Reglas y pactos
La UE afronta unas elecciones que deben dar pie a un nuevo marco econ¨®mico donde los Veintisiete repiensen las reglas que van a regir su destino
Casi 20 a?os despu¨¦s de la entrada en vigor del Pacto de Estabilidad y Crecimiento, la Uni¨®n Europea afronta unas elecciones que deben dar pie a un nuevo marco econ¨®mico donde los Veintisiete repiensen las reglas que van a regir su destino y el de las generaciones venideras durante los pr¨®ximos a?os. No cabe duda de que es m¨¢s f¨¢cil imaginar ese escenario que propiciarlo, pero son demasiadas las voces expertas que insisten en la necesidad de un cambio de reglas para hacer frente al futuro de la econom¨ªa europea.
Entre esos expertos, el economista franc¨¦s Jean Pisani-Ferry cita a John Maynard Keynes para defender las reformas. ¡°Cuando cambian los hechos, cambia el pacto¡±, arguye. Las condiciones de la econom¨ªa europea son hoy bien distintas de las de 1997, y ante circunstancias diferentes, distintas deben ser las respuestas. Entonces la necesidad de fijar un marco donde los Estados miembros se obligaran a reducir la deuda bajo una moneda com¨²n era el entorno necesario para que una uni¨®n monetaria funcionara. No en este momento.
Entonces, el tipo de inter¨¦s que el mercado fijaba como fuera de riesgo rondaba el 5% frente al 0% actual. Y en un entorno de tipos de inter¨¦s gratuitos, la pol¨ªtica monetaria debe forzar un cambio de paradigma. Lo que val¨ªa hasta hace muy pocos d¨ªas ha dejado de ser una referencia v¨¢lida para consumidores e inversores. Y ese escenario obliga tambi¨¦n a dise?ar una nueva pol¨ªtica econ¨®mica.
En 1997, el riesgo de pa¨ªses como Alemania o Francia ¡ªlo que pod¨ªa considerarse un tipo de inter¨¦s bajo¡ª se situaba en el 5%. Ahora, el Banco Central Europeo presta a la mayor¨ªa de las entidades bancarias a un tipo del 0%, lo que supone que la mayor¨ªa de las inversiones realizadas por las entidades financieras est¨¢n exentas de riesgo, independientemente de d¨®nde inviertan ese capital. Y es ah¨ª donde los expertos ponen el ¨¦nfasis. Con Europa atrapada entre los planes de inversi¨®n de China y Estados Unidos para avanzar hacia la econom¨ªa 5.0, las autoridades no deber¨ªan ignorar la importancia de los planes de inversi¨®n p¨²blica, sin que ello penalice las cuentas de cada Estado de la Uni¨®n.
Para Pisani-Ferry, la UE debe abordar una reforma que permita a los Estados miembros elevar su d¨¦ficit m¨¢s all¨¢ del 3% del PIB, siempre que est¨¦ respaldado por un aumento de la inversi¨®n p¨²blica y el gasto productivo, algo dif¨ªcil de discernir. ?Qu¨¦ es gasto productivo y qu¨¦ no lo es? Eso forma parte de la contabilidad p¨²blica que debe someterse a escrutinio y, con ello, discernir si beneficia al modelo econ¨®mico o no.
Erik Nielsen, economista jefe de Unicredit, defiende que la inversi¨®n dedicada a preparar a la econom¨ªa europea para el mundo digital y para las futuras generaciones no deber¨ªa contabilizar como d¨¦ficit. Es decir, que partidas como la educaci¨®n o la investigaci¨®n y el desarrollo deber¨ªan ser consideradas inversiones y no gasto p¨²blico para el Pacto de Estabilidad. Claro que exige un proyecto de largo plazo para Europa.
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