El decir y sus efectos
El problema con las conferencias matutinas de L¨®pez Obrador es la obligaci¨®n contra¨ªda de anunciar a diario cursos de acci¨®n nuevos y distintos

Todas las ma?anas el presidente L¨®pez Obrador habla a los medios en Palacio Nacional. Su prop¨®sito es claro. Quiere comunicar al pueblo lo que ha logrado y lo que quiere alcanzar en la autodenominada Cuarta Transformaci¨®n. Tratando de romper antiguas rigideces o modernos telepromters, el Presidente expone las ideas de cada d¨ªa. Detr¨¢s de ¨¦l, f¨ªsica y simb¨®licamente, coloca a los titulares de ciertas dependencias, no se sabe si para que reciban ¨®rdenes o muestren su acuerdo con lo decidido.
Las audiencias matutinas se han analizado con diversos enfoques. Atendiendo al fondo, se ha aludido a los intentos de L¨®pez Obrador de personificar todo o mucho del poder estatal o, al menos, del gubernamental. En cuanto a la forma, se ha se?alado sus modos de descalificar a quienes cuestionan sus propuestas. Sobre los contenidos, se ha mencionado la superficialidad de algunas ideas o la falta de conexi¨®n con otras propuestas. De lo que menos se ha hablado es del efecto que los constantes apareceres tienen sobre la realidad. Espec¨ªficamente, sobre la Administraci¨®n P¨²blica a cargo del propio Presidente y, en consecuencia, sobre el modo de vida de los habitantes del territorio nacional.
L¨®pez Obrador dijo que todos los d¨ªas anunciar¨ªa algo nuevo en su deseo de mantener al pueblo informado. En la elecci¨®n tomada hay una particularidad. Bajo sus propias premisas, al comparecer no dar¨¢ cuenta de resultados, sino de acciones a emprender. El elemento central de sus conferencias no es exponer lo hecho o lo que est¨¦ haci¨¦ndose, sino lo que va a hacerse. Con ello no hay una acci¨®n propiamente informativa, sino m¨¢s bien performativa. El acto de comunicar pretende que el mundo se realice en un sentido distinto al que ven¨ªa d¨¢ndose. Los actos performativos, hay que decirlo, no conllevan un problema en s¨ª mismos. Son las formas ordinarias de creaci¨®n de la acci¨®n pol¨ªtica. Lo que resulta novedoso y peculiar es el compromiso de enunciar a diario una acci¨®n encaminada a modificar una parte de la realidad.
En las teor¨ªas de la comunicaci¨®n se asume que debe informarse cuando haya algo que lo merezca; en las de la acci¨®n p¨²blica, hacer los anuncios al contarse con los elementos definitorios, conceptuales y operativos. El problema con las conferencias matutinas es la obligaci¨®n contra¨ªda de anunciar a diario cursos de acci¨®n nuevos y distintos. M¨¢s all¨¢ de si las ideas son buenas, est¨¢n bien concebidas o se avienen a la realidad, es en s¨ª mismo preocupante saber que se tiene que cumplir a diario con una tarea de esa dimensi¨®n, sobre todo cuando es autoimpuesta. No porque no pueda hacerse en t¨¦rminos medi¨¢ticos, ni porque no sea conveniente medi¨¢ticamente. Lo relevante es destacar lo que verdaderamente implica cada anuncio-acci¨®n en particular y todas ellas como conjunto.
Si, en n¨²meros gruesos, L¨®pez Obrador va a aparecer en sus conferencias 5 d¨ªas a la semana, asistiremos a 260 conferencias al a?o. Si, a su vez y como ¨¦l lo dijo, en cada una de ellas va a anunciar al menos una acci¨®n de gobierno, al final del a?o su cuerpo administrativo habr¨¢ recibido un muy amplio n¨²mero de instrucciones que deber¨¢n formalizar normativa, operativa y presupuestalmente. No creo prudente sostener que los anuncios ma?aneros son comunicaciones sin pretensi¨®n de realizaci¨®n, ni aceptar que m¨¢s all¨¢ de lo que el Presidente diga, su Administraci¨®n terminar¨¢ haciendo lo que a ella le parezca mejor. Por ello, importa mucho seguir lo que en esos o en otros espacios se diga, hacer memoria de las acumulaciones e identificar posibilidades y costos.
Como el Presiente ha elegido fijar su acci¨®n pol¨ªtica en matutinas conferencias de prensa, la cosa p¨²blica se est¨¢ constituyendo en mucho con los materiales que ah¨ª se est¨¢n generando. La leal oposici¨®n al Presidente pasa por dialogar con ¨¦l a partir de los planteamientos que a diario nos explica. La ciudadan¨ªa que ¨¦l mismo anim¨® a despertar, tiene que entender la importancia del espacio y, desde luego, de lo que en ellos se est¨¢ queriendo crear. ?Qu¨¦ mejor sociedad democr¨¢tica que aquella que atiende y se posiciona frente a lo que plantean sus representantes pol¨ªticos? Si el movimiento y hoy gobierno del presidente L¨®pez Obrador logra el despertar c¨ªvico-cr¨ªtico de la poblaci¨®n a partir de sus propios decires y actuares, ser¨¢ mucho lo que su existencia nos legar¨¢.
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