La calidad de la ciudadan¨ªa y la democracia en Colombia

La Registradur¨ªa Nacional de Colombia lider¨® el informe sobre la Calidad de la Ciudadan¨ªa y la Democracia. Los resultados son llamativos en algunos ac¨¢pites. En la encuesta, una de las primeras preguntas que se hizo fue: ¡°Para usted, ?qu¨¦ tanto se cumplen las leyes en Colombia?¡±. El 52% de los colombianos dicen que las leyes no se cumplen nada, un 7 % dicen que se cumplen, mientras que un 41% manifestaron que se cumplen medianamente. Obviamente el resultado confirma lo que diferentes investigaciones mostraban en varias ciudades: hay una crisis en las instituciones de justicia y seguridad del pa¨ªs. En lo fundamental, la poblaci¨®n percibe una corrupci¨®n alta. Adem¨¢s, ante robos, homicidios o agresiones, las instituciones del Estado tardan en responder y la justicia por mano propia comienza a surgir como una posibilidad. Un 15% de los encuestados confirmaron la posibilidad de hacer justicia por mano propia y un 74% estar¨ªan dispuestos a retener alg¨²n criminal hasta que las autoridades llegaran.

Ligado al anterior tema, ante la pregunta ¡°?Qu¨¦ tan probable es que un delito sea sancionado y castigado por la justicia en Colombia?¡± el resultado es desastroso. Solo un 18% considera que es probable, un 46% medianamente probable y un 35% nada probable. Demoras en el proceso y falta de confianza en las instituciones son las principales barreras para acceder a las instituciones de justicia. Luego se pregunt¨® sobre si la presencia de la polic¨ªa hace los barrios o comunas m¨¢s seguras. Los resultados son igualmente desalentadores: el 26% considera que la polic¨ªa s¨ª hace m¨¢s segura su comunidad mientras un 36% dijo estar en desacuerdo con esa afirmaci¨®n.

Sobre el tema de la salud de la democracia colombiana, hay temas alentadores sobre la participaci¨®n pol¨ªtica, pero otros donde a¨²n falta un largo camino por recorrer. Una de las preguntas interesantes fue: ¡°?con qu¨¦ frecuencia se puede expresar libremente lo que uno piensa?¡±. La respuesta fue que el 54% de los encuestados manifest¨® siempre poder hacerlo, el 32% medianamente y el 13% nunca poder hacerlo. Seguidamente se indag¨® ¡°?con qu¨¦ frecuencia se puede votar libremente por el partido que se quiera?¡±, esta vez, el 72% de los encuestados manifest¨® poder hacerlo siempre, el 21% medianamente y el 6% nunca. Sin embargo, fue en el comparativo regional donde hay diferencias alarmantes.

En la respuesta de ¡°se puede expresar libremente lo que uno piensa¡±, en Bogot¨¢ la cifra lleg¨® al 51% y en Antioquia al 49%. Luego, en la respuesta de ¡°se puede votar libremente por el partido que se quiera¡±, todas las regiones del pa¨ªs est¨¢n por encima del 70%, algunas cercanas al 80%, por ejemplo, Bogot¨¢ est¨¢ en 79%, solo Antioquia est¨¢ en el 59%, una diferencia impresionante. El estudio concluye que: ¡°En cuanto al an¨¢lisis regional, fue posible identificar que es en Bogot¨¢ (89%) y en la regi¨®n Central (83%), donde existe la creencia de que con la democracia la gente puede elegir a sus l¨ªderes a trav¨¦s de elecciones populares (independientemente de su raza, g¨¦nero, religi¨®n¡­), mientras que la regi¨®n Antioquia (52%), es la que menos est¨¢ de acuerdo con esto¡±.

Pareciera que en Antioquia existe un proceso que en la Ciencia Pol¨ªtica se denomina de homogenizaci¨®n pol¨ªtica, donde el disenso es castigado de manera f¨¦rrea y los factores de distribuci¨®n del poder son administrados por una sola estructura pol¨ªtica. De hecho, hace algunas semanas, en la marcha contra el terrorismo, se presentaron varias agresiones a personas que ped¨ªan la paz y criticaban lo que ellos denominaban la pol¨ªtica guerrerista del actual Gobierno de Duque. Entre los agredidos hubo un menor de edad y la persona que lo hizo ni siquiera sufri¨® un llamado de atenci¨®n por parte de las autoridades.

Tambi¨¦n se indag¨® sobre la posibilidad de que en medios de comunicaci¨®n asistieran personas con opiniones diferentes. En general, a nivel pa¨ªs, el 82% estuvo de acuerdo. En Antioquia, la cifra cay¨® al 63%, mientras que en Bogot¨¢ se situ¨® en el 88%. Hay regiones del pa¨ªs, como Antioquia, donde la salud de la democracia es preocupante. A todo lo anterior se le suma la percepci¨®n de la poblaci¨®n sobre la transparencia en las elecciones. Los resultados muestran que el 46% de los encuestados manifiestan que no son nada trasparentes, el 40% medianamente transparentes y solo un 13% las consideran muy transparentes.

As¨ª las cosas, con los actuales niveles de polarizaci¨®n y violencia pol¨ªtica, la salud de la democracia debe estar en las prioridades esenciales del establecimiento y en general del mundo pol¨ªtico. Se debe comenzar a debatir en universidades, en opinadores y centros de investigaci¨®n sobre este asunto. Y claro, se debe intervenir esta situaci¨®n.