¡°Cuando vi las redes sociales supe que me iban a matar¡±
El m¨¦dico nicarag¨¹ense Ricardo Pineda huy¨® a Costa Rica tras participar en las protestas universitarias contra el r¨¦gimen de Daniel Ortega en julio
El 13 de julio pasado, Ricardo Pineda Gadea, nacido en Jinotega (Nicaragua) hace 55 a?os, estaba en un puesto m¨¦dico establecido frente a la c¨¢rcel de El Chipote en Managua para atender a los familiares "que iban buscando a sus desaparecidos y secuestrados", seg¨²n cuenta. Ah¨ª se enteraron de que en las manifestaciones contra el r¨¦gimen sandinista en la Universidad Nacional de Nicaragua (UNAN) hab¨ªa heridos entre los estudiantes. "Fuimos tres m¨¦dicos a ayudar. Uno se fue con ocho heridos al hospital Vivian Pellas, que es privado. El resto fuimos a buscar m¨¢s", relata. Acab¨® refugiado "con 127 estudiantes" en la iglesia de la Divina Misericordia. Grab¨® un v¨ªdeo denunciando la situaci¨®n, y lo subi¨® a Internet. Pronto empezaron las reacciones de los partidarios del r¨¦gimen. ¡°Cuando vi las redes sociales supe que me iban a matar¡±, relataba el 5 de marzo en Madrid, donde ha llegado tras participar en unas jornadas sobre crisis sanitarias en Santiago de Compostela.
Gadea no sabe c¨®mo sali¨® con vida de aquella iglesia. "En el interior hab¨ªa unos 100 estudiantes tirados en el piso, llorando, muy asustados. Otro grupo, con piedras y palos, estaba en la entrada. Los paramilitares nos rodearon, y usaron armas de fuego. No me explico por qu¨¦ no entraron", cuenta tranquilo en la sede de la Organizaci¨®n M¨¦dica Colegial, que le ha apoyado en su estancia en Espa?a.
En el v¨ªdeo que difundi¨® entonces denuncia "un genocidio", y cuenta que, entre otros casos, hab¨ªan tenido que atender a "una estudiante de medicina con el f¨¦mur fracturado de un balazo". "Media hora despu¨¦s comenz¨® el ataque por las redes sociales. Dec¨ªan que todo estaba armado, que era un francotirador, que disparaba a los manifestantes para echarle la culpa al Gobierno, que era peligroso, un loco. Que ofrec¨ªan 50.000 c¨®rdobas [unos 1.400 euros] por mi cabeza. Supe que se estaban preparando para que, si entraban los paramilitares, me mataran"."Hab¨ªa francotiradores y mataron a dos", a?ade.
A las ocho de la ma?ana del 14 de julio, "una delegaci¨®n de sacerdotes y la Cruz Roja" los sac¨® de la iglesia, y los llevaron a la catedral. "De ah¨ª sal¨ª y me fui a esconder. A los 12 d¨ªas cruc¨¦ a Costa Rica", dice Pineda.
El m¨¦dico no sabe qu¨¦ va a hacer en un futuro. Sus colegas de Espa?a se han planteado facilitarle que se quede, pero ¨¦l cree que tiene mucho que hacer en Costa Rica. Y, de momento, su objetivo es volver a su pa¨ªs, aunque sabe que para eso tiene que caer el r¨¦gimen. "Hay dos formas de que eso suceda, la violenta, que va a ser muy dolorosa y dif¨ªcil, o la negociada", que es la que prefiere. Cree que si la UE y otras organizaciones se involucran, la salida pac¨ªfica es posible. "Los diputados de la UE son los ¨²nicos que han conseguido torcerle el brazo a [Daniel] Ortega [el presidente de Nicaragua]". "Han podido entrar en la c¨¢rcel, y el 13 de marzo revisar¨¢n su posici¨®n y si deciden sanciones", afirma. Otra instituci¨®n que cree que deber¨ªa desempe?ar un papel es la Conferencia Episcopal, "pero como instituci¨®n, no llamando a algunos sacerdotes".
Mientras eso ocurre, "con 50.000 personas exiliadas en Costa Rica se est¨¢ buscando soporte para brindar alimento y techo", dice. Se queja de que el Gobierno del pa¨ªs que le acoge no haya facilitado ejercer a los m¨¦dicos nicarag¨¹enses. Y propone que se elabora un plan sanitario para atender las secuelas f¨ªsicas y emocionales que va a dejar el conflicto en la poblaci¨®n. "Sobre todo de salud mental. Hay mujeres a las que han violado grupos de polic¨ªas. Tambi¨¦n muchachos. Ahorita [en Nicaragua] se les cambia a los estudiantes c¨¢rcel por casa, y eso ha permitido que la gente vea las graves carencias de salud, los golpes, las torturas", asegura.
No sabe cu¨¢l ser¨¢ el camino, pero concluye convencido que "esto no puede ser eterno". "En Nicaragua ha habido m¨¢s heridos y muertos que en Venezuela".
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