Todos iremos al para¨ªso (fiscal)
Los ¨²nicos procesos se dirigen contra los filtradores que denuncian esas pr¨¢cticas, perseguidos por bancos y Estados
So?emos. El presidente de Estados Unidos de Am¨¦rica ha decidido terminar con los para¨ªsos bancarios y fiscales. Por decreto presidencial, ordena un embargo financiero contra todos los pa¨ªses que acepten abrir cuentas bancarias a no residentes mientras no justifiquen una actividad econ¨®mica real. Elabora una lista de lugares off shore que, si no cumplen con la ley en un mes, ver¨¢n interrumpidas sus relaciones bancarias con Estados Unidos. Da un ultim¨¢tum a los para¨ªsos bancarios y fiscales para clausurar las cuentas y disolver las sociedades pantalla. La Uni¨®n Europea sigue sus pasos y adopta de urgencia una directiva que proh¨ªbe en los Estados miembros las transferencias de capital entre filiales de un mismo grupo empresarial no justificadas por una prestaci¨®n econ¨®mica verdadera. Decide acelerar la creaci¨®n de una Fiscal¨ªa europea, dotarla de una centena de procuradores y a?adir a sus competencias la lucha contra el fraude y la evasi¨®n fiscal. Ordena abrir procedimientos de sanci¨®n contra los Estados miembros que practican el dumping fiscal.
Nada de todo esto ver¨¢ nunca la luz, sean cuales sean las declaraciones de los dirigentes pol¨ªticos que se proclaman un¨¢nimemente partidarios del fin de los para¨ªsos bancarios y fiscales. Hay una buena raz¨®n para pensarlo: los servicios off shore est¨¢n tan integrados en el funcionamiento de bancos, aseguradoras y grandes empresas que una acci¨®n concertada y eficaz de los pa¨ªses del G-20, o incluso del G-7, provocar¨ªa un tsunami financiero capaz de reproducir la crisis de las hipotecas subprime de 2008. Y esta vez, el sistema financiero mundial no se recuperar¨ªa. Los esc¨¢ndalos se suceden regularmente: Lux Leaks, Swiss Leaks, Papeles de Panam¨¢, Bahamas Leaks... Los ¨²nicos procesos se dirigen contra los filtradores que denuncian esas pr¨¢cticas, perseguidos por bancos y Estados. Arriesgan a veces su vida y se ven abocados a la prisi¨®n. Deben vivir ocultos y algunos piden asilo pol¨ªtico para escapar a la persecuci¨®n.
En realidad, los para¨ªsos bancarios y fiscales no son como dicen. Se les presenta como piratas de la econom¨ªa y las finanzas, pero esa descripci¨®n es un se?uelo creado por los grandes pa¨ªses industrializados, que incluso firman acuerdos fiscales con ellos para proteger a sociedades ficticias y evasores fiscales de una doble imposici¨®n. La mayor¨ªa se hallan bajo la jurisdicci¨®n, directa o indirecta, de pa¨ªses de la OCDE que aparentan quejarse: territorios brit¨¢nicos o islas paradisiacas americanas no difieren demasiado de Suiza, pero no son los ¨²nicos. Solo en Estados Unidos se pueden citar los casos de los Estados de Delaware, Wyoming, Oreg¨®n o Nevada, que convierten a Estados Unidos en el segundo para¨ªso fiscal en la clasificaci¨®n mundial independiente elaborada por la entidad Tax Justice Network. Tampoco los pa¨ªses europeos est¨¢n libres de culpa en esa lista. Alemania est¨¢ considerada por dicha ONG como el s¨¦ptimo para¨ªso fiscal europeo, justo detr¨¢s de Luxemburgo.
Visto lo visto, nos queda mucho tiempo todav¨ªa de seguir so?ando. Con un mundo donde los m¨¢s ricos paguen impuestos, las multinacionales declaren sus beneficios, los mafiosos no aprovechen circuitos financieros opacos creados por los banqueros para satisfacer a sus mejores clientes y blanquear los ingresos del crimen organizado. Con un mundo donde los dirigentes pol¨ªticos dejen de mentirnos.
Jean de Maillard ha sido magistrado y es autor de los libros Un monde sans loi y L'arnaque.
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