Radiograf¨ªa de una in¨¦dita operaci¨®n de interferencia

M¨¢s all¨¢ del tremendo ruido generado por el informe del fiscal especial Robert Mueller, el documento de 448 p¨¢ginas presentado este jueves detalla la trama rusa como la m¨¢s sofisticada y compleja operaci¨®n de hackeo y desinformaci¨®n de la historia. Este documento marca, sin duda, un antes y un despu¨¦s. Vlad¨ªmir Putin orden¨® una campa?a en 2016 contra las elecciones presidenciales de Estados Unidos. El objetivo de Rusia era socavar la fe p¨²blica en el proceso democr¨¢tico, denigrar a la candidata Hillary Clinton y da?ar su elegibilidad y potencial presidencia. Putin y el Gobierno ruso desarrollaron una clara preferencia por Donald Trump.

La manera de llevar a cabo semejante estrategia fue a trav¨¦s de dos frentes. Primero, una campa?a de desinformaci¨®n de libro cocinada por el hombre conocido como el chef del Kremlin, el amigo de Putin y empresario de San Petersburgo -proveedor de comidas preparadas-, Yevgueni Prigozhin, vinculado a la f¨¢brica de trolls que busc¨® influir en las presidenciales de 2016.

Prigozhin cre¨® un grupo de desestabilizadores, la conocida como f¨¢brica de trolls, situada en un barrio de la periferia de San Petersburgo. Desde la sede de la organizaci¨®n IRA (Agencia de B¨²squeda en Internet, siglas en ingl¨¦s) se siembra el caos, la desavenencia social y la desinformaci¨®n. Se crean perfiles falsos en las redes: ya sean Mineros por Trump para favorecer al republicano o Musulmanes por Hillary para tratar de crear, en su opini¨®n, una imagen desfavorable de la dem¨®crata. Dentro de la estrategia de incomodidad social, se convocan manifestaciones enfrentadas a la misma hora, creciendo el descontento y cre¨¢ndose una sensaci¨®n de falta de control e incertidumbre.

Lo que llev¨® a cabo la agencia IRA, Mueller lo define como una ¡°guerra informativa contra Estados Unidos¡±. Algunos de los miembros en n¨®mina del chef del Kremlin realizaban adem¨¢s frecuentes viajes al otro lado del Atl¨¢ntico. Concretamente a los llamados swing states, aquellos Estados con mayor n¨²mero de indecisos en dar su voto a republicanos o dem¨®cratas.

Segundo, influir con la intervenci¨®n del antiguo KGB, hoy conocido como GRU, la agencia de inteligencia de la Federaci¨®n Rusa dentro del principal engranaje del espionaje y el ej¨¦rcito ruso. El GRU logra hackear los correos de John Podesta, jefe de campa?a de la dem¨®crata Clinton, y a su vez tambi¨¦n se infiltran en la red de correos del Partido Dem¨®crata. Ambos bloques de correos electr¨®nicos acaban en manos de Wikileaks, que lanza la publicaci¨®n de todo el material robado en la fecha que mejor conviene a Donald Trump, para hacer m¨¢s da?o a su contrincante dem¨®crata, Hillary Clinton. Los rusos emulan a Assange y engloban los correos electr¨®nicos hackeados dentro de una p¨¢gina que denominaron DCLeaks y otra conocida como Guccifer 2.0.

A partir de la p¨¢gina 44 del informe presentado este jueves por el fiscal general, William Barr, se dedican varios folios al asunto de Wikileaks, defini¨¦ndose a Julian Assange, cofundador del grupo, como un instrumento al servicio de Rusia. Perfiles como SpecialAffair y ScreamyMonkey replicaron los env¨ªos de Julian Assange. Entre los temas difundidos para contrarrestar las cr¨ªticas a Trump estuvo el resurgir del falso nacimiento de Barack Obama en Kenia, as¨ª como la neumon¨ªa que dej¨® a Clinton varios d¨ªas fuera de combate durante la campa?a.

La trama rusa del caso Mueller tiene a 12 ciudadanos de aquel pa¨ªs acusados por un gran jurado de haber cometido cr¨ªmenes federales con la intenci¨®n de interferir en las elecciones presidenciales de 2016. Los 12 acusados son miembros del GRU (antiguo KGB). Las agencias de inteligencia de Estados Unidos no solo han responsabilizado al Kremlin de orquestar una campa?a de ataques inform¨¢ticos con el objetivo de interferir en las elecciones presidenciales a favor de Donald Trump. Varios oligarcas rusos tambi¨¦n han sido identificados dentro de la trama de contactos mantenidos por personas cercanas a Trump.

En algunos casos se trata de empresarios con los que entablaron negociaciones antes de llegar a la Administraci¨®n republicana. Las autoridades de EE UU estudian, sin embargo, si cualquier decisi¨®n del Gobierno estadounidense puede ser respuesta a un chantaje por relaciones econ¨®micas anteriores o si buscan beneficiarse econ¨®micamente de su posici¨®n actual.

Otro personaje clave dentro de la trama es el embajador Sergey Kislyak, miembro del Gobierno ruso que inspir¨® las primeras sospechas de colaboraci¨®n entre la campa?a electoral de Trump y Mosc¨². Kilsyak es el agente ruso que m¨¢s contacto directo ha tenido con personas cercanas al presidente: el asesor Jared Kushner (yerno del presidente), el fiscal general Jeff Sessions, el exasesor en seguridad nacional Michael Flynn y el asistente en pol¨ªtica exterior de su campa?a Carter Page.

Finalmente, uno de los medios que public¨® m¨¢s noticias falsas y conspiraciones sobre Hillary Clinton fue Russia Today, cuyos ejecutivos han sido identificados por los servicios de inteligencia de EE UU como muy cercanos al aparato de pol¨ªtica exterior del Kremlin. Los ciberataques rusos durante la campa?a electoral aprovecharon la existencia de estas p¨¢ginas y de la credibilidad de Russia Today como medio establecido para difundir informaci¨®n falsa sobre Clinton y m¨¢s favorable a Trump.