediados de julio el Estado se cerr¨® completamente. Dejamos de poder visitar cualquier recinto o tribunales. Nosotros permanentemente mandamos notas diplom¨¢ticas con solicitudes y no recibimos respuestas.
P. Coincide con el endurecimiento de la represi¨®n.
R. Efectivamente. Creo que al comienzo de las protestas, cuando hab¨ªa una movilizaci¨®n muy fuerte en las calles y el n¨²mero de personas asesinadas era bastante alto, nadie, ni el Gobierno, ten¨ªa muy claro hacia d¨®nde iba ni qu¨¦ estaba pasando, y eso de alguna manera permiti¨® que nosotros pudi¨¦semos ir a Nicaragua. A partir de lo que se llama la ¡°Operaci¨®n Limpieza¡± hubo una estructura represiva m¨¢s organizada y coordinada. Luego se comenz¨® a criminalizar a los l¨ªderes estudiantiles, campesinos, hubo detenciones arbitrarias, acusaciones infundadas, con procesos que no cumplen con las garant¨ªas m¨ªnimas y denuncias por no tener acceso a abogados. Luego se fue reprimiendo a los periodistas y a las organizaciones de derechos humanos y finalmente sac¨¢ndonos a nosotros del pa¨ªs. Hay una secuencia de c¨®mo se han ido cercenando los espacios de disidencia.
P. ?Cree que las violaciones a los derechos humanos aumenten tras la salida de la CIDH de Nicaragua?
R. Nuestra mayor preocupaci¨®n es que se consoliden ciertas situaciones de falta de libertad de expresi¨®n, que cualquier posici¨®n p¨²blica de disidencia y oposici¨®n sea acallada. Aunque no estemos en Nicaragua vamos a continuar nuestro monitoreo, porque tenemos distintos mecanismos. Tenemos un mandato, que es monitorear la situaci¨®n de los derechos humanos en todas las Am¨¦ricas y Nicaragua es una prioridad para nosotros.
P. ?Por qu¨¦ Nicaragua es una prioridad? ?Las violaciones a los derechos humanos son m¨¢s duras que otros pa¨ªses?
R. No quisiera hacer una ¡°r¨¢nking¡±, pero s¨ª es cierto que para nosotros hay ciertos pa¨ªses sobre los que estamos permanentemente haciendo seguimiento. Todos los estados violan los derechos humanos, hasta los estados m¨¢s democr¨¢ticos y que tienen la mayor voluntad, pero hay algunos que est¨¢n en alerta y Nicaragua y Venezuela est¨¢n entre ellos.
P. ?Hay una salida a esta crisis de derechos humanos en Nicaragua?
R. Es una pregunta tan dif¨ªcil. Yo vengo de un pa¨ªs que vivi¨® una dictadura brutal, con m¨¢s de mil desaparecidos, torturados y exiliados, yo misma vengo de una familia que fue v¨ªctima. Estuvimos 17 a?os con una dictadura y finalmente se logr¨® salir de una manera, entre comillas, pac¨ªfica, hacia una democracia, con todas las cr¨ªticas que hoy d¨ªa se hacen contra ese proceso. Las historias de los pa¨ªses son todas diversas y no me atrever¨ªa a pronosticar qu¨¦ va a pasar en Nicaragua, pero s¨ª me preocupan mucho las salidas violentas de los pa¨ªses, porque la violencia solo genera m¨¢s v¨ªctimas y lamentablemente es que en situaciones como las que est¨¢n pasando en Nicaragua los muertos siempre son los m¨¢s pobres. Entiendo que hablar de un di¨¢logo en Nicaragua es muy ingenuo, entiendo que muchos nicarag¨¹enses hasta se sentir¨ªan ofendidos si yo digo que el di¨¢logo es la ¨²nica salida posible, porque hay una situaci¨®n de politizaci¨®n, con un Gobierno que claramente no quiere dialogar ni abre ning¨²n espacio, pero sigo creyendo que hay que buscar siempre salidas pac¨ªficas.
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