Los seis ¡®privilegios¡¯ del funcionario portugu¨¦s
El Gobierno aprueba para el empleado p¨²blico un salario m¨ªnimo de 635 euros y de 600 euros para el privado
El Gobierno de Portugal ha aprobado dos varas de medir para los trabajadores: el salario m¨ªnimo del funcionario p¨²blico pasa a ser de 635 euros y el del empleado privado, 35 euros menos.
La diferencia ha levantado dudas en el presidente del pa¨ªs, Marcelo Rebelo de Sousa, que ha firmado la decisi¨®n del Gobierno de Ant¨®nio Costa, aunque advirtiendo de su injusticia, ¡°principalmente por el tratamiento similar de situaciones por ventura diversas [...] y en la comparaci¨®n con el salario m¨ªnimo nacional¡±.
Hasta enero, el salario m¨ªnimo del funcionario era de 580 euros, cinco por debajo del salario m¨ªnimo interprofesional, pese a que aquellos lo ten¨ªan congelado desde 2009. Ahora el Gobierno actualiza y lo coloca por encima del privado.
No es la ¨²nica ventaja del funcionario p¨²blico. Hay cinco m¨¢s, al menos: su salario medio es m¨¢s elevado, de 1.460 euros frente a los 913 euros en el sector privado. Desde 2011, el salario p¨²blico ha subido un 6% y en el privado un 3%.
A esta ventaja se le une un horario laboral de 35 horas, m¨¢s d¨ªas de vacaciones que los privados, varios puentes al a?o (como el pr¨®ximo de Carnaval) y la posibilidad de jubilarse antes que los trabajadores privados. Tambi¨¦n tienen acceso a un r¨¦gimen sanitario especial, el ADSE, que el resto de los trabajadores portugueses no tienen. Por una peque?a parte de su sueldo puede acceder a los servicios cl¨ªnicos de los hospitales privados concertados.
El peso del sector p¨²blico portugu¨¦s est¨¢ un punto por debajo de la media europea (16%), lejos de pa¨ªses ricos como Suecia (29%) o Dinamarca (28%), aunque por encima de Alemania (10%). Sin embargo, la bolsa del gasto p¨²blico salarial no para de crecer. Cada a?o de esta legislatura el Estado ha aumentado plantilla. Comenz¨® con 659.000 empleados en 2015 y en 2018 llegaron a 683.000, seg¨²n la S¨ªntesis Estad¨ªstica del Empleo P¨²blico (SIEP).
Diversas instituciones internacionales, p¨²blicas y privadas, comienzan a dar avisos de alarma por este crecimiento que se realiza a costa de las inversiones p¨²blicas. Presupuestos como el de salud, por ejemplo, se cumplen, pero destinando al pago de personal el dinero en principio planeado para inversi¨®n. Cuando al ministro de Finanzas, M¨¢rio Centeno, se le recrimina la falta de inversiones p¨²blicas, ¨¦l replica que destinar miles de millones a salvar un banco tambi¨¦n cuenta como inversi¨®n del Estado.
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