Nadie habla de nacionalismos ni de inmigrantes en Portugal
Tras a?os de crisis e intervenciones de la troika, el pa¨ªs acude a votar reconciliado con la UE
Portugal no es pa¨ªs de extremismos, no en vano hizo una revoluci¨®n con claveles y sin muertos. Desde aquel 1974 ha soportado con resignaci¨®n tres intervenciones internacionales para salvar financieramente al pa¨ªs, la ¨²ltima (2011-14) con sacrificios brutales. La llegada del Partido Socialista al Gobierno hace cuatro a?os ha recuperado la confianza de sus ciudadanos, la de Bruselas y la de la depauperada familia internacional. El resultado es que los portugueses llegan a estas elecciones amando Europa como casi nunca, pero m¨¢s pendientes de sus elecciones legislativas de octubre.
El socialista Ant¨®nio Costa, primer ministro de Portugal, abri¨® la campa?a europea con un apoyo al presidente franc¨¦s Emmanuel Macron. "Es el cambio progresista necesario para el renacimiento europeo", le dijo. Acto seguido arremeti¨® contra los partidos de centroderecha europeos y de Portugal. El primer ministro en estado puro: Costa haci¨¦ndose querer a la vez por las fuerzas europeas de centro y por la izquierda portuguesa. El dirigente, que gobierna desde 2015 con el apoyo de los partidos de izquierda, tiene un ojo puesto en las elecciones europeas de este domingo y otro en las legislativas de octubre.
El gui?o a uno y otro lado solivianta a uno de sus socios parlamentarios, el Bloco de Esquerda. ¡°El PS defiende aqu¨ª la jerigonza [gobierno socialista minoritario con apoyo parlamentario del Bloco y PC], pero en Europa no es con quien se al¨ªa normalmente¡±, reacciona Marisa Mat¨ªas, candidata europea del Bloco. ¡°Es un mensaje muy equ¨ªvoco¡±.
Costa no tiene ninguna intenci¨®n de abandonar la internacional socialista, su objetivo es atraer electorado del centro portugu¨¦s, absolutamente desnortado, ahora y en octubre, sobre todo. D¨ªas despu¨¦s, en el mitin de Magualde, Costa fue acompa?ado por Frans Timmermans, candidato socialista a la presidencia de la Comisi¨®n Europea. En ese acto,?atac¨® sin ambages al candidato conservador Manfred Weber, del Partido Popular Europeo, de quien record¨® que hab¨ªa propugnado sanciones contra Portugal.
Para demostrar que Costa est¨¢ con casi todos -"An amazing man", seg¨²n Timmermans-, ha recibido mensajes de apoyo del mismo Macron y del griego Alexis Tsipras, simpatizante de Podemos y del mismo Bloco. Esa habilidad de querer y ser querido por unos y por otros ha hecho de Portugal, en sus cuatro a?os de Gobierno, un escenario absolutamente singular en Europa, y un referente de una v¨ªa alternativa y socialista para salir de las crisis.
Sin llegar a ser el mar Muerto, Portugal (con 10 millones de habitantes) s¨ª que es una balsa de aceite entre un panorama europeo de inquietantes incertidumbres. Respecto a 2014, ni siquiera han cambiado las cabezas de cartel en cuatro de las cinco principales candidaturas. La excepci¨®n es del PS, que ha colocado a un anodino exministro, Pedro Marques, destinado a ser comisario europeo.
Respecto a 2014, ni siquiera han cambiado las cabezas de cartel en cuatro de las cinco principales candidaturas. Tampoco los sondeos aventuran cambios.
Las mismas encuestas pronostican unos resultados con tendencias similares a los de hace un lustro. En aquel mayo, a¨²n con la troika en el pa¨ªs, venci¨® el PS (31,5% de los votos y 8 parlamentarios), seguido de la coalici¨®n gobernante de centroderecha (PSD-CDS, (27,7% y 7), la coalici¨®n del PC con Verdes, CDU (12,7% y 3), la coalici¨®n Partido da Terra (7,1% y 2) y Bloco de Esquerda (BE), con el 4,6% de los votos emitidos y un diputado.
Ultranacionalismo y emigraci¨®n, temas centrales de la campa?a en otros pa¨ªses, no existen en Portugal. Nacionalismo no hay m¨¢s que uno, el portugu¨¦s; e inmigrantes, aunque se les desea, llegan pocos y se quedan menos. Solo el 4% de la poblaci¨®n residencial es extranjera.
Rechazo al Ej¨¦rcito com¨²n europeo
Incluso en desacuerdo est¨¢n de acuerdo los cinco principales partidos en la ¨²nica cuesti¨®n de relevancia que ha saltado en esta campa?a: el Ej¨¦rcito com¨²n europeo. Nadie lo quiere aunque por diferentes motivos, unos porque creen que no hace falta la defensa de nadie y otros porque quieren que les defiendan los Estados Unidos v¨ªa OTAN.
Los euroesc¨¦pticos de las anteriores elecciones, ahora callan o son eurofans. ¡°La moneda ¨²nica no tiene salvaci¨®n¡±, dec¨ªa hace solo tres a?os el sant¨®n econ¨®mico del Bloco Francisco Lou??. Hoy su cabeza de cartel Marisa Mat¨ªas afirma rotundamente que su partido jam¨¢s estuvo contra el euro. Y el PCE arrincona su vieja pretensi¨®n de salir de la CE, por supuesto tambi¨¦n del euro y de la OTAN. Piensen lo que piensen, callan porque ahora el Portugalexit no da votos.
Si hoy hubiera un refer¨¦ndum de permanencia, el 77% de los portugueses votar¨ªa a favor (68% la media europea), seg¨²n el Eurobar¨®metro de febrero. El 82% considera que el pa¨ªs se beneficia con la integraci¨®n, apenas el 10% est¨¢ en contra, r¨¦cord europeo.
Pero una cosa es abrazar Europa y otra acudir a las urnas. En 2014 apenas vot¨® el 33,5% del censo y en el caso de los j¨®venes la abstenci¨®n rond¨® el 80%. En febrero, apenas el 17% de la poblaci¨®n aseguraba que votar¨ªa. El lunes, el l¨ªder de Basta, un nuevo partido de tintes populistas, prefiri¨® participar en una tertulia de f¨²tbol antes que en un debate electoral de la televisi¨®n p¨²blica. En Portugal se vota m¨¢s en las elecciones del Benfica.
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