¡°Merecido se lo tienen¡±

"M¨¦xico para los mexicanos". "Que se vayan por donde vinieron". "Bien merecido se lo tienen los inmigrantes centroamericanos por bobos, por tener poco respeto a s¨ª mismos y por andar pidiendo caridad por todas partes. Mejor hacen [sic] en quedarse en sus pa¨ªses y luchar por mejorarse ellos [...] porque en ning¨²n lado los quieren". "Los mexicanos van a lo que van y no andan haciendo desmanes como los cubanos y centroamericanos, que no quieren ni registrarse y por donde pasan dejan un desorden". Estas frases, que mutatis mutandis podr¨ªa escupir el mism¨ªsimo Donald Trump, provienen todas de ciudadanos mexicanos. No son un invento: est¨¢n tomados de los comentarios al pie de las noticias y las publicaciones en red de este diario, y en espec¨ªfico de los que produjo la nota M¨¦xico triplica las deportaciones de migrantes centroamericanos con L¨®pez Obrador, firmada por Jon Mart¨ªn Cullell el pasado 9 de mayo.

No pueden evitarse algunas dudas: ?c¨®mo es que M¨¦xico, que fue por a?os uno de los l¨ªderes de la migraci¨®n planetaria, tiene habitantes que parecen entender tan poco de lo que significa migrar y repiten con los centroamericanos, sin saber o, peor, a sabiendas, el discurso de desprecio y las mentiras que son arrojados en su contra en otras geograf¨ªas? ?C¨®mo diablos podr¨ªa ser M¨¦xico un pa¨ªs que se posicionara en contra de la migraci¨®n? En Estados Unidos viven alrededor de doce millones de ciudadanos mexicanos. Y cerca de 36 millones de personas son identificadas en el censo de EE. UU. como ¡°de origen mexicano¡±. Eso, m¨¢s que una comunidad, es un pa¨ªs dentro de otro¡­ ?De verdad estamos en contra? ?Y de ser as¨ª, por qu¨¦ lo estar¨ªamos? ?Piensan los mexicanos que Trump, en el fondo, tiene raz¨®n? ?O se trata nada m¨¢s de defender los bandazos del actual gobierno en el tema y cuidarle las espaldas de las cr¨ªticas?

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La migraci¨®n est¨¢, desde hace a?os, en el centro del debate pol¨ªtico de Occidente. El endurecimiento de las posturas en su contra en Estados Unidos y diversos pa¨ªses europeos es noticia diaria. Las escenas de familias separadas y ni?os metidos en jaulas en la frontera sur estadounidense coparon los medios hace unos meses¡­ Y dejaron de hacerlo solo por hartazgo, porque estas salvajadas te¨®ricamente justificadas por la ¡°seguridad nacional¡± no han dejado de suceder. En Europa, los reportes sobre pateras que naufragan y cuerpos que flotan a la orilla del mar son cosa de todos los d¨ªas: un horror cotidiano y normalizado, a pesar del esc¨¢ndalo que a¨²n provoca entre algunos y el esfuerzo valiente de ciertas organizaciones de ayuda. Medra, pues, en Occidente, una ola pol¨ªtica antimigrante, encarnada en rostros y movimientos concretos: el ya citado Donald Trump y el vice primer ministro italiano Matteo Salvini, s¨ª, y tambi¨¦n partidos xen¨®fobos como la AFD alemana, Vox en Espa?a o la Agrupaci¨®n Nacional en Francia (el nuevo nombre del viejo FN de Le Pen). El discurso de todos es muy similar: los migrantes, acusan, se aprovechan de los pa¨ªses que los reciben, explotan sus ayudas sociales, les ¡°ganan¡± los trabajos a los nativos, llevan consigo formas de ser y pensar ¡°ajenas¡± y ¡°peligrosas¡± y, desde luego, se?alan a berridos, son en su mayor¨ªa delincuentes que provocan caos y violencia y agreden a losingenuos anfitriones a la menor oportunidad.

Huelga decir que esta postura est¨¢ llena de agujeros y falsedades. Por un lado, porque cualquier estad¨ªstica econ¨®mica seria se?ala que los beneficios que dejan los migrantes exceden notoriamente el dinero que cuesta recibirlos. Por otro, porque a pesar de los episodios de crimen y violencia muy puntuales relacionados con la migraci¨®n, la balanza general indica lo contrario a lo que los detractores postulan: son los migrantes quienes suelen ser v¨ªctimas de delitos, antes que cometerlos, y quienes suelen convertirse en blancos de los grupos criminales locales, antes que formar los suyos. La xenofobia, por otro lado, no es nueva. Vaya: las olas de migraci¨®n europeas a Am¨¦rica en los siglos XIX y XX generaron reacciones y suspicacias muy parecidas entre muchos, que ve¨ªan a los italianos como mafiosos, a los irlandeses como revoltosos, a los espa?oles como ¡°rojos¡± y subversivos¡­

?Pero qu¨¦ perjuicio generalizado ha causado la migraci¨®n mexicana a EU o las migraciones extranjeras a M¨¦xico y Am¨¦rica? Ninguno demostrable m¨¢s all¨¢ de la an¨¦cdota individual. En cambio, los beneficios econ¨®micos, culturales y vitales est¨¢n fuera de discusi¨®n.

En el fondo, resulta intrascendente lo que pasar¨¢, es decir, que tambi¨¦n esta nota termine llena de comentarios antimigrantes al pie. Lo fundamental es que quien se asome al tema reflexione y se informe antes de opinar. Porque la migraci¨®n no se va a detener con insultos ni polic¨ªas. Y porque todos, en alguna medida u otra, venimos de la migraci¨®n o hacia ella vamos. No, no se trata de un ¡°problema¡± a combatir. Se trata de un fen¨®meno a entender. ?Lo entendemos?