D¨ªas azules, sol de infancia
Antonio Machado ten¨ªa una mirada que ve¨ªa el azul rapsodia de 'saudade' y melancol¨ªa en la claridad de sus ¨²ltimos d¨ªas y apunta que al filo del final renace el mismo sol que ilumin¨® la inocencia
Poco antes de morir, el poeta va tirando versos sobre el camino. Envejeci¨® con cada paso que lo llev¨® al exilio. Va con su madre, que pregunta si llegar¨¢n a Sevilla, cuando llegan al pueblo franc¨¦s de Colliure y se cose la postrera bandera de Espa?a con franja morada que ondea hoy mismo en un colegio de M¨¦xico y en la memoria viva de ese pueblito al filo de la frontera con Francia por donde sali¨® una parte de Espa?a.
Se llam¨® Antonio Machado y se cumplen 80 a?os de aquel 22 de febrero. Quiz¨¢ sin saberlo, su mirada ve¨ªa el azul rapsodia de saudade y melancol¨ªa en la claridad de sus ¨²ltimos d¨ªas y apunta ¨Cpara que nadie olvide¡ªque al filo del final, renace el mismo Sol que ilumin¨® la inocencia en infancia, la m¨ªnima sonrisa de un ni?o que mira de lejos un caramelo o su propio reflejo en el diminuto espejo que lleva en las manos su abuela. Miles de fantasmas cruzando el paisaje con todos los soles de sus vidas encima, en medio de la niebla y la p¨®lvora, blanco y negro de una pel¨ªcula que urge volver a filmar con un dron que recorra el camino de Barcelona hasta los campos alambrados que izaron en Francia como c¨¢rceles con el mar como muro. Filmar de nuevo el instante en el que se tira sobre la camita de un hotelito en Colliure el fatigado lomo de un hombre hecho libro de su propia poes¨ªa cansada y enfocar la lente del dron que sobrevuela ahora en colores el paisaje en sepia de todos los senderos por donde peregrinan las sombras an¨®nimas de todos los exiliados, los que llegan hasta los campos de concentraci¨®n y los que se enfrentan hoy mismo al muro en Tijuana o los que bogan en el mar como carcelero de su esperanza perdida.
Filmar hoy mismo la hilera de s¨ªlabas que murmuran los poetas al filo de la muerte y el susurro de una canci¨®n muda de cuna para el ni?o que va en brazos, la ni?a que llora desconsolada mientras la migra catea a su madre como sospechosa, los brazos abiertos en cruz de todos los viajeros que son revisados como presuntos pilotos del terrorismo de nuestros tiempos y la mirada vidriosa de una pupila que ya ni llorar el agua salada acumulada bajo los p¨¢rpados que se parece tanto a la Tierra, planeta como canica de agua azul que flota en medio del infinito terciopelo negro cacarizo de diamantes que son estrellas, que son luz que ya sabemos que en realidad se extinguieron hace ya tanto tiempo... porque "hoy es siempre todav¨ªa".
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