Parques cerrados, basura sin recoger y servicios en m¨ªnimos en EE UU
Tras dos semanas de cierre parcial de la Administraci¨®n estadounidense, los problemas y las quejas de los ciudadanos se acumulan
Cada d¨ªa que los parques nacionales de Estados Unidos est¨¢n cerrados se pierden alrededor de 400.000 d¨®lares por entradas que no se cobran. No hay rangers que controlen la entrada. Como no existe quien limpie los ba?os, las zonas de descanso de estos monumentos de la naturaleza han quedado clausuradas por seguridad sanitaria. Este domingo el cierre parcial de la Administraci¨®n de Estados Unidos ha superado las dos semanas de duraci¨®n, convirti¨¦ndose en uno de los m¨¢s largos de la historia.
Traducido en n¨²meros, el conocido como shutdown (cierre) afecta a un cuarto de los trabajadores gubernamentales (sobre unos dos millones de personas, excluidos los empleados de correos). Desde mediados de los setenta han existido 19 cierres de Gobierno. El m¨¢s largo, 21 d¨ªas, concluy¨® en 1996 bajo el mandato de Bill Clinton. Durante la Administraci¨®n de Barack Obama, el Gobierno estuvo cerrado 16 d¨ªas por un pulso feroz con los republicanos por la reforma sanitaria. Desde que Donald Trump asumiera el poder en enero de 2017 se han producido ya tres cierres de Gobierno. Sobre este ¨²ltimo, el mandatario amenaz¨® el pasado viernes con mantenerlo ¡°durante meses o incluso a?os¡±.
El actual cierre no ha dejado sin tarjetas de navidad a los residentes en Estados Unidos ya que los fondos para financiar el servicio postal estaban garantizados. As¨ª mismo estaban aseguradas las partidas econ¨®micas para Defensa. No las de la NASA, que mantiene trabajando al personal m¨ªnimo para ¡°prevenir una amenaza inminente contra la vida humana¡±.
Sin embargo, el departamento que se encarga de la Seguridad Nacional, controlando fronteras e inmigraci¨®n, se ha visto afectado. De los 245.000 empleados que tiene, m¨¢s de 213.000 han sido declarados ¡°esenciales¡± y no pueden abandonar sus puestos de trabajo, seg¨²n informa Reuters. Eso significa que estas navidades agentes de aduanas con empleo pero sin sueldo han controlado a m¨¢s de dos millones de personas que viajaban por vacaciones. Seg¨²n informaba el viernes la cadena CNN, cientos de agentes de la conocida como TSA (Transportation Security Administration, siglas en ingl¨¦s) est¨¢n declar¨¢ndose enfermos para no ir a trabajar, ya que no est¨¢n dispuestos a trabajar ni un d¨ªa m¨¢s sin cobrar.
En Washington, con las fiestas navide?as ya dadas por concluidas, son muchos los turistas que se manifiestan frustrados a la entrada de los museos cerrados. Ser turista es casi siempre una profesi¨®n de riesgo. Se pasea haga fr¨ªo o calor. Intentar retratarse en la escalinata que conduce al monumento a Abraham Lincoln cuando cientos de personas luchan por el mismo ¨¢ngulo para la foto perfecta puede ser un trance peligroso, sobre todo cuando hay palos selfie de por medio. Plasmar una instant¨¢nea con la Casa Blanca al fondo cuando lo que hay es una cortina de agua en forma de lluvia es nivel de contingencia alto. Pero en las pasadas dos semanas, a la incomodidad que suele acarrear conocer lugares en tiempo de masificaci¨®n tur¨ªstica se ha sumado el tristemente famoso shutdown.
¡°Venimos de Nebraska con nuestros nietos y no hemos podido ver ning¨²n museo ni los osos panda del zoo¡±, se queja Nellie Sullivan en los alrededores de la Casa Blanca mientras espera turno para comprar un perrito caliente. Junto a un banco esperan los tres ni?os, de entre ocho y 13 a?os. A su lado, una papelera rebosante de basura. Una imagen nada com¨²n en las zonas tur¨ªsticas de la capital de la naci¨®n.
Y sin embargo, cuando el cierre parcial de Gobierno va a entrar en su tercera semana y no hay visos de acuerdo cercano para levantarlo, la basura convive con los turistas. Tan solo en los m¨¢rgenes del largo estanque que yace a las escalinatas del monumento a Lincoln las papeleras est¨¢n vac¨ªas. Un grupo de voluntarios sin cabeza visible ni nombre se encargan de mantener la zona libre de desperdicios. Decenas de personas hacen fila para utilizar los ba?os port¨¢tiles cercanos al monumento a los ca¨ªdos en la Guerra de Corea. La mayor¨ªa se dan la vuelta sin usarlos cuando les toca su turno y abren la puerta. Joseph Berger, 55 a?os, est¨¢ indignado. ¡°Es una verg¨¹enza, esta es la imagen que damos a nuestros ciudadanos. Hay gente que solo viene a Washington una vez en la vida ¡¡±
Tampoco est¨¢n felices quienes con el a?o nuevo tomaron la decisi¨®n de casarse. Excepto las licencias matrimoniales que ya estaban emitidas, no se celebran bodas en los juzgados ni se tramitan nuevas licencias. ¡°No hay derecho¡±, declara frustrada Jannine Coley-King. ¡°Mi prometida y yo plane¨¢bamos casarnos el 14 de febrero pero no sabemos cu¨¢ndo podremos hacerlo¡±. Si se atienen a las declaraciones del mandatario: meses o a?os.
Ni un centavo para pagar las facturas
El impacto para los funcionarios de Estados Unidos del cierre parcial del Gobierno es brutal. Se est¨¦ en la categor¨ªa de trabajador sin sueldo o de permiso en casa, lo cierto es que m¨¢s de medio mill¨®n de personas no cuenta con el cheque al que tienen derecho para pagar sus facturas o comprar los alimentos b¨¢sicos. Sara McLeod, consultora para la Guardia Costera, tiene sus gastos medidos al mil¨ªmetro y el colch¨®n econ¨®mico con el que cuenta se comienza a desinflar la semana que viene. "Es as¨ª de simple, si no cobro, no como". McLeod vive sola (de ella solo depende un gato) pero muestra su angustia ante un futuro incierto, por mucho que su casero sea amable y le garantice que es consciente de la situaci¨®n y que "ya pasar¨¢". "?Hasta cuando ser¨¢ comprensivo?", se pregunta. Por el momento, no hay respuesta.
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