M¨¦xico pide cinco veces perd¨®n a la periodista Lydia Cacho
El Gobierno se disculpa, 14 a?os despu¨¦s, por violar los derechos humanos de la reportera Lydia Cacho tras publicar una investigaci¨®n sobre una red de explotaci¨®n infantil
Es poco com¨²n que el Gobierno mexicano pida perd¨®n y este jueves lo ha hecho cinco veces. La periodista mexicana Lydia Cacho ha recibido una disculpa de parte del Gobierno por la persecuci¨®n que sufri¨® en 2005 tras la publicaci¨®n de Los demonios del Ed¨¦n, una investigaci¨®n sobre una red de trata y explotaci¨®n infantil en el Estado de Quintana Roo. El reconocimiento sobre las omisiones del Estado en su caso ha llegado despu¨¦s de que la Organizaci¨®n de Naciones Unidas, a trav¨¦s de su comit¨¦ de Derechos Humanos, haya reconocido que Cacho fue objeto de m¨²ltiples violaciones de sus derechos fundamentales.
¡°A nombre del Estado mexicano le ofrezco una disculpa p¨²blica por la violaci¨®n a sus derechos humanos en el marco del ejercicio de su derecho a la libertad de expresi¨®n¡±, ha dicho Alejandro Encinas, subsecretario de Derechos Humanos. El discurso de perd¨®n ha llevado a Encinas a enumerar los cinco elementos por los que el Estado se disculp¨®: violaci¨®n del derecho a la libertad de expresi¨®n; detenci¨®n arbitraria; tortura como instrumento de investigaci¨®n; violencia y discriminaci¨®n en raz¨®n de su g¨¦nero; e impunidad y corrupci¨®n alentada por las instituciones.
Cacho fue detenida ilegalmente en Quintana Roo, nueve meses despu¨¦s de publicar su investigaci¨®n, por diez personas que aseguraron ser polic¨ªas del Estado de Puebla. Los agentes la llevaron desde el sureste mexicano hasta el centro del pa¨ªs en un trayecto de 20 horas en carretera. La periodista fue v¨ªctima de tortura psicol¨®gica, tocamientos y amenazas de muerte. Todo ese episodio fue producto de la complicidad entre el empresario Kamel Nacif, involucrado en la red de pederastia, y el entonces gobernador de Puebla, Mario Mar¨ªn. Un audio de la conversaci¨®n telef¨®nica entre ambos, donde se expon¨ªa la colusi¨®n del poder pol¨ªtico y econ¨®mico para callar a la periodista, cimbr¨® el 14 de febrero de 2006 a la clase pol¨ªtica de M¨¦xico.
Las palabras del exgobernador y el empresario, que ahora se encuentra en prisi¨®n, resonaron en la sala. Tras aceptar la disculpa del Gobierno mexicano, la periodista puso las grabaciones que demostraron que su detenci¨®n hab¨ªa sido ilegal. Las mismas que llev¨® a la Suprema Corte de Justicia de la Naci¨®n (SCJN), donde los jueces determinaron, en 2007, que las violaciones a sus derechos no hab¨ªan sido graves. ¡°Si las mujeres como yo hemos jugado hasta la vida por los derechos humanos, lo menos que puede hacer este pa¨ªs es proteger a sus periodistas¡±, dijo Cacho tras escuchar la disculpa del Estado. La autora de Los demonios del Ed¨¦n tambi¨¦n ha mencionado que durante todos los a?os que temi¨® por su vida tambi¨¦n fue v¨ªctima de burlas mis¨®ginas. ¡°Nos dijeron que el periodismo era de hombres y que los derechos humanos eran una sensibler¨ªa. He perdonado a mis torturadores porque no permit¨ª jam¨¢s que colonizaran ni mi cuerpo, ni mi esp¨ªritu¡±, a?adi¨®.
El Gobierno mexicano tendr¨¢ que trabajar en los pr¨®ximos meses para derogar los delitos de difamaci¨®n y calumnia que todav¨ªa est¨¢n vigentes en los c¨®digos penales de ocho de los 32 Estados. La secretaria de Gobernaci¨®n, Olga S¨¢nchez Cordero, ¡ªque en 2007 vot¨® en la Corte en contra de reconocer los actos contra Cacho como delitos graves¡ª expres¨® que el Estado se dedicar¨¢ a fortalecer la protecci¨®n para los periodistas. ¡°Nunca m¨¢s la censura ha de tener cabida¡±, dijo. En 2017, 11 periodistas fueron asesinados; en 2018, al menos nueve murieron en homicidios relacionados con su trabajo.
En los ¨²ltimos a?os, el Gobierno mexicano solo hab¨ªa ofrecido disculpas en dos ocasiones: en 2015 a dos soldados que fueron discriminados en las Fuerzas Armadas por ser portadores del Virus de Inmunodeficiencia Humana (VIH), y en 2017 a tres mujeres ind¨ªgenas que fueron encarceladas por supuestamente secuestrar a seis agentes de la Polic¨ªa Federal. En marzo, el Estado pedir¨¢ perd¨®n a las familias de dos estudiantes del Tecnol¨®gico de Monterrey asesinados por miembros del Ej¨¦rcito mexicano al confundirlos con miembros de un cartel de drogas.
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