El presidente se apropia de la tierra de El Chapo
A tres d¨ªas de la condena del narcotraficante Joaqu¨ªn Guzm¨¢n en Nueva York, Andr¨¦s Manuel L¨®pez Obrador visita su tierra natal para quitarle el ¡°estigma¡±
Parece que la vor¨¢gine postelectoral no termina para el presidente L¨®pez Obrador, embarcado en una gira eterna por pueblos y ciudades de M¨¦xico desde que gan¨® las elecciones en julio. Cualquier oportunidad es buena para salir de la capital. Hace un par de semanas fue su plan contra el robo de combustible, que lo llev¨® por municipios de Hidalgo y el Estado de M¨¦xico. Gritaba en sus eventos el presidente que se hab¨ªa acabado el huachicol de arriba y que as¨ª acabar¨ªa tambi¨¦n el de abajo. Es decir, que su llegada al Gobierno zanjaba d¨¦cadas de corrupci¨®n y que ahora, ladrones, narcotraficantes y dem¨¢s delincuentes no ten¨ªan excusa. Delinquir ya no est¨¢ bien visto.
Con el pretexto de inaugurar un tramo de carretera, este viernes ha llegado a Badiraguato, en la sierra madre occidental, que comparten los estados de Sinaloa, Durango y Chihuahua. Son las monta?as de El Chapo. Durante d¨¦cadas, los agricultores de la marihuana han aprovechado las escarpadas laderas de los cerros para cultivar la hierba. Tambi¨¦n las han usado para plantar amapola. Badiraguato es uno de los n¨²cleos poblacionales m¨¢s importantes del tri¨¢ngulo dorado, el gran invernadero de la droga del norte de M¨¦xico. Y en el tri¨¢ngulo, El Chapo ha sido el rey. Originario de La Tuna, una comunidad carretera arriba de Badiraguato, Joaqu¨ªn Guzm¨¢n organiz¨® uno de los negocios de tr¨¢fico de drogas m¨¢s lucrativos en la historia moderna de M¨¦xico. Tan as¨ª que las autoridades de ambos lados de la frontera, en M¨¦xico y Estados Unidos, lo convirtieron en el enemigo p¨²blico n¨²mero uno.
Y al final El Chapo cay¨®. Tras su condena esta semana en una corte de Nueva York, que puede mantenerle en prisi¨®n hasta que se muera, el tri¨¢ngulo, la sierra, el mismo pueblo de Badiraguato se han quedado hu¨¦rfanos. De relato, se entiende. Una orfandad semi¨®tica. Consciente de lo anterior, L¨®pez Obrador no ha perdido un minuto y tres d¨ªas despu¨¦s de la condena contra el narcotraficante se ha postulado como candidato a protagonista de una nueva narrativa, una renovada mitolog¨ªa serrana. "A los pueblos", ha dicho en su discurso en la cabecera municipal, "no se les puede estigmatizar. Por ejemplo, el pueblo de Atlacomulco y el grupo pol¨ªtico que le asocian", ha dicho, en referencia a la saga de pol¨ªticos del PRI que salieron de ese pueblo del Estado de M¨¦xico. "?Qu¨¦ tiene que ver ese grupo con el pueblo?", ha preguntado ret¨®ricamente. "Pues aqu¨ª lo mismo, ?qu¨¦ tiene que ver Badiraguato con todo eso?".
En la tierra de El Chapo Guzm¨¢n, L¨®pez Obrador, el primer presidente en visitar el municipio, no ha pronunciado su nombre. Ha dicho que el Gobierno va a plantar 50.000 hect¨¢reas de ¨¢rboles "maderables" en la zona; que va a construir una universidad p¨²blica en el municipio; que ya empezaron a repartirse las pensiones a los adultos mayores en todo el pa¨ªs; que el dinero de todos sus programas, incluido el de las pol¨¦micas estancias infantiles, se repartir¨¢ sin intermediarios. Tambi¨¦n ha visitado algunos de sus ¨¦xitos m¨¢s sonados: "el mexicano no es malo por naturaleza, el avi¨®n presidencial est¨¢ en venta, el fin de la corrupci¨®n va a liberar fondos para sufragar todos nuestros programas". Y el que nunca falta, "me canso ganso", una muletilla que usa en cada discurso y que significa que los cambios van para adelante cueste lo que cueste.
Parece que el nuevo Gobierno dura ya varios a?os y apenas lleva dos meses y medio. Aceleraci¨®n por pol¨ªtica al cuadrado igual a universos nuevos cada pocas horas. La velocidad lum¨ªnica de L¨®pez Obrador distorsiona espacio y tiempo. Aunque son temas actuales, la pelea a las bandas de ladrones de combustible; la discusi¨®n sobre qui¨¦n debe liderar la seguridad p¨²blica en el pa¨ªs; las pol¨¦micas por el patrimonio de los integrantes de su gabinete, parecen asteroides que orbitan en galaxias paralelas.
En esta, la de Badiraguato, la de sus eventos y conferencias de prensa diarias, la de la apropiaci¨®n por decreto de la narrativa a costa incluso de uno de los fen¨®menos medi¨¢ticos m¨¢s sonados del siglo XXI, solo cabe L¨®pez Obrador, capit¨¢n de la nave, solitario al tim¨®n en proa.
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