El Brasil m¨¢s diverso que el presidente ordena esconder

El Banco de Brasil, un banco p¨²blico con dos siglos en el negocio, solo pretend¨ªa abrir nuevos mercados. Seducir a clientela m¨¢s joven. Convencerles de que abrir una cuenta bancaria y manejarla desde el m¨®vil es tan f¨¢cil como hacerse un selfie. Ese era el mensaje de una campa?a publicitaria que el presidente de Brasil, Jair Bolsonaro, vet¨® y orden¨® retirar recientemente. El elenco multirracial inclu¨ªa una transexual, alg¨²n tatuaje y cabellos te?idos de colores¡­ All¨ª estaban la diversidad racial y la modernidad que cualquier viajero se topa a diario en el metro de S?o Paulo o R¨ªo de Janeiro¡­ Tambi¨¦n estaba en el spot la diversidad sexual de muchas calles y bares?de ambas ciudades, menos visible en otras zonas de Brasil. Pero al mandatario no le gust¨®. Bolsonaro telefone¨® al hombre que ¨¦l mismo nombr¨® presidente del banco p¨²blico, Rubem Novaes. Le orden¨® que retirara la campa?a.

Con el veto, el asunto salt¨® inmediatamente a las redes sociales, donde todo el que quiso pudo ver el anuncio retirado. Y este fin de semana Burger King, conocido en Brasil por su agresiva publicidad, se ha subido a la ola de la pol¨¦mica con un anuncio ir¨®nico para reclutar a los actores que protagonizaron aquel spot. El requisito es haber ¡°protagonizado un anuncio vetado de un banco¡±. ¡°Puede ser hombre, mujer, negro, blanco, gay, hetero, trans, joven, mayor¡± porque, sigue el reclamo, ¡°en Burger King todo el mundo es bienvenido¡±. En minutos, la globosfera se llen¨® de fervientes partidarios y detractores. Los que regresar¨ªan a una hamburgueser¨ªa de la marca de comida r¨¢pida estadounidense y los que lanzaron la etiqueta #BoicotBurgerKing

Es una nueva batalla en una guerra cultural que se ha recrudecido desde la victoria electoral de Bolsonaro y que se libra, sobre todo, en redes sociales. El trasfondo es esta vez la diversidad racial que Brasil convirti¨® durante d¨¦cadas en una de sus se?as de identidad y la hasta hace poco cada vez m¨¢s visible diversidad sexual. Un cambio que los bolsonaristas parecen querer revertir.

Una vez m¨¢s, el presidente brasile?o, que tiene m¨²ltiples desaf¨ªos en la agenda, empezando por una econom¨ªa que no termina de despegar, se enzarzaba ¨¦l solo en un asunto aparentemente menor como la publicidad de una empresa estatal.

El tambi¨¦n ultraderechista dio d¨ªas despu¨¦s algunos detalles sobre sus motivos. ¡°La l¨ªnea (ideol¨®gica) ha cambiado. ?Qu¨¦ quiere el pueblo? Respeto a la familia. Nadie quiere perseguir a ninguna minor¨ªa, (pero) no queremos que el dinero p¨²blico se utilice de esa manera¡±, explic¨® Bolsonaro. El Gobierno lleg¨® a anunciar, para desdecirse, que toda la publicidad estatal requerir¨ªa autorizaci¨®n previa gubernamental.

El presidente del Banco de Brasil dio otra pista muy ¨²til para entender el desagrado presidencial con aquella publicidad de uno de los mayores bancos de Brasil, que tiene oficinas en casi los rincones del territorio. Novaes, nombrado por el nuevo presidente hace unos meses, declar¨® en una entrevista que ¡°la izquierda ha empoderado a las minor¨ªas durante d¨¦cadas¡±, de modo que ¡°en novelas, pel¨ªculas, exposiciones de artes¡­ se intentaba caracterizar al ciudadano normal como la excepci¨®n y a la excepci¨®n como la regla¡±. Aunque no lo precis¨®, se supone que por normal se refer¨ªa a blanco, heterosexual. Y no fue que tuviera un lapsus, porque lo afirm¨® en una entrevista por escrito con la BBC.

Bolsonaro sufre un desgaste que en buena medida es autoinfligido. Su mayor error cost¨® millones. Comenz¨® con otro telefonazo a otra empresa estatal; llam¨® al presidente de Petrobras para frenar una subida de precio de la gasolina di¨¦sel por temor a protestas. La compa?¨ªa perdi¨® ese d¨ªa 32.400 millones de reales, m¨¢s de 7.000 millones de euros. Casi un mes despu¨¦s, Petrobras ha subido el precio del gas¨®leo.