Un Estado de EE UU, en jaque al no aparecer el ganador de 1.537 millones de la loter¨ªa

Cuando Simpsonville, un pueblo rural de Carolina del Sur, supo el pasado octubre que uno de sus 20.125 habitantes era el ganador de 1.537 millones de d¨®lares, se arm¨® una revoluci¨®n. Al KC Mart de Greenville, donde se hab¨ªa vendido el segundo bote m¨¢s grande de la historia en Estados Unidos, llegaron decenas de c¨¢maras, periodistas y curiosos. El d¨ªa de la noticia C. J. Patel, el due?o del local, destap¨® una botella de champ¨¢n y le prometi¨® a sus cuatro empleados que repartir¨ªa con ellos la tajada correspondiente por vender el gordo. El gobernador y los legisladores cerraron el presupuesto de 2019 contemplando 61 millones de ganancias tributarias que implica ser el Estado que entrega el premio. Pero ya han pasado casi cuatro meses y a¨²n nadie reclama el elefanti¨¢sico premio. Y sin ganador, no hay impuestos extra.

Desde que Mega Millions, la empresa de la loter¨ªa, anunci¨® el 24 de octubre de 2018 que se hab¨ªa vendido el boleto, los 180 d¨ªas para presentar y reclamar el premio han ido pasando. Todav¨ªa faltan un par de meses para que se agote el plazo, el 19 de abril, y el jugador pierda la oportunidad de cobrar los 1.537 millones de d¨®lares (1.350,7 millones de euros) desglosado en cuotas durante 30 a?os o los 878 millones de d¨®lares del tir¨®n. A¨²n puede mantener el anonimato de todas formas. El que est¨¢ siguiendo de cerca esta historia es Henry McMaster, el gobernador de Carolina del Sur. McMaster y los legisladores del Estado dise?aron los presupuestos de este a?o contemplando los 61 millones de d¨®lares que tendr¨ªa que desembolsar el ganador en impuestos estatales sobre la renta y otros tributos.

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El KC Mart de Greenville est¨¢ ubicado entre acres de tierra de cultivo y un campo de golf. Entre los que cogieron el coche para visitar la afortunada tienda, varios dijeron saber qui¨¦n era el ganador. Lo dec¨ªan bajando la voz, evitando el contacto visual y con una actitud de ¡°aqu¨ª te lo digo y aqu¨ª te lo niego¡±. Los primeros d¨ªas, unos escucharon que el ganador era un inmigrante alem¨¢n. Otros, que se trataba de un joven ingeniero. Varios hab¨ªan le¨ªdo la historia publicada en Facebook por un trabajador de una f¨¢brica de transmisiones que aseguraba haber visto a un compa?ero revisar por la ma?ana los n¨²meros de su boleto de la loter¨ªa, coger sus cosas y salir sin mirar atr¨¢s. Incluso algunos dec¨ªan que ese obrero hab¨ªa comprado el boleto entre varios, y que en un acto de ego¨ªsmo hab¨ªa abandonado la ciudad sin decirle nada a sus amigos. Pero nada de eso era cierto. El nuevo millonario sigue siendo un misterio.

Una de las reglas de Mega Millions es que los 44 Estados que participan del sorteo, cuando reciben el dinero por haber vendido el boleto ganador tienen que destinar por ley una partida ¡ªen este caso 11 millones de d¨®lares¡ª ¨²nicamente en educaci¨®n. Si destinaran los 61 millones a ese ¨¢mbito podr¨ªan aumentar un 2% el sueldo a todos los profesores de Carolina del Sur, seg¨²n c¨¢lculos de AP.

Las esperanzas se van esfumando. Al menos en el territorio pol¨ªtico. Los legisladores todav¨ªa est¨¢n trabajando en el presupuesto final y el director ejecutivo de la Oficina Estatal de Ingresos y Asuntos Fiscales, Frank Rainwater, reconoci¨® que lo m¨¢s razonable es no contar con el dinero ¡ªdel todav¨ªa ganador desconocido¡ª y que no se declare en el plan de gastos. "Creo que era razonable incluir el dinero en noviembre. Pero han pasado dos tercios o tres cuartas partes del camino y todav¨ªa no se ha cobrado", lament¨® Rainwater.