Mercosur y Venezuela, en la agenda del encuentro entre Macri y Bolsonaro

Mauricio Macri y Jair Bolsonaro est¨¢n dispuestos a enderezar una relaci¨®n que comenz¨® con mal pie. El presidente brasile?o anunci¨® que su primer viaje ser¨ªa a Chile y no a Argentina, como es tradici¨®n, y Macri estuvo ausente en la asunci¨®n de Bolsonaro el pasado 1 de enero. Sin embargo, tras mantener varias conversaciones telef¨®nicas, los l¨ªderes de los dos mayores econom¨ªas de Sudam¨¦rica se reunir¨¢n este mi¨¦rcoles por primera vez en Brasilia. Macri viaja con una amplia comitiva que da cuenta de la importancia estrat¨¦gica de una relaci¨®n bilateral llena de desaf¨ªos. Sobre la mesa estar¨¢ reflotar una relaci¨®n comercial que se ha visto golpeada por las crisis de ambos pa¨ªses, el deseo com¨²n de flexibilizar Mercosur y la oposici¨®n al liderazgo de Nicol¨¢s Maduro en Venezuela.

Brasil es el primer socio comercial de Argentina; Argentina, el tercero del gigante sudamericano. Sin embargo, la crisis econ¨®mica y pol¨ªtica que ha golpeado a Brasil en los ¨²ltimos a?os y la recesi¨®n en la que est¨¢ sumido el pa¨ªs liderado por Macri se han dejado sentir en la balanza comercial bilateral. En 2017 Argentina representaba el 8% de las exportaciones brasile?as, pero el a?o pasado esa cifra retrocedi¨® al 6,2%, seg¨²n la Asociaci¨®n de Comercio Exterior de Brasil (AEB). La estimaci¨®n, seg¨²n la asociaci¨®n, es que, por primera vez desde 2003, Brasil registre un d¨¦ficit comercial con su vecino del sur.

En este 2019 en el que Macri se juega su reelecci¨®n, ser¨¢ clave ver si el optimismo que ha despertado el Gobierno de Bolsonaro se traduce en un impulso para la debilitada econom¨ªa brasile?a que tambi¨¦n favorezca a Argentina. Las exportaciones al pa¨ªs del norte pican a la baja desde hace cinco a?os, periodo en el que han pasado de casi 76.000 a 58.400 millones de d¨®lares.

A pesar de que el superministro de Econom¨ªa brasile?o, el ultraliberal Paulo Guedes, gener¨® cierto ruido entre los dos pa¨ªses al afirmar, en un primer momento, que el Mercosur no ser¨ªa una prioridad en el Gobierno de Bolsonaro y que su inspiraci¨®n econ¨®mica ser¨ªa el modelo chileno, todos los analistas consultados por EL PA?S creen que dif¨ªcilmente Brasil reducir¨¢ la relaci¨®n de interdependencia entre los dos pa¨ªses. "No hay margen de maniobra para despreciar cualquier tipo de acuerdo con Argentina. Creo que los dos lados tienen inter¨¦s en fortalecerse. Argentina depende del crecimiento de Brasil para exportar m¨¢s y el Gobierno brasile?o tambi¨¦n tiene a la Argentina como uno de los destinos m¨¢s importantes de sus productos manufacturados", explica Jos¨¦ Augusto Castro, presidente de la AEB. M¨¢s del 90% de las exportaciones brasile?as al pa¨ªs vecino son de manufacturas, principalmente coches. "Si hubiera alg¨²n tipo de cambio en esta cuesti¨®n de los autom¨®viles, por ejemplo, generar¨ªa un impacto fuerte en las f¨¢bricas de aqu¨ª y en las de all¨¢. Una depende de la otra ", agrega.

Mientras la nueva pol¨ªtica exterior brasile?a va tomando forma, el presidente argentino visita Brasil para intentar esclarecer lo que el pa¨ªs vecino tiene realmente en mente sobre el Mercosur. "Macri quiere volver con la noticia de que hay un compromiso de ambos para fortalecer el comercio y la integraci¨®n del bloque, que hasta hoy no entreg¨® lo que prometi¨®. A pesar de cierta tensi¨®n en ese primer encuentro, hay optimismo, ya que ambos coinciden en que el Mercosur sea un poco m¨¢s flexible sobre los acuerdos bilaterales", explica el polit¨®logo Oliver Stuenkel.

Esa flexibilidad que buscan Argentina y Brasil podr¨ªa sentenciar el Mercosur, el bloque que integran junto a Paraguay y Uruguay. Los pa¨ªses miembros no pueden cerrar pactos comerciales bilaterales con terceros pa¨ªses, una prohibici¨®n que Macri, Bolsonaro y las grandes empresas de ambos pa¨ªses ven como un cors¨¦ a sus posibilidades de expansi¨®n. Tampoco son capaces de generar acuerdos conjuntos, como el que negocian desde hace casi dos d¨¦cadas con la Uni¨®n Europea (UE). Macri es uno de los principales partidarios del pacto transatl¨¢ntico, pero tiene que convencer a un Bolsonaro esc¨¦ptico.

"Sin una sinton¨ªa entre los dos pa¨ªses, un acuerdo del bloque y la UE no saldr¨¢ del papel. A¨²n no est¨¢ claro, sin embargo, cu¨¢l ser¨¢ la pol¨ªtica externa brasile?a para los pr¨®ximos a?os", agrega Bernardo Campolina, jefe del departamento de ciencias econ¨®micas de la Universidad Federal de Minas Gerais (UFMG). Macri lleva con ¨¦l algunos de los miembros m¨¢s importantes de su Gabinete: la ministra de Seguridad, Patricia Bullrich; el canciller Jorge Faurie; el titular de Producci¨®n y Trabajo, Dante Sica; el ministro de Hacienda y Finanzas, Nicol¨¢s Dujovne; Germ¨¢n Garavano, de Justicia, y Oscar Aguad, de Defensa. Todos ellos tendr¨¢n reuniones con sus pares brasile?os el mi¨¦rcoles por la ma?ana, antes del encuentro presidencial.

Condena a Maduro

Ambos presidentes han declarado ileg¨ªtimo el nuevo mandato de Maduro y se espera una declaraci¨®n conjunta de ambos, seg¨²n el canciller argentino. Macri ha liderado desde su asunci¨®n la campa?a regional contra el l¨ªder venezolano, al que propone aislar todo lo posible. Pero la postura de Bolsonaro es m¨¢s dura a¨²n y no descarta llegar a las armas si es necesario para sacar a Maduro del poder.

La lucha contra el narcotr¨¢fico y la delincuencia tambi¨¦n estar¨¢ presentes en la agenda bilateral. "Tenemos dos gobiernos que poseen una postura m¨¢s alineada a la pol¨ªtica de mano de hierro en la lucha contra el tr¨¢fico y que pueden crear una cooperaci¨®n m¨¢s expresiva", dice Stuenkel. El polit¨®logo cree que ambos l¨ªderes ven una oportunidad para mejorar la coordinaci¨®n conjunta de control fronterizo y el combate contra el crimen organizado.

Bolsonaro hizo de la mano dura contra la violencia urbana una de sus promesas de campa?a electoral y acaba de dar un primer paso para flexibilizar la venta y portaci¨®n de armas. En Argentina, con una econom¨ªa que cerr¨® 2018 en n¨²meros rojos y con una inflaci¨®n anual superior al 45%, los analistas prev¨¦n que el macrismo convierta la inseguridad en uno de los caballitos de batalla de la campa?a electoral.