El futuro convoca a la izquierda italiana

La hemorragia est¨¢ controlada, el paciente respira. Es el diagn¨®stico del Partido Democr¨¢tico (PD) de Italia despu¨¦s de las recientes elecciones regionales en Abruzzo y Cerde?a, donde la formaci¨®n mantuvo sus constantes vitales contra todo pron¨®stico. ¡°Hemos tocado fondo, ahora debemos resurgir¡±, apuntan en el comit¨¦ de direcci¨®n. El futuro no est¨¢ tan claro. Pero hoy la formaci¨®n socialdem¨®crata, sumida en la peor crisis desde su fundaci¨®n en 2007, elegir¨¢ a su nuevo secretario general y, de paso, el sesgo ideol¨®gico que tomar¨¢ para preparar los pr¨®ximos comicios. Incluido un posible adelanto electoral en oto?o. Nadie duda de la victoria de Nicola Zingaretti, gobernador de la regi¨®n de Lazio desde 2013 y promotor de un programa de reconciliaci¨®n con la vieja izquierda del partido. El ¨²nico interrogante es si ser¨¢ capaz de llegar al 50% de los votos, evitar as¨ª una asamblea fratricida y enterrar definitivamente el renzismo en Italia.

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Las primarias del PD, una votaci¨®n abierta en la que se espera una baja participaci¨®n, dilucidar¨¢n tambi¨¦n un cambio de rumbo ideol¨®gico y la estrategia de pactos para las siguientes elecciones (regionales, europeas y, posiblemente, generales). El pasado 4 de marzo, con el ex primer ministro Matteo Renzi como timonel del barco, el partido obtuvo el peor resultado de la izquierda en Italia desde 1994 (perdi¨® siete puntos respecto a 2013). Desde entonces, el partido se ha pasado un a?o exacto en la lona. Sin l¨ªder, sin ideas, sumido en una guerra cainita entre renzianos y la vieja guardia, dio la impresi¨®n de iniciar una ca¨ªda sin l¨ªmite. Pero las fricciones en el Gobierno, la descomposici¨®n del Movimiento 5 Estrellas (M5S) y la emergencia de un cierto movimiento ciudadano que reclama una alternativa urgente a la deriva autoritaria de Matteo Salvini, han devuelto la esperanza a las filas del PD.

Zingaretti, hermano del popular actor que protagoniza la serie del comisario Montalbano (lleva en antena desde 1999 y eso en Italia, cuya pol¨ªtica se nutre desproporcionadamente de la televisi¨®n, es un seguro de vida), propone una vuelta a los or¨ªgenes del Partido Dem¨®crata de Izquierda (PDS, en sus siglas italianas): el viejo partido socialista que dise?¨® la formaci¨®n junto a los democristianos de izquierdas que ven¨ªan de la Margarita. La idea es alargar lo m¨¢ximo posible el radio de acci¨®n social, liquidar el sectarismo pol¨ªtico de Renzi (se entiende con ello el acercamiento a viejos barones como Pierluigi Bersani, Walter Veltroni o Massimo D¡¯Alema, a los que ¨¦l mismo dijo haber ¡°desguazado¡±) y, sobre todo, pensar en nuevos aliados.

El polit¨®logo Roberto D¡¯Alimonte analiza el perfil del previsible ganador frente al de sus rivales Maurizio Martina (actual secretario general) y Roberto Giacchetti (hijo directo del renzismo). ¡°Es un hombre m¨¢s inclusivo. Su estrategia ser¨ªa la de crear un campo ancho, podr¨ªamos decir que es casi prodiano. Su idea es buscar una suerte de nuevo Olivo [el reagrupamiento de centroizquierda que lider¨® Romano Prodi a partir de 1995]. Pero la clave es lo que viene despu¨¦s. El PD no puede prescindir de establecer un di¨¢logo y una relaci¨®n pol¨ªtica con el M5S¡±, se?ala el experto.

La presumible descomposici¨®n del actual Gobierno formado por la Liga y M5S ¡ªlos sondeos permiten ya a Salvini explorar una aventura en solitario¡ª obliga a pensar en futuras alianzas al PD, actualmente incapaz de formar un gobierno con los partidos de su ¨®rbita tradicional. Y Zingaretti, pese a que en su peque?a campa?a electoral de estos d¨ªas lo ha negado, es el ¨²nico de los candidatos que contemplar¨ªa la posibilidad de un pacto con los grillinos del M5S.

Stefano Ceccanti, diputado del PD y miembro de la candidatura de Maurizio Martina, cree que su propuesta es la m¨¢s equilibrada y respetuosa con la trayectoria del partido. ¡°Para m¨ª la diferencia entre candidatos se explica respecto al Gobierno de los ¨²ltimos cinco a?os. Zingaretti es el repudio a esa experiencia. Es una cuesti¨®n de fondo cultural. Ellos dicen, ¡®nuestro enemigo no es el populismo, sino el liberalismo¡¯. Es una posici¨®n muy cercana al M5S. En cambio, Giacchetti viene a decir que todo lo que se hizo estaba bien. No hay que cambiar nada. Martina es un punto medio¡±.

El PD, por el momento, no llega al nivel de decadencia del Partido Socialista franc¨¦s, como tem¨ªa la direcci¨®n hace pocos meses. Pero la participaci¨®n en estas elecciones y la cifra de votos marcar¨¢ el futuro a corto plazo. En las ¨²ltimas primarias, donde fue elegido Renzi, votaron cerca de dos millones de personas. Eran otros tiempos y el toscano era un cicl¨®n capaz de movilizar ¡ªa favor y en contra¡ª a una gran masa social. En esta, los primeros c¨¢lculos hablan de una cifra que no llegar¨ªa a un mill¨®n. En cualquier caso, nadie duda de que el resultado que salga hoy de las urnas es la ¨²ltima bala del partido.