M¨¢s de 4.000 millones en deuda para un aeropuerto que no se construir¨¢
El Gobierno mexicano ha recomprado el 30% del papel emitido para financiar la infraestructura de Texcoco, pero a¨²n quedan 4.200 millones de d¨®lares en manos de inversores extranjeros
Octubre de 2018. Andr¨¦s Manuel L¨®pez Obrador, todav¨ªa presidente electo, decide la cancelaci¨®n de las obras del nuevo aeropuerto de Ciudad de M¨¦xico tras una pol¨¦mica consulta popular. Es una de sus primeras decisiones de calado. Seis meses despu¨¦s, el anuncio de suspensi¨®n del proyecto -que ya llevaba un avance superior al 30% y que estaba llamado a ser, por mucho, el mayor aer¨®dromo de Am¨¦rica Latina- ha dejado tras de s¨ª un enorme cad¨¢ver que se observa en el lecho de lo que un d¨ªa fue el lago de Texcoco cada vez que se despega desde la Ciudad de M¨¦xico. Pero no solo: tambi¨¦n 4.200 millones de deuda emitida por el anterior Gobierno, presidido por Enrique Pe?a Nieto.
En 2016 y 2017, el Ejecutivo del PRI acudi¨® en dos ocasiones a los mercados con sendas emisiones de papel de 2.000 y 4.000 millones de d¨®lares bajo la modalidad de "bonos verdes", una categor¨ªa que le permit¨ªa ampliar el abanico de inversores que est¨¢n dispuestos a tener en sus carteras este tipo de deuda. El nuevo aeropuerto, dec¨ªan, estaba dise?ado con el objetivo de tener una huella de carbono neutral, con la incorporaci¨®n de energ¨ªas renovables para su funcionamiento en el d¨ªa a d¨ªa. Era la mayor emisi¨®n de este tipo en la historia de la regi¨®n y permit¨ªa al erario mexicano disponer del efectivo suficiente para costear la mitad de la obra -una inversi¨®n de m¨¢s de 13.000 millones de d¨®lares-. Se divid¨ªa en varios tramos: 1.000 millones con vencimiento en 2026 con un inter¨¦s anual del 4,25%; otros 1.000 con vencimiento en 2046, al 5,5% anual; 1.000 m¨¢s con vencimiento en 2028 y un rendimiento del 3,875% anual; y 3.000 al 5,5% y caducidad en 2047. La acogida en los mercados fue positiva: la cancelaci¨®n del aeropuerto de Texcoco era una opci¨®n todav¨ªa remota entre los analistas.
Pero en octubre del a?o pasado la situaci¨®n dio un giro de 180 grados. Durante la campa?a, el equipo de L¨®pez Obrador -que ya despuntaba como favorito- negoci¨® con los principales empresarios del pa¨ªs una salida airosa para todas las partes. La concesi¨®n privada de una infraestructura en la que no cre¨ªa el entonces candidato pareci¨® ganar enteros durante semanas con el objetivo de que la obra, vital para aliviar la congesti¨®n a¨¦rea en el Valle de M¨¦xico, podr¨ªa seguir adelante sin apenas coste para el erario. Sin embargo, la consulta del a?o pasado, criticada por la falta de garant¨ªas, y el anuncio, este jueves, de los planes para la reconversi¨®n de la base militar de Santa Luc¨ªa en un segundo aeropuerto que complementar¨¢ al ya existente, marcan un punto final para Texcoco.
Uno de los mayores escollos para la marcha atr¨¢s al nuevo aeropuerto era la deuda emitida. Cuando el entonces presidente electo anunci¨®, el 29 de octubre, horas despu¨¦s de que el 70% de quienes votaron en la consulta popular -apenas el 1% del censo- dijesen no a seguir adelante con la obra, el valor de los bonos emitidos se desplom¨®: en menos de dos meses, su cotizaci¨®n en el mercado secundario se dej¨® el casi un 15% en medio de un mar de incertidumbre. De ah¨ª que una de las primeras decisiones del nuevo Gobierno, incluso antes de presentar sus Presupuestos para 2019, fuese lanzar una oferta de recompra con dinero p¨²blico sobre 1.800 de los 6.000 millones emitidos y cambiar los t¨¦rminos del acuerdo con los inversores, ampliando las garant¨ªas. El objetivo: restar presi¨®n sobre unos bonos cuya cotizaci¨®n tambi¨¦n hac¨ªa mella sobre el desempe?o del soberano -la deuda emitida por el Gobierno federal-.
"La respuesta fue bastante positiva", afirma a EL PA?S el representante de uno de los bancos que involucrados en ese proceso de recompra, que prefiere mantenerse en el anonimato. "Era importante moverse r¨¢pido para evitar que siguiese creciendo la incertidumbre". Las autoridades, adem¨¢s de recomprar el 30% del papel, redoblaron el respaldo para los inversores, asegurando la fuente de repago -las tarifas (TUA) del aeropuerto actual, que pagan aerol¨ªneas y pasajeros y que tienden a ser estables- frente a la inminente construcci¨®n de Santa Luc¨ªa y asegurando que, si esa v¨ªa de ingresos se viese golpeada por el nuevo competidor, el Gobierno estar¨ªa obligado a zanjar la deuda pagando todo el principal y los intereses a los inversores. Con esas nuevas garant¨ªas, la cotizaci¨®n de los bonos ha recuperado buena parte del terreno perdido -hoy cotizan un 7% de su valor de emisi¨®n, frente al m¨¢s de 25% que llegaron a perder a finales de noviembre-. Las autoridades mexicanas se han comprometido, adem¨¢s, a un plan de recompra a cinco a?os vista a raz¨®n de 200 millones de d¨®lares anuales, con lo que la deuda quedar¨ªa reducida a 3.200 millones de d¨®lares a final de 2023.
El Grupo Aeroportuario de la Ciudad de M¨¦xico, el ente del Ejecutivo federal ingresa entre 450 y 500 millones de d¨®lares al a?o. Teniendo en cuenta el citado programa de recompra de bonos a un ritmo de 200 millones al a?o, el sobrante asciende a entre 250 y 300 millones al a?o, un dinero que, seg¨²n los t¨¦rminos pactados con los inversores, solo puede tener dos destinos: seguir amortizando bonos o invertirlo en el aeropuerto actual, el Benito Ju¨¢rez, en el que el Gobierno ya se ha comprometido a destinar recursos adicionales para su necesaria renovaci¨®n. "El objetivo principal, no obstante, sigue siendo repagar los bonos lo antes posible", aclara a este diario Gabriel Yorio, jefe de la Unidad de Cr¨¦dito P¨²blico de la Secretaria (Ministerio) de Hacienda.
Siguen siendo, no obstante, 4.200 millones de deuda hoy o 3.200 a finales de 2023 en una infraestructura que no se construir¨¢: el aeropuerto de Texcoco. Toda una anomal¨ªa. "No es algo com¨²n", opina Astra Castillo, de la agencia de calificaci¨®n de deuda Fitch. "No estamos preocupados. El aeropuerto actual -cuyos ingresos sostienen los bonos- tiene un flujo grande de pasajeros y muchos ingresos. Y todav¨ªa ni siquiera se est¨¢ pagando el principal solo intereses. Adem¨¢s, el?Gobierno puede aprobar incrementos adicionales en las tarifas, caso de ser necesario". Las dudas pueden venir m¨¢s adelante: "Habr¨¢ que ver", cierra Castillo, "c¨®mo est¨¢n las condiciones del mercado cuando se acerque el vencimiento o la refinanciaci¨®n de la deuda emitida".
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