¡°Europa tiene que jugar una l¨®gica de potencia frente a Estados Unidos¡±
Josep Borrell, ministro de Exteriores en funciones y candidato del PSOE al Parlamento Europeo, defiende "introducir elementos de armonizaci¨®n fiscal y social en la UE" y un gran pacto por el clima y el empleo como nuevo motor del proyecto comunitario
El discurso de Josep Borrell (La Pobla de Segur, Lleida, 72 a?os) combina el realismo de quien lleva a?os haciendo Europa con el entusiasmo de quien defiende cambiarla. El ministro de Exteriores en funciones apunta alto al proponer una UE con armonizaci¨®n fiscal, salario m¨ªnimo, pacto contra el cambio clim¨¢tico y autonom¨ªa estrat¨¦gica frente a Estados Unidos. Al tiempo, reconoce la dificultad de que el debate racional se abra paso entre la hojarasca populista. Borrell, que presidi¨® el Parlamento Europeo entre 2004 y 2007, critica sin reparos las llamadas pol¨ªticas de austeridad que han sacudido a la UE. Y admite que la socialdemocracia ¨Ctambi¨¦n la espa?ola- consinti¨® muchos de esos recortes.
Pregunta. ?Qu¨¦ significa que Europa ser¨¢ social o no ser¨¢, como dice en sus discursos?
Respuesta. Desde el principio se quiso que lo social siguiese siendo competencia estatal. Pero al crear un mercado con movilidad, se utilizan la fiscalidad y las normas sociales como factores de competencia. Los pa¨ªses europeos hoy se hacen m¨¢s competencia fiscal y social entre ellos que la que denunciamos que nos hacen los emergentes. Ha habido bajadas de impuestos, hemos entrado en fiscalidad competitiva a la baja. Eso ha provocado una p¨¦rdida de capacidad econ¨®mica de los Estados y un debilitamiento de los sistemas de protecci¨®n social. Por otro lado, ha habido competencia salarial. Eso ha empobrecido a la poblaci¨®n m¨¢s expuesta a la competencia internacional, ha reducido el consumo y ha contribuido a una deflaci¨®n. No puede continuar as¨ª. Hay que introducir elementos de armonizaci¨®n social y fiscal en la Uni¨®n Europea.
P. La socialdemocracia ha transigido con algunas de las medidas que agravaron la crisis. ?Qu¨¦ garantiza que ahora no ocurrir¨¢?
R. Es verdad que la construcci¨®n europea ha sido una acci¨®n conjunta de los dos grandes partidos, la democracia cristiana y la socialdemocracia, y que hasta que no entra la crisis del euro todo parece ir bien. Y es verdad que la socialdemocracia, tambi¨¦n en Espa?a, asumi¨® los postulados del ordoliberalismo alem¨¢n y las pol¨ªticas llamadas de austeridad. En eso una mayor¨ªa de la socialdemocracia europea es corresponsable. Pero tambi¨¦n es verdad que hemos tenido una Comisi¨®n Europea presidida por el Partido Popular Europeo durante los ¨²ltimos 15 a?os.
¡°La ventaja que ofrece el discurso populista es su simplicidad¡±
P. ?El buen resultado del PSOE en las generales impulsa a la socialdemocracia europea?
R. Es as¨ª. La socialdemocracia antes ten¨ªa el 40% del voto en todas partes. Ahora el 20%, con suerte. De repente en Espa?a escala hasta casi el 30%. Hoy el PSOE y su l¨ªder se han convertido en referentes del socialismo europeo.
P. ?Es posible pensar en medidas como un seguro europeo de desempleo con una Alemania tan poco audaz?
R. Cuando defendemos un salario m¨ªnimo europeo o un seguro de desempleo no queremos decir que sea el mismo en todas partes o que vayan a desaparecer los esquemas nacionales. Pero la regla que fija un salario m¨ªnimo en cada pa¨ªs ¨Cno el valor nominal- deber¨ªa tener una l¨®gica comunitaria para evitar la competencia social. En Estados Unidos hay un seguro de desempleo federal complementario. Se trata de hacer lo mismo aqu¨ª, con un seguro que movilice recursos de manera autom¨¢tica.
P. ?Se podr¨¢n abordar estos retos en la legislatura o la Euroc¨¢mara deber¨¢ dedicarse a neutralizar las voces de ultraderecha?
R. Tenemos el problema de la emergencia de la extrema derecha, que domina el debate pol¨ªtico europeo. Y puede que tenga un buen resultado electoral porque moviliza apoyos populares al ofrecer soluciones que no son realistas a problemas existentes. Pero hay que explicarlo porque el discurso de levantar muros es bastante m¨¢s intuitivo que el de din¨¢micas demogr¨¢ficas, de derechos humanos¡ La ventaja del discurso populista es su simplicidad. El problema es cu¨¢les son las razones que lo han hecho emerger.
P. ?Cree que ir¨¢ a m¨¢s?
R. No son un movimiento homog¨¦neo, discrepan en muchas cosas. Pero coinciden en que se pueden levantar muros respecto a los problemas que vienen del exterior. Y como la UE se asocia con apertura, se combate la UE. Es lo mismo que dicen los brit¨¢nicos: hay que recuperar el control. Es tambi¨¦n el discurso del independentismo catal¨¢n: solo me lo monto mejor. ?Pero cu¨¢l es el l¨ªmite del solo? Al final se toma una dimensi¨®n ¨¦tnico-identitaria: el pueblo. Pasa igual en la India, en Padania o en Catalu?a. Hay una historia imaginaria que sirve de base.
P. ?Por qu¨¦ el discurso independentista ha encontrado cierta acogida en el exterior?
R. Solo en algunos grupos pol¨ªticos. Los Gobiernos no han comprado el discurso de que Espa?a es un pa¨ªs represivo. Cualquiera que tenga informaci¨®n sabe que no es as¨ª. Pero en los extremos pol¨ªticos s¨ª ha tenido un cierto eco, entre otras cosas porque ha habido un relato ¨¦pico que ha resultado atractivo y seguramente no ha habido un contrarrelato durante a?os. Espa?a no ha explicado su versi¨®n de los hechos. Ahora lo estamos intentando, pero con mucho retraso.
P. ?Se serenar¨¢ el debate migratorio?
R. Mezclamos al emigrante con el demandante de asilo. Son dos realidades distintas. El demandante de asilo, de acuerdo con las leyes y los valores que predicamos los europeos, tiene derecho a una protecci¨®n. Lo que nos ha pasado en Europa es que la guerra en Siria proyect¨® sobre nosotros un pico extraordinario de demandantes de asilo. Antes de 2015 la cosa no ten¨ªa ninguna proporci¨®n dram¨¢tica. Pero hoy por hoy no creo que se pueda llegar a acordar una pol¨ªtica migratoria com¨²n de los 27 Estados. Seamos realistas. Es evidente que hay una distancia entre lo que dicen los pa¨ªses del Este de Europa y lo que dicen los socialistas espa?oles. Entre Salvini y Macron.
¡°No creo que se pueda acordar una pol¨ªtica migratoria com¨²n¡±
P. ?Y qu¨¦ supone para Espa?a esa falta de modelo com¨²n?
R. La presi¨®n ha bajado mucho. Lo que hay que hacer es construir una pol¨ªtica migratoria en la que participen aquellos que compartan los mismos principios. Ya hemos constatado que la imposici¨®n de cuotas no funciona. La migraci¨®n toca la fibra emotiva, sobre todo si se utiliza, como hacen algunos partidos, para generar temor.
P. El cambio clim¨¢tico tambi¨¦n provoca migraciones. ?Qu¨¦ debe hacer la UE para recuperar el liderazgo en este terreno?
R. Este es el terreno donde podemos refundar Europa. Un gran pacto clima-empleo, para luchar contra el cambio clim¨¢tico y generar empleo a trav¨¦s de una transformaci¨®n profunda del sistema productivo. Deber¨ªa jugar en el futuro el mismo papel que jug¨® el pacto de la Comunidad Europea del Carb¨®n y el Acero, que fue revolucionario. Hab¨ªa una necesidad de evitar reproducir el pasado. Pues ahora hay una necesidad tan urgente como aquella de evitar un futuro catastr¨®fico. Con los niveles de desempleo y de subinversi¨®n que tenemos y con el dramatismo del cambio clim¨¢tico, un gran pacto por el clima y el empleo deber¨ªa ser uno de los grandes motores del renacimiento de Europa. Europa necesita un nuevo leitmotiv. No veo ninguna urgencia mayor que luchar contra el desempleo juvenil y al mismo tiempo contra el cambio clim¨¢tico.
P. ?Ser¨ªa una de las maneras de reconciliar a Europa con sus j¨®venes, que ahora reivindican acelerar esa lucha?
R. Para los espa?oles Europa era un hada buena que te financiaba carreteras, te daba subvenciones¡ Pero de repente se ha convertido en una madrastra que sube los impuestos, baja los sueldos, recorta prestaciones¡ Esa Europa ya no es tan atractiva y eso que nosotros hemos sufrido menos que los griegos o los italianos, que llevan mucho tiempo sintiendo, con raz¨®n o sin ella, que Europa les ha abandonado. Hay que reconciliar a Europa con sus ciudadanos. La idea de que Europa era la paz ya no vende. Ahora toca hacer frente a los problemas de hoy, que se llaman desempleo juvenil masivo, retraso tecnol¨®gico, desigualdad y la gran amenaza del cambio clim¨¢tico. Esto es un c¨®ctel frente al que hay que actuar, pero no en dosis homeop¨¢ticas. S¨ª creo que mi generaci¨®n todav¨ªa tiene algo que aportar es precisamente otra fuerza motriz para la UE.
¡°Es verdad que la socialdemocracia, tambi¨¦n en Espa?a, acept¨® la austeridad¡±
P. Europa ha perdido al aliado estadounidense con la llegada de Trump al poder.
R. Frente a Estados Unidos, Europa tiene que empezar a jugar una l¨®gica de potencia. Porque vivimos en un mundo de potencias. Estados Unidos nos dice claramente que nuestra defensa no es su problema y que nuestra uni¨®n m¨¢s bien le molesta. Entonces, hay que contestar al America First con Europa Unida, United Europe. No digo que nos tengamos que ir de la OTAN, pero tenemos que tener una autonom¨ªa estrat¨¦gica. Y necesitamos una cierta capacidad de reacci¨®n.
P. ?Se ve ocupando un puesto destacado en la Comisi¨®n Europea?
R. El presidente del Gobierno me ha pedido que encabece las listas europeas. Yo ya he sido presidente del Parlamento Europeo. No tengo ninguna aspiraci¨®n concreta. Ya se ver¨¢.
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