Liberados los dos activistas ind¨ªgenas secuestrados en Guerrero

Despu¨¦s de cuatro d¨ªas en cautiverio han sido liberados los activistas ind¨ªgenas Obtilia Eugenio e Hilario Castro. El rastro de los defensores de derechos humanos se perdi¨® el pasado martes mientras intentaban huir del municipio de Ayutla (Guerrero) ante las constantes amenazas telef¨®nicas que la activista hab¨ªa recibido en d¨ªas previos. La noche del viernes el tel¨¦fono volvi¨® a sonar. El esposo de Obtilia, Cuauht¨¦moc Ram¨ªrez, escuch¨® de nuevo la voz de Obtilia, ella le dio las instrucciones que ped¨ªan sus captores para liberarlos. No se exigi¨® ning¨²n rescate econ¨®mico. La ¨²nica condici¨®n fue que acudiera solo al centro municipal de Tierra Colorada la madrugada de este s¨¢bado. El sitio de la liberaci¨®n se localiza a menos de 85 kil¨®metros de Ayutla.

¡°En el z¨®calo de Tierra Colorada, ah¨ª la encontr¨¦ (a Obtilia). Est¨¢ golpeada, no puede caminar bien. Un poco lastimada, pero est¨¢ bien" ha relatado Ram¨ªrez en una conferencia de prensa este s¨¢bado. No hubo operativos, ni agentes en la zona, tal como lo ped¨ªan los captores. Ram¨ªrez ha dicho que desconoce la identidad de quienes secuestraron a los defensores ind¨ªgenas, tampoco sabe el lugar donde permanecieron privados de su libertad. Tras su liberaci¨®n, las v¨ªctimas acudieron a la Fiscal¨ªa del Estado en Chilpancingo a declarar.

Las autoridades locales tampoco han dado m¨¢s detalles sobre la desaparici¨®n y liberaci¨®n de los activistas. En un escueto mensaje a trav¨¦s de sus redes sociales, el gobernador de Guerrero H¨¦ctor Astudillo celebr¨® el hallazgo con vida de los defensores ind¨ªgenas. Horas m¨¢s tarde public¨® por esta misma v¨ªa una fotograf¨ªa junto a Obtilia e Hilario en las oficinas de la Fiscal¨ªa local. Junto a la imagen Astudillo prometi¨® el reforzamiento de las medidas cautelares de los activistas, protecci¨®n con la que contaba la mixteca desde 2006.

Diego Castro integrante de la Organizaci¨®n del Pueblo Ind¨ªgena Me?Phaa, organismo que fund¨® Obtilia en 2002, celebra tambi¨¦n el hallazgo con vida de sus compa?eros. Sin embargo, reconoce que este suceso es una clara se?al de que en Guerrero los defensores sociales carecen de garant¨ªas para poder realizar sus actividades. ¡°El hecho de Obtilia es un ejemplo de que no existe libertad, tememos por la vida, tememos por el secuestro, por la desaparici¨®n forzada, es una limitante que nos permite visualizar que en Guerrero est¨¢ muy jodido, est¨¢ muy preocupante la situaci¨®n de nuestro Estado¡±, comenta.

Castro subraya que el apoyo de los organismos internacionales, nacionales y de l¨ªderes sociales como el sacerdote mexicano Alejandro Solalinde fue determinante para que se respetara la vida de Obtilia e Hilario. Tras las primeras noticias sobre su desaparici¨®n la Oficina en M¨¦xico del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos (ONU-DH) y la Comisi¨®n Nacional de Derechos Humanos (CNDH) exigieron a las autoridades el esclarecimiento del caso. El reclamo se llev¨® a las calles donde un centenar de personas marcharon para denunciar la negligencia del gobierno para proteger a sus activistas, pese a que Obtilia ya hab¨ªa externado en ocasiones anteriores que era v¨ªctima de amenazas. Frente a esta presi¨®n, el Gobierno de Guerrero anunci¨® la puesta en marcha de un operativo de b¨²squeda y ofreci¨® una recompensa de hasta dos millones de pesos (104.000 d¨®lares) para quienes dieran informaci¨®n sobre los desaparecidos. Roberto ?lvarez, vocero de seguridad de Guerrero, ha admitido que estos recursos no fueron utilizados porque fueron los propios captores los que se comunicaron con los familiares de las v¨ªctimas.

La mixteca, de 42 a?os, tiene una trayectoria de m¨¢s de dos d¨¦cadas como defensora de las comunidades ind¨ªgenas. Ella fue testigo en primera persona de las violaciones que padeci¨® su comunidad por parte del Ej¨¦rcito tras el levantamiento en Chiapas del Ej¨¦rcito Zapatista de Liberaci¨®n Nacional (EZLN), en 1994. Desde entonces ha abogado por la desmilitarizaci¨®n de la zona y ha acompa?ado a mujeres v¨ªctimas de tortura sexual de manos de militares as¨ª como a los afectados por negligencias m¨¦dicas. Estas batallas la han convertido en una l¨ªder entre las comunidades ind¨ªgenas, pero tambi¨¦n la han expuesto al peligro. Desde 2006, la activista contaba con medidas cautelares otorgadas por la Corte Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) debido a las constantes amenazas de muerte que ha recibido. Estas medidas cautelares no frenaron su desaparici¨®n.

La zona donde se perdi¨® el rastro de los activistas ha sido escenario de enfrentamientos entre grupos de autodefensas y bandas del narcotr¨¢fico dedicadas a la hero¨ªna y la amapola. A los enfrentamientos entre grupos criminales se sum¨® la tensi¨®n pol¨ªtica en Ayutla, primer municipio en Guerrero en regirse por usos y costumbres. Jos¨¦ Alfredo Pineda, representante de la Coordinadora Universitaria, asegur¨® el martes pasado que la desaparici¨®n de Obtilia estaba relacionada con las denuncias que hizo sobre la corrupci¨®n en el otorgamiento de obras p¨²blicas municipales.