EE UU da el ¨²ltimo empuj¨®n a la negociaci¨®n comercial con China

El litigio comercial que enfrenta desde hace ocho meses a las dos mayores econom¨ªas del planeta se acerca a su fin, aunque a¨²n quedan detalles por resolver, que podr¨ªan hacer descarrilar una soluci¨®n final. El objetivo es poder sellarlo a final de mes en un encuentro entre el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, y el de China, Xi Jinping, en el club de Mar-a-Lago (Florida).

Trump ten¨ªa previsto reunirse este lunes con su equipo de negociadores para tomar la temperatura a las discusiones. El embajador Robert Lighthizer, jefe negociador en las ¨²ltimas negociaciones comerciales en las que ha estado involucrado EE UU,?ya dijo la semana pasada en una audiencia en el Capitolio que se est¨¢n logrando ¡°progresos reales¡± y que el intercambio estaba siendo ¡°intenso¡±. Al mismo tiempo, sin embargo, advirti¨® de que se debe hacer m¨¢s para forjar el pacto.

El documento que servir¨¢ de base de acuerdo estar¨ªa ya listo, seg¨²n adelantan medios, aunque dominan a¨²n los corchetes de cuestiones que deben resolverse o aclararse, algo habitual en estos casos. The Wall Street Journal indica que la cumbre entre los dos l¨ªderes podr¨ªa ser entorno al 27 de marzo. Pero The New York Times anticipa que el resultado final ser¨¢ menos ambicioso de lo que se plante¨® Trump al iniciar la batalla.

Washington empez¨® a imponer en junio medidas punitivas a productos importados chinos por valor de 250.000 millones de d¨®lares, el equivalente a la mitad de lo que entra en territorio estadounidense desde el pa¨ªs asi¨¢tico. Pek¨ªn, por su parte, respondi¨® con aranceles sobre productos estadounidenses por valor de 110.000 millones. La idea de Washington es retirarlos en al menos 200.000 millones de productos si China se compromete a realizar cambios estructurales, algo que deber¨ªa quedar plasmado en el pacto que est¨¢n construyendo.

Las autoridades chinas podr¨ªan as¨ª mismo rebajar el gravamen en industrias espec¨ªficas, como la automotriz, y elevar las compras de energ¨ªa. El Congreso del gigante asi¨¢tico tiene, adem¨¢s, previsto adoptar una nueva legislaci¨®n sobre las inversiones extranjeras que modificar¨¢ las reglas de propiedad. La Casa Blanca quiere ver en este caso si el lenguaje final se ajusta a sus expectativas en lo que se refiere a los subsidios y las transferencias de tecnolog¨ªa.

Pacto aplicable

Lighthizer, uno de los negociadores m¨¢s duros del equipo de Trump, insisti¨® en todo caso ante los legisladores en que lo complicado llegar¨¢ despu¨¦s lograrse el acuerdo. ¡°No soy lo suficientemente loco como para creer que China va a modificar todas sus pr¨¢cticas o que va a cambiar nuestra con ellos tras la negociaci¨®n¡±, afirm¨®. Era su manera de decir que Washington est¨¢ buscando un acuerdo que sea aplicable. Mientras, Wall Street trata de no llevarse por el entusiasmo, precisamente por este motivo. ¡°Es un nubarr¨®n que se disipa¡±, valoran los economistas de Deutsche Bank, ¡°pero al final lo que realmente importa es c¨®mo se controla y se exige la aplicaci¨®n de las soluciones acordadas¡±. El temor, por tanto, es que se vuelva en un asunto recurrente. El mismo riesgo de insatisfacci¨®n lo ven los estrategas de RBC Capital.

¡°Podemos competir con cualquier pa¨ªs del mundo¡±, insist¨ªa el representante de Comercio Internacional, ¡°pero para eso debe haber reglas y se apliquen¡±. La Casa Blanca est¨¢ poniendo especial ¨¦nfasis en cuestiones relacionadas con la tecnolog¨ªa y la protecci¨®n de los derechos de propiedad intelectual. Para llegar al pacto definitivo, explic¨®, no basta con que China se comprometa a adquirir productos.

La esperanza en este momento, por tanto, es que se logre alg¨²n tipo de compromiso que ayude a rebajar la incertidumbre. Pero antes de cruzar la l¨ªnea de meta, se deben superar otros obst¨¢culos. Trump abri¨® la mano la semana pasada y extendi¨® el plazo que se hab¨ªa marcado tres meses antes para subir los aranceles del 10% al 25% a productos importados chinos por valor de 200.000 millones de d¨®lares.

La baza del campo

La medida de retorsi¨®n deber¨ªa haber entrado en vigor con el cambio de mes. El presidente pidi¨® a cambio de su gesto que se eliminen de ¡°inmediato¡± todas las trabas arancelarias a los productos agr¨ªcolas estadounidenses, incluida la carne de cerdo y la ternera. ¡°Es importante para nuestros granjeros y para m¨ª¡±, agreg¨® en Twitter. Justific¨® su solicitud citando la evoluci¨®n positiva de las negociaciones.

El campo fue un hervidero de votos para el republicano en las presidenciales. M¨¢s all¨¢ de los c¨¢lculos pol¨ªticos que haga Trump, el litigio comercial tuvo un impacto adverso en el ciclo manufacturero global. Se ve, por ejemplo, en la industria del autom¨®vil por el alza de los costes y la distorsi¨®n en la cadena de suministro de componentes. El d¨¦ficit en la balanza comercial, entretanto, se fue deteriorando.

La batalla que abandera EE UU es uno de los factores que hacen de lastre al crecimiento econ¨®mico global, como identifican la Reserva Federal y los organismos financieros internacionales. Este mi¨¦rcoles est¨¢ previsto en paralelo que los negociadores europeos se sienten en la mesa en Washington con los estadounidenses para tratar de avanzar en las discusiones y evitar un choque que puede ser muy da?ino.