Nancy Pelosi dirigir¨¢ el asalto dem¨®crata a Trump desde el nuevo Congreso
La veterana congresista, elegida l¨ªder de la C¨¢mara de Representantes, pilotar¨¢ la ofensiva contra el presidente en la segunda mitad de su mandato
M¨¢s diverso, m¨¢s femenino, m¨¢s dem¨®crata. As¨ª es el nuevo Congreso de Estados Unidos, que este jueves ha tomado posesi¨®n con la elecci¨®n de Nancy Pelosi como presidenta de la C¨¢mara baja. Ella ser¨¢ la encargada de conjugar las prisas por derrocar a Trump, estrechando el cerco de la investigaci¨®n de la trama rusa, y el pragmatismo de moderar los tiempos. Comienza la segunda mitad del mandato de Trump, en un contexto muy diferente al de la primera. El presidente, entretanto, no afloja el pulso migratorio que mantiene el Gobierno parcialmente cerrado, en un presagio de los retos que esperan.
¡°Es un d¨ªa nuevo en Am¨¦rica¡±, tuite¨® la congresista Ilhan Omar, refugiada somal¨ª, junto a una foto que la retrataba, tocada con hijab, a las puertas del Capitolio. Rashida Tlaib, la otra de las dos primeras mujeres musulmanas elegidas al Congreso, honr¨® su herencia palestina vistiendo un tradicional thobe. Deb Haaland, nativa americana que desde ayer se sienta en el Congreso, acudi¨® cubierta de alhajas plateadas y turquesa, y calzada con mocasines, como mandan los c¨¢nones indumentarios de los indios pueblo.
La clase de 2019 es la m¨¢s ¨¦tnicamente diversa y femenina en los m¨¢s de 200 a?os de historia de la instituci¨®n. La renovaci¨®n se produce sobre todo en las filas del Partido Dem¨®crata, que ha estrenado este jueves su mayor¨ªa en la C¨¢mara baja, y llega con el mandato democr¨¢tico de convertir la segunda mitad de la Administraci¨®n Trump en algo muy diferente de la primera.
Toma las riendas de esa nueva mayor¨ªa Nancy Pelosi, no por veterana menos pionera, que ser¨¢, por segunda vez en sus 78 a?os de vida, la mujer electa m¨¢s poderosa de Estados Unidos. Fue la primera mujer presidenta de la C¨¢mara (entre 2007 y 2011) y es, desde hoy, la segunda.
Pelosi, recibida este jueves por una ovaci¨®n de la nueva bancada dem¨®crata puesta en pie, ser¨¢ la encargada de catalizar todo ese caudal de energ¨ªa fresca para plantar cara eficazmente a Donald Trump y demostrar al pa¨ªs que los dem¨®cratas est¨¢n preparados para sustituirlo en 2020. Los retos son colosales, como demuestra el hecho de que el Congreso ha tomado posesi¨®n con el Gobierno parcialmente cerrado, desde hace casi dos semanas, debido a la negativa de los dem¨®cratas a financiar el muro que Trump quiere levantar en la frontera con M¨¦xico.
La reuni¨®n en la Sala de Crisis de la Casa Blanca, que el presidente convoc¨® el mi¨¦rcoles para informar de su pol¨ªtica migratoria a los l¨ªderes de los partidos en el Congreso, termin¨® en el previsible fracaso. El tono encendido y rudo de la misma, seg¨²n el relato de los presentes, sugiere que el final de la crisis no est¨¢ cerca.
El control dem¨®crata de la C¨¢mara baja plantea serias amenazas a Trump. El deseo de castigar al presidente ser¨¢, con toda probabilidad, uno de las fuerzas que moldee la nueva mayor¨ªa. La excitaci¨®n se hac¨ªa notar en los comit¨¦s parlamentarios que se preparan para el relevo dem¨®crata en su liderazgo. Particularmente en el judicial, que presidir¨¢ Jerrold Nadler, quien planea introducir de inmediato un proyecto de ley que blinde de interferencias pol¨ªticas la investigaci¨®n del fiscal especial Robert Mueller sobre la injerencia rusa en las elecciones de 2016 y la posible conspiraci¨®n del entorno de Trump con Mosc¨² para llevar al magnate a la Casa Blanca
Ser¨¢ Pelosi la encargada de manejar la intensidad de esa ofensiva y lograr el delicado equilibrio entre las ansias por derrocar a Trump y la realpolitik que desaconseja apresurarse. En una entrevista televisiva por la ma?ana, Pelosi dej¨® la puerta abierta a un impeachment del presidente, un eventual proceso de destituci¨®n en el contexto de las investigaciones de Mueller.
La iniciativa de iniciar el proceso, que cuenta con un importante respaldo entre los nuevos congresistas dem¨®cratas, corresponde en exclusiva a la C¨¢mara de Representantes. De prosperar en la C¨¢mara baja, habr¨ªa de resolverse por mayor¨ªa de dos tercios en el Senado, donde los republicanos mantienen el control.¡°Debemos esperar a ver qu¨¦ pasa con el informe de Mueller¡±, dijo Pelosi, con medida cautela para no frustrar las ansias de los reci¨¦n llegados. ¡°No deber¨ªamos promover el impeachment por razones pol¨ªticas, pero tampoco deber¨ªamos evitarlo por razones pol¨ªticas. Habr¨¢ que esperar a ver c¨®mo se desarrolla¡±.
Otra cosa es la imputaci¨®n del presidente, algo que podr¨ªa intentar el fiscal especial Mueller. A pesar de unas directrices del Departamento de Justicia que sugieren que no se puede imputar a un presidente en activo, Pelosi tampoco quiso cerrar esa puerta. ¡°No creo que eso sea concluyente, creo que es una discusi¨®n abierta en t¨¦rminos legales¡±, advirti¨® en la misma entrevista televisiva.
Con la seguridad en s¨ª misma que la caracteriza, Pelosi public¨® extractos de su discurso como nueva presidenta de la C¨¢mara de Representantes, antes incluso de ganar la votaci¨®n que la convertir¨ªa en la tercera autoridad del pa¨ªs. ¡°Nuestra democracia se refuerza con el optimismo, el idealismo y el patriotismo de esta nueva promoci¨®n transformadora¡±, dijo. Pelosi repas¨® las que ser¨¢n prioridades de su mayor¨ªa, como la lucha contra las desigualdades y por la clase media (¡±columna vertebral de la democracia¡±), as¨ª como el combate contra el cambio clim¨¢tico, ¡°la amenaza existencial de nuestro tiempo¡±.
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