El exjefe de campa?a de Trump, condenado a 47 meses de c¨¢rcel

Paul Manafort, de 69 a?os, turbio consultor pol¨ªtico que se hizo rico estirando los l¨ªmites legales de la industria lobista de Washington, acreditado embustero de vida ostentosa y expresidente de la campa?a electoral de Donald Trump, ha sido condenado este jueves a 47 meses de prisi¨®n por fraude fiscal y bancario. Una pena muy por debajo de los 19 a 24 a?os que ped¨ªa la fiscal¨ªa. Prominente figura de los c¨ªrculos republicanos durante d¨¦cadas, en prisi¨®n desde junio de 2018, Manafort se ha presentado en el juzgado este jueves al filo de las cuatro de la tarde, hora de Washington, en una silla de ruedas y vestido con un ch¨¢ndal verde de presidiario. Antes de escuchar su sentencia, al filo de las siete de la tarde, ha reclamado compasi¨®n, pero no ha mostrado remordimiento ni ha pedido perd¨®n por sus actos. "Mi vida, profesional y personalmente, est¨¢ en la ruina. Le pido que sea compasivo", ha asegurado ante el juez. "Decir que me siento humillado y avergonzado ser¨ªa quedarse muy corto".

Los delitos de fraude fiscal y bancario por los que se le condena salieron a la luz durante la investigaci¨®n del fiscal especial Robert Mueller sobre la injerencia rusa en las elecciones presidenciales de 2016, que llevaron a Trump a la Casa Blanca. Est¨¢ previsto que Mueller entregue en las pr¨®ximas semanas al fiscal general las conclusiones de unas pesquisas que le han ocupado durante casi dos a?os.

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De las 34 personas y tres empresas acusadas por Mueller en su investigaci¨®n, Manafort es el que se enfrentaba a la mayor pena.?Pero, como ha aclarado el veterano juez T.S. Ellis III en la propia sala, Manafort "no est¨¢ ante el juzgado por nada que tenga que ver con conspirar con el Gobierno ruso". Manafort se considera un da?o colateral de la investigaci¨®n de Mueller.

La condena de este jueves es por uno de los dos casos abiertos contra Manafort. En el otro, ante un juez federal de Washington, se espera que haya sentencia tambi¨¦n la semana que viene despu¨¦s de que el consultor se declarara culpable de dos delitos de conspiraci¨®n. En el caso sobre el que ha sido condenado hoy, la fiscal¨ªa ped¨ªa entre 19 y 24 a?os de prisi¨®n. La defensa considera que la pena que pide el Estado es desproporcionada y solicitaba clemencia, dada su avanzada edad y sus problemas de salud (padece gota), acrecentados por nueve meses de confinamiento aislado. El jurado le hall¨® culpable en agosto de ocho de los 18 cargos que se le imputaban. Un miembro del jurado discordante impidi¨® la condena por los otros 10.

Los fiscales, durante el juicio celebrado el pasado verano, aportaron pruebas de que Manafort ocult¨® ilegalmente su trabajo como lobista en nombre de pol¨ªticos de Ucrania alineados con Rusia, y de c¨®mo ocult¨® los pagos por esos trabajos, valorados en decenas de millones de d¨®lares, en una treintena de cuentas bancarias en para¨ªsos fiscales. Tras la ca¨ªda de su patr¨®n, el presidente ucraniano V¨ªctor Yanuk¨®vich, y para seguir manteniendo su aparatoso estilo de vida, que inclu¨ªa una eme realizada con flores en el jard¨ªn de una de sus seis viviendas y un abrigo de piel de avestruz de 15.000 d¨®lares adornado con la misma inicial, pidi¨® pr¨¦stamos a los bancos enga?ando sobre su situaci¨®n financiera. Manafort asegura que sus delitos, por los que se encuentra ¡°sinceramente arrepentido¡±, seg¨²n su defensa, normalmente ser¨ªan castigados con una pena pecuniaria, pero no con a?os de prisi¨®n.

El trabajo como cabildero de Manafort, con una trayectoria de 35 a?os en campa?as electorales, incluidas las de cuatro presidentes estadounidenses, as¨ª como al servicio de controvertidos l¨ªderes internacionales, contribuy¨® a limpiar la reputaci¨®n de Yanuk¨®vich y a llevarlo a la presidencia de Ucrania en 2010 como un improbable reformista democr¨¢tico. Para su labor de consultor¨ªa en la regi¨®n, Manafort contaba con un socio local, Konstantin Kilimnik, a quien el FBI atribuye v¨ªnculos (que ¨¦l niega) con la inteligencia rusa.

Cuando el esc¨¢ndalo sobre su esquema de cuentas ilegales salt¨® a la luz, en agosto de 2016, fue despedido de la campa?a de Trump, en la que trabaj¨® durante cinco meses. En septiembre del a?o pasado, Manafort se declar¨® culpable y accedi¨® a colaborar con la investigaci¨®n de Mueller, confiando en que ello redundar¨ªa en una rebaja de su pena. Los fiscales esperaban que la cooperaci¨®n de Manafort fuera relevante para la investigaci¨®n de la trama rusa.

Su colaboraci¨®n, sin embargo, result¨® ser poco fruct¨ªfera, a juzgar por el hecho de que los fiscales rompieron su acuerdo en noviembre, alegando que Manafort les hab¨ªa mentido, tambi¨¦n a ellos, reiteradamente. No han revelado los fiscales qu¨¦ informaci¨®n obtuvieron de la colaboraci¨®n de Manafort. Pero confiaban en que aportara luz sobre sus relaciones con su socio ruso Kilimnik. En enero, se filtr¨® que los fiscales entend¨ªan que Manafort hab¨ªa transferido datos de sondeos electorales de la campa?a a Kilimnik. No est¨¢ claro para qu¨¦ querr¨ªa esta informaci¨®n ni si sirvi¨® al Gobierno ruso en su operaci¨®n de injerencia en las elecciones estadounidenses.