Se necesitan dem¨®cratas, pero no estos
?C¨®mo empezar esa oposici¨®n moderna y democr¨¢tica desde otro lugar que no sea el odio, la descalificaci¨®n y la defensa de intereses y privilegios del pasado?
Muchas personas est¨¢n molestas con el presidente de M¨¦xico, Andr¨¦s Manuel L¨®pez Obrador. Si bien sus niveles de aprobaci¨®n rondan un alt¨ªsimo 70% de la poblaci¨®n, est¨¢ claro que en el otro tercio habitan las ¨¦lites y los m¨¢s acomodados, una gran porci¨®n de la iniciativa privada y buena parte de los segmentos ilustrados. Est¨¢n molestos frente a lo que consideran una preocupante rusticidad del presidente, un populismo a ultranza, un nacionalismo trasnochado, el escaso respeto a las ONG y su rijosidad verbal.
Por su parte el presidente est¨¢ encantado con su ¡°Gobierno para los pobres¡±, sus subsidios para aliviar la situaci¨®n de los ancianos, los m¨¢s desprotegidos y los j¨®venes; sus medidas para impulsar la infraestructura y el sector energ¨¦tico paraestatal.
Semana tras semana la polarizaci¨®n entre ambos segmentos ha crecido en cantidad e intensidad hasta alcanzar niveles t¨®xicos, al menos en redes sociales y en charlas de sobremesa en hogares y restaurantes. Este domingo se realiz¨® en varias ciudades la primera marcha para protestar en contra del nuevo Gobierno; 15.000 personas en la capital terminaron exigiendo la renuncia del presidente. La manifestaci¨®n tiene el m¨¦rito de que al menos la animadversi¨®n tuvo una expresi¨®n pol¨ªtica m¨¢s all¨¢ del meme de descalificaci¨®n o el tuit de odio con el que muchos hab¨ªan desahogado su inconformidad.
La pregunta de fondo es ?qu¨¦ sigue? Lo que sigue son cinco a?os y medio m¨¢s de AMLO y est¨¢ claro que las manifestaciones y la protesta en redes sociales le hace al Gobierno, como dir¨ªa el presidente, ¡°lo que el viento a Ju¨¢rez¡±. Las masas no saldr¨¢n a las calles para echarlo de Palacio, entre otras razones porque las masas est¨¢n con ¨¦l; ni habr¨¢ boicots empresariales que lo pongan de rodillas porque ha sabido hacer alianzas claves y porque en el fondo nada se ha roto; ni el peso se ha desplomado ni la inflaci¨®n se ha disparado, y los inversionistas extranjeros han tomado con m¨¢s tranquilidad que los nacionales las excentricidades del nuevo r¨¦gimen.
Lo que est¨¢ faltando es una nueva expresi¨®n pol¨ªtica que ofrezca un cause productivo al descontento en contra de L¨®pez Obrador; una fuerza que tenga la capacidad de representar ese tercio que se le opone y de vincular el haz de intereses afectados por las medidas del nuevo Gobierno. Algo que vaya m¨¢s all¨¢ de art¨ªculos indignados y memes ingeniosos y sea un interlocutor responsable para contener los excesos y negociar aspectos decisivos para la construcci¨®n de un pa¨ªs m¨¢s justo y democr¨¢tico. Lo que no se puede hacer, en nombre de la democracia, es salir a exigir la renuncia de un presidente que fue elegido meses antes gracias al voto mayoritario de la poblaci¨®n.
El problema para los que se oponen a AMLO es que para construir esa fuerza tendr¨¢n que partir de cero. Los partidos preexistentes, PRI, PAN y PRD fueron barridos por Morena (la organizaci¨®n de AMLO), pero sobre todo fueron barridos por su ineptitud y por su responsabilidad en la construcci¨®n del pa¨ªs corrupto y violento que oblig¨® a tantos mexicanos a votar por el cambio, as¨ª sea el cambio que representa L¨®pez Obrador.
Dif¨ªcilmente podr¨¢ construirse una oposici¨®n digna a partir de marchas encabezadas por los expresidentes Vicente Fox y Felipe Calder¨®n, en buena medida responsables del punto en el que nos encontramos. No ser¨¢ f¨¢cil encontrar voces que inspiren respeto y legitimidad entre emisarios pol¨ªticos del pasado, intelectuales que son su propia causa y empresarios enriquecidos por el M¨¦xico de privilegios y especulaciones que AMLO ha prometido combatir.
Muchos mexicanos apoyan al nuevo Gobierno o al menos est¨¢n dispuestos a darle el beneficio de la duda; otros desconf¨ªan de sus arrebatos y su voluntarismo personalista y est¨¢n en todo su derecho de expresarse pol¨ªticamente. M¨¢s a¨²n, se necesita. Incluso los que creemos que el nuevo Gobierno merece una oportunidad (considero que pese a los defectos de Morena, resulta mucho m¨¢s urgente un cambio de rumbo en el pa¨ªs), podemos entender que una oposici¨®n responsable es importante para acotar el poder absoluto y contener excesos y tentaciones.
La pregunta es ?c¨®mo empezar esa oposici¨®n moderna y democr¨¢tica desde otro lugar que no sea el odio, la descalificaci¨®n y la defensa de intereses y privilegios del pasado? ?D¨®nde encontrar dem¨®cratas que no se hagan de la vista gorda frente a la pobreza de las mayor¨ªas? Si no lo resolvemos estaremos condenados a vivir otros cinco a?os entre el insulto, la polarizaci¨®n enfermiza y las marchas de desahogo en pro y en contra de un se?or.
@jorgezepedap
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