Cristina Kirchner, ante un tribunal por corrupci¨®n
La expresidenta de Argentina est¨¢ investigada por el reparto presuntamente discrecional de la obra p¨²blica durante su gobierno
Cristina Fern¨¢ndez de Kirchner?se sent¨® al fin en el banquillo. Era la imagen que llevaban a?os deseando tanto el gobierno de Mauricio Macri como la Argentina antiperonista. El momento, sin embargo, result¨® relativamente anticlim¨¢tico: no hubo multitudes arropando a la expresidenta a las puertas del tribunal, porque ella rog¨® que nadie acudiera, y una vez en la sala se sent¨® al fondo, lejos de los otros acusados. Kirchner es acusada de formar parte de una asociaci¨®n il¨ªcita dirigida a conceder obra p¨²blica al empresario L¨¢zaro B¨¢ez.
En Comodoro Py, frente a la sede del tribunal, hab¨ªa m¨¢s prensa que manifestantes. Cristina Kirchner pidi¨® en la noche del lunes, a trav¨¦s de su cuenta de Twitter, que sus simpatizantes no acudieran. Y no acudieron. No se repiti¨® la gran protesta de 2016, cuando fue a declarar por primera vez. Solo un pu?ado de kirchneristas se alinearon junto a la entrada que emboc¨® el veh¨ªculo de la expresidenta, y actual candidata a la vicepresidencia, para formar un pasillo humano de aplausos y v¨ªtores. ¡°Si la tocan a Cristina, qu¨¦ quilombo se va a armar¡±, cantaban.
Kirchner, con aspecto relajado, sonri¨® al descender de su autom¨®vil y entr¨® r¨¢pidamente en el edificio en compa?¨ªa de su abogado, Carlos Beraldi. En la sala de la audiencia, en primera fila, ya estaban sentados el empresario L¨¢zaro B¨¢ez y el exministro de Planificaci¨®n Julio de Vido. Hab¨ªa expectaci¨®n por el reencuentro de Kirchner con B¨¢ez y De Vido, que cumplen prisi¨®n provisional y a quienes la expresidenta jam¨¢s visit¨®. Pero el reencuentro tampoco se produjo. Quienes ya est¨¢n en la c¨¢rcel tienen que sentarse delante; quienes permanecen en libertad van detr¨¢s, y Cristina? Kirchner, libre gracias a su aforamiento como senadora, se dirigi¨® a las ¨²ltimas filas.
A espaldas de los acusados se alzaba un cristal de protecci¨®n. Del otro lado estaba el p¨²blico. La presidenta de las Madres de la Plaza de Mayo, Estela de Carlotto, quiso estar presente para animar a su amiga Cristina. Tambi¨¦n se sentaban entre el p¨²blico dirigentes kirchneristas como el exministro Oscar Parrilli y el ex gobernador Sergio Uribarri, entre otros.
La sesi¨®n fue una simple formalidad. Consisti¨® en la lectura de las conclusiones establecidas por el juzgado de instrucci¨®n y los fiscales. Las acusaciones se basan en una auditor¨ªa encargada por el gobierno de Mauricio Macri y est¨¢n referidas a 51 obras p¨²blicas de seguridad vial en la provincia de Santa Cruz, feudo de los Kirchner, cuya ejecuci¨®n fue adjudicada a Austral Construcciones, la empresa de L¨¢zaro B¨¢ez. Austral se encarg¨® del 82% de las licitaciones de obra p¨²blica en Santa Cruz durante la presidencia de N¨¦stor Kirchner y percibi¨® en total m¨¢s de 4.000 millones de pesos (unos 80 millones de euros al cambio actual). B¨¢ez tambi¨¦n est¨¢ implicado en una presunta operaci¨®n de lavado de dinero en el Principado de Liechtenstein. Est¨¢ previsto que el juicio se prolongue durante meses, sin necesidad de que Kirchner siga asistiendo.
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