Israel extrae miles de notas con deseos de las grietas del Muro de las Lamentaciones

Miles de notas dirigidas a Dios han sido retiradas de entre las piedras del Muro de las Lamentaciones en Jerusal¨¦n para dejar espacio en el lugar de cara a la celebraci¨®n de P¨¦saj, la Pascua Jud¨ªa, que este a?o vuelve a coincidir con la Semana Santa cristiana. Es un ritual que los funcionarios del Kotel ¡ªcomo llaman en hebreo al Muro de las Lamentaciones¡ª realizan dos veces al a?o.

En los d¨ªas previos, el personal de mantenimiento aprovecha para revisar el estado de las piedras milenarias de la pared sagrada. Se limpian los excrementos de las aves y las malas hierbas que intentan abrirse camino entre las grietas, pero tambi¨¦n se retira la arenilla desprendida por la corrosi¨®n. Seg¨²n la Fundaci¨®n del Patrimonio del Kotel, este a?o se han retirado una gran cantidad de residuos de piedra y yeso con lo que ha sido necesario empapar una parte del muro con materiales con propiedades adhesivas que, al fraguar, ayudan a consolidar la pared.

Unos cuidados necesarios para evitar que se vuelva a repetir un susto como el que se llev¨® una devota el pasado mes de julio cuando un sillar, de unos 100 kilos de peso, se desprendi¨® y cay¨® justo al lado del lugar donde la mujer, de 79 a?os, estaba rezando. No hubo que lamentar da?os personales, pero el accidente hizo saltar las alarmas sobre el estado de conservaci¨®n de la pared sagrada que, entonces, ya fue sometida a un exhaustivo examen.

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Esta semana, tras una nueva revisi¨®n y limpieza, varios operarios de la autoridad rab¨ªnica que regula el funcionamiento del lugar sagrado para los jud¨ªos, procedieron a retirar las notas que los creyentes introducen a diario entre los sillares. A primera hora de la ma?ana del mi¨¦rcoles, armados con largos palos de madera para llegar a los lugares m¨¢s rec¨®nditos y ante la atenta mirada de los fieles y los curiosos, los trabajadores llenaron varios sacos opacos con los papeles, que son tratados en todo momento como objetos sagrados. ¡°Estas notas ser¨¢n enterradas. Esperamos que Dios escuche las oraciones de todos los que hacen sus peticiones aqu¨ª desde Israel y en el extranjero, tanto jud¨ªos como no jud¨ªos¡±, dijo el rabino Shmuel Rabinovitch, la autoridad religiosa encargada de supervisar la retirada de los papeles durante la tradicional plegaria en la ceremonia de retirada.

Miles de peticiones dejadas por los visitantes en el lugar, pero tambi¨¦n numerosas notas pedidas online que el rabinato se encarga de colocar en el muro. Desde el a?o 2007 es posible solicitar a trav¨¦s de internet, en la p¨¢gina oficial del Kotel el env¨ªo de ese tipo de peticiones. Seg¨²n los datos oficiales, desde que se implant¨® esta nueva modalidad han llegado al lugar sagrado por esta v¨ªa 672.210 deseos.

Adem¨¢s de esas notas, tambi¨¦n se encontraban las colocadas por l¨ªderes pol¨ªticos como el presidente de Brasil, Jair Bolsonaro, que el pasado 1 de abril se convirti¨® en el primer jefe de Estado que visit¨® el muro acompa?ado del primer ministro israel¨ª, Benjamin Netanyahu. Un gesto evitado durante d¨¦cadas por otros mandatarios y condenado por la Autoridad Palestina, que puede interpretarse como el reconocimiento t¨¢cito de la soberan¨ªa israel¨ª en esa parte de Jerusal¨¦n Este. Un gesto repetido a t¨ªtulo personal por otros l¨ªderes religiosos y pol¨ªticos como el Papa, el presidente de los Estados Unidos, Donald Trump, o el expresidente Barack Obama, que visit¨® el lugar sagrado en 2008 y su nota protagoniz¨® uno de los esc¨¢ndalos m¨¢s sonados de los ¨²ltimos a?os. Alguien aprovech¨® el revuelo generado por la presencia de Obama para extraer su mensaje de la pared y venderlo a un diario que lo public¨® y levant¨® una oleada de cr¨ªticas.

El l¨ªder del Ejecutivo israel¨ª y su principal rival en las elecciones reci¨¦n celebradas, el general Benny Gantz, tambi¨¦n acudieron el pasado lunes, horas antes de la importante cita electoral, para introducir sus peticiones en el Muro de las Lamentaciones. Ahora todas ellas, como manda la tradici¨®n, ser¨¢n enterradas ceremonialmente en el cementerio jud¨ªo del Monte de los Olivos junto con otros objetos sagrados.