La alta velocidad no llega a la estaci¨®n de Jerusal¨¦n
A pesar de la tecnolog¨ªa puntera, el d¨¦ficit en infraestructuras y la superpoblaci¨®n agobian a los ciudadanos de Israel
Es viernes y seis horas antes del inicio del sabbat, la festividad jud¨ªa que paraliza el transporte p¨²blico, la estaci¨®n de Isaac Navon ¡ªel que fuera primer presidente sefard¨ª del Estado de Israel¡ª ya ha cerrado sus puertas en Jerusal¨¦n, a la sombra del puente colgante dise?ado por el valenciano Santiago Calatrava. El tren de alta velocidad ten¨ªa que haber llegado hace una d¨¦cada desde Tel Aviv, pero las obras se eternizan en Tierra Santa mientras se suceden los conflictos. La Sociedad Espa?ola de Montajes Industriales, filial del grupo ACS presidido por Florentino P¨¦rez, completa desde 2015 la electrificaci¨®n de la l¨ªnea f¨¦rrea a la espera de su inauguraci¨®n definitiva, prevista para finales de a?o.
¡°Ni se me ocurre tomar el tren¡±, asegura Sima, una militar de reemplazo de 19 a?os que acaba de iniciar un permiso de fin de semana, junto a decenas de reclutas en la estaci¨®n central de autobuses de la Ciudad Santa, que se alza frente a la nueva terminal ferroviaria, ¡°Tengo que llegar a Tel Aviv antes de que comience el sabbat¡±, explica apresurada. Cuando est¨¢n en servicio sus andenes, los trenes de Isaac Navon solo conducen cada media hora hasta el aeropuerto internacional Ben Gurion ¡ªa 50 kil¨®metros de Jerusal¨¦n y a apenas 20 de la principal ciudad costera del pa¨ªs¡ª, donde hay que cambiar de convoy. El viaje por carretera entre las dos grandes urbes puede llevar m¨¢s de una hora fuera del horario punta; cuando todas las autopistas se colapsan, se emplean hasta dos. En el tren de alta velocidad se tardar¨¢ solo 28 minutos.
Israel, una potencia militar y tecnol¨®gica que se define como ¡°naci¨®n startup¡±, se rompe por las costuras. ¡°Es urgente mejorar el sistema ferroviario y el transporte urbano¡±, reconoci¨® a EL PA?S Joseph Zeira, profesor de Econom¨ªa de la Universidad Hebrea de Jerusal¨¦n. ¡°Este pa¨ªs es uno de los m¨¢s densamente poblados de la OCDE [Organizaci¨®n para la Cooperaci¨®n y el Desarrollo Econ¨®micos], si se excluye el des¨¦rtico sur¡±. El Estado jud¨ªo cuenta con las carreteras m¨¢s atascadas entre las naciones desarrolladas, con 2.800 veh¨ªculos por kil¨®metro, 3,5 veces la media de la OCDE y el doble que la registrada en Espa?a, que ocupa el segundo lugar tras Israel.
A un ritmo de crecimiento anual de su poblaci¨®n de un 2%, lleva camino de asemejarse a Singapur o Hong Kong. Est¨¢ previsto que dentro de 15 a?os supere a Holanda en densidad demogr¨¢fica, seg¨²n las previsiones del Foro de Poblaci¨®n, Medio Ambiente y Sociedad, dirigido por el profesor de la Universidad de Tel Aviv Alon Tal. Los hijos son una bendici¨®n en la cultura jud¨ªa de Israel, que incentiva la natalidad con ayudas y beneficios sociales. Con una tasa de natalidad de 3,1 hijos por mujer f¨¦rtil (6,2 entre las ultraortodoxas), Israel casi duplica la media de la OCDE (1,7 hijos; 1,3 en Espa?a).
El precio a pagar por la explosi¨®n demogr¨¢fica ¡ªIsrael ha pasado de siete millones de habitantes en 2005 a cerca de nueve en 2019¡ª son clases hacinadas con una media de 28 alumnos en las escuelas p¨²blicas y tasas de ocupaci¨®n del 94% en los servicios de urgencias de los hospitales. Hace 14 a?os, los centros sanitarios ofrec¨ªan 2,1 camas por cada mil habitantes. Ahora solo son 1,8, tambi¨¦n a la cola de los pa¨ªses desarrollados.
¡°Nos estamos acercando al momento en el que la cantidad de vida perjudicar¨¢ a la calidad de vida¡±, ha declarado el profesor Alon Tal al diario Haaretz. ¡°Con tantos ni?os que nacen, ?qu¨¦ tipo de empleo vamos a poder ofrecerles en una ¨¦poca en la que los robots van a reemplazar pronto a la gente?¡±, advierte este analista.
Mientras el tren de alta velocidad sigue sin arribar a Jerusal¨¦n, los partidos relegan en sus programas los planes para paliar el colapso social que los expertos auguran. El conservador Likud, del primer ministro Benjam¨ªn Netanyahu, defiende propuestas ultraliberales y recortes fiscales para que la sociedad se autorregule. Su principal rival, el exgeneral Benny Gantz, que encabeza la alianza centrista Azul y Blanco, propugna un incremento en las inversiones en infraestructuras si logra formar Gobierno tras las legislativas del pr¨®ximo martes.
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