La mayor huelga general contra Mauricio Macri paraliza Argentina
El quinto paro desde 2015 fortalece el cerco opositor contra el presidente en el inicio de la campa?a electoral
Argentina estuvo hoy paralizada. No circularon buses, trenes, aviones ni barcos. En Buenos Aires, donde viven 15 millones de personas, tampoco funcion¨® el metro. Las escuelas, comercios y bancos no abrieron y los hospitales atendieron s¨®lo las urgencias. La quinta huelga general contra Mauricio Macri encontr¨® a todo el sindicalismo y los movimientos sociales unidos contra la pol¨ªtica econ¨®mica oficial. El presidente no s¨®lo padece la presi¨®n de la calle. La ca¨ªda de su popularidad activ¨® reclamos intestinos en Cambiemos, la alianza de Gobierno, de grupos que no creen que Macri sea la mejor opci¨®n para disputar las elecciones generales de octubre.
"Estamos hartos de los paros", dijo la ministra de Seguridad, Patricia Bullrich, ocupada en que los grupos de izquierda que se sumaron a la convocatoria sindical no cortasen los accesos a la capital. "Esto ya es como una especie de rutina. Le impiden a la gente que viaje. Es una situaci¨®n en contra de la libertad y el trabajo", agreg¨®. Bullrich fue la ¨²nica voz oficial contra la protesta. Macri particip¨® en un acto por el d¨ªa el Ej¨¦rcito sin siquiera mencionarla. Y desde el ministerio de Hacienda s¨®lo dijeron que la huelga cost¨® a Argentina unos 900 millones de d¨®lares. Las grandes ciudades, mientras tanto, estuvieron desiertas.
La singularidad de la huelga fue la unidad sindical, algo poco com¨²n en Argentina. "Es el paro m¨¢s fuerte y de mayor contundencia en la era de Macri, gracias a que lo convocamos todas las centrales de trabajadores y lo apoyaron todas las organizaciones empresariales, pymes, m¨¢s todos los movimientos sociales del pa¨ªs", dijo Hugo Yaski, secretario general de la CTA, una central de perfil combativo que no pertenece a la CGT, la gran confederaci¨®n de gremios peronistas.
El regreso de Hugo Moyano, l¨ªder del poderoso sindicato de los camioneros, fortaleci¨® a¨²n m¨¢s el golpe. Moyano es un dirigente a tener en cuenta. Apoy¨® al kirchnerismo, luego hizo campa?a por Macri y ahora volvi¨® al kirchnerismo. Su poder de movilizaci¨®n es enorme: no hubo reparto de alimentos, falt¨® combustible y dinero en los cajeros autom¨¢ticos y no hubo recolecci¨®n de basura.
Con la huelga, el sindicalismo argentino ingres¨® por la puerta grande en la campa?a electoral. Macri hab¨ªa logrado mantener a raya a la CGT con acuerdos salariales acordes con la inflaci¨®n, pero el deterioro de la situaci¨®n econ¨®mica en 2018 le quit¨® poder en las negociaciones. La presi¨®n de los gremios m¨¢s duros, sobre todo los alineados con la expresidenta Cristina Fern¨¢ndez de Kirchner, termin¨® por inclinar la balanza a favor de la protesta. El sindical no es, sin embargo, el ¨²nico frente con que debe lidiar Macri.
Cambiemos, la alianza oficialista, cruje. La Uni¨®n C¨ªvica Radical (UCR), el partido de los expresidentes Ra¨²l Alfons¨ªn (1983-1989) y Fernando de la R¨²a (1999-2001), exigi¨® a Macri que someta su candidatura a las elecciones primarias que se celebrar¨¢n en agosto. Sus l¨ªderes consideraron que la ca¨ªda de popularidad del presidente es un lastre que pone en riesgo su reelecci¨®n. En un documento firmado durante una convenci¨®n del partido, celebrada el lunes, advirtieron tambi¨¦n que intentar¨¢n abrir Cambiemos a otras fuerzas pol¨ªticas. La presa a capturar es el peronismo federal, "no kirchnerista". Sus l¨ªderes, entre los que se cuentan gobernadores con peso en el interior del pa¨ªs, est¨¢n hoy enfrascados en una discusi¨®n sobre el mejor nombre para enfrentar a Alberto Fern¨¢ndez, el hombre al que Cristina Fern¨¢ndez Kirchner acompa?ar¨¢ como candidata a vicepresidenta.
Los sondeos dan a la f¨®rmula Fern¨¢ndez -Fern¨¢ndez un c¨®modo triunfo en la primera vuelta, prevista para el 27 de octubre, pero insuficiente para ganar sin necesidad de un balotaje en noviembre. En la segunda vuelta, las cuentas son m¨¢s ajustadas, con una leve ventaja para Macri. El apoyo del peronismo no kirchnerista ser¨¢ la clave de un triunfo oficialista en segunda vuelta. No es descabellado pensar que Macri logre ese apoyo. El l¨ªder del peronismo federal, el reci¨¦n reelecto gobernador de C¨®rdoba, Juan Schiaretti, se considera amigo personal del presidente, mientras que su par salte?o Juan Urtubey mantuvo inmejorables relaciones con la Casa Rosada. La pieza suelta se llama Sergio Massa, un exjefe de Gabinete de Cristina Kirchner que no decidi¨® a¨²n si juega a la interna del peronismo federal o negocia alg¨²n tipo de alianza con su exjefa pol¨ªtica.
A la expectativa
Mauricio Macri, entre tanto, espera. Mientras sus portavoces advierten que la candidatura a la reelecci¨®n no est¨¢ en discusi¨®n, el presidente conf¨ªa en un repunte econ¨®mico que le regale un poco de ox¨ªgeno. Las cifras le han dado, al menos, un respiro. El peso lleva un mes estable en su relaci¨®n con el d¨®lar, despu¨¦s de perder casi la mitad de su valor durante 2018.
Cuando el peso no se derrumba, la inflaci¨®n, el gran mal de los argentinos, al menos se ralentiza. El IPC subi¨® un 4,7% en marzo y un 3,4% en abril, una curva descendente que, de persistir, permitir¨¢ a Argentina cerrar 2019 con una inflaci¨®n que rondar¨¢ el 40%. Ser¨¢ clave que los n¨²meros acompa?en a Macri: la popularidad del presidente cae cuando sube la inflaci¨®n, y viceversa. Con poco que ofrecer en materia econ¨®mica, la otra pata de la campa?a oficialista ha sido hasta ahora m¨¢s tradicional, con cortes de cinta en grandes obras de infraestructura y ataques directos al kirchnerismo, el gran enemigo a vencer en octubre.
Buenos Aires, la madre de todas las batallas
Una m¨¢xima pol¨ªtica en Argentina dice que el triunfo de cualquier elecci¨®n presidencial se juega en la provincia de Buenos Aires. Es una cuesti¨®n de n¨²meros: Buenos Aires concentra el 40% de la poblaci¨®n del pa¨ªs y un buen candidato a gobernador puede arrastrar millones de votos a favor de la f¨®rmula nacional. Mauricio Macri tiene al frente de la provincia a Mar¨ªa Eugenia Vidal, la dirigente con mejor imagen del oficialismo. Vidal ir¨¢ por la reelecci¨®n, luego de que su nombre sonara, incluso, como posible candidata a presidente. Tan mala es la imagen de Macri y tan buena la de esta mujer joven que se inici¨® en la pol¨ªtica como vicealcaldesa de la capital.
Aunque las opciones opositoras no eran tan claras, Cristina Fern¨¢ndez de Kirchner ya eligi¨® candidato. El martes, la expresidenta anunci¨® que su hombre en Buenos Aires ser¨¢ su ¨²ltimo ministro de Econom¨ªa, Axel Kicillof. Lo acompa?ar¨¢ una mujer, Ver¨®nica Magario, intendenta del partido de La Matanza, un basti¨®n hist¨®rico del peronismo donde votan m¨¢s de un mill¨®n de personas. Kicillof es una apuesta electoral arriesgada, porque carga con la responsabilidad de la crisis del final del mandato kirchnerista. Su nombre est¨¢ asociado al ¡°cepo cambiario¡±, como se llam¨® a las restricciones para la compra y venta de d¨®lares con el que el gobierno anterior intent¨® controlar la fuga de divisas. Los sondeos, sin embargo, le sonr¨ªen. Sus potenciales votantes recuerdan tiempos mejores a los actuales y as¨ª se lo hacen saber a los encuestadores.
En Buenos Aires no hay segunda vuelta y el ganador se conocer¨¢ el 27 de octubre. Si gana Vidal, Macri podr¨¢ decir que tiene casi asegurada la reelecci¨®n en el balotaje. Si gana Kicillof, el kirchnerismo tendr¨¢ motivos suficientes para festejar.
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