Arabia Saud¨ª organiza tres cumbres contra Ir¨¢n en plena escalada entre Teher¨¢n y Washington
Qatar env¨ªa a La Meca a su primer ministro, dos a?os despu¨¦s del boicot impulsado por saud¨ªes y emirat¨ªes
Arabia Saud¨ª ha congregado en La Meca a los l¨ªderes de los pa¨ªses ¨¢rabes e isl¨¢micos en tres cumbres que buscan reafirmar su liderazgo y aislar a Ir¨¢n. En medio de la creciente tensi¨®n entre Estados Unidos y la Rep¨²blica Isl¨¢mica, Riad acusa a Teher¨¢n de los ¨²ltimos ataques contra objetivos petroleros en la regi¨®n. Antes del c¨®nclave anual de la Organizaci¨®n para la Cooperaci¨®n Isl¨¢mica (OCI), prevista para ma?ana viernes, el rey Salm¨¢n ha convocado esta noche sendas sesiones extraordinarias de la Liga ?rabe y del Consejo de Cooperaci¨®n del Golfo (CCG). A pesar del boicot saud¨ª, Qatar ha enviado a su primer ministro a la triple cita.
Las reuniones, primero del CCG y luego de la Liga, empiezan a medianoche debido al ayuno de Ramad¨¢n, que s¨®lo se rompe a la puesta de sol. Pero el tono de las mismas ha quedado marcado de antemano con la intervenci¨®n del ministro saud¨ª de Asuntos Exteriores, Ibrahim al Asaf. Durante una reuni¨®n preparatoria ayer, Al Asaf pidi¨® a sus hom¨®logos que rechacen la ¡°injerencia de Ir¨¢n en la regi¨®n¡±.
Tanto Arabia Saud¨ª como sus aliados m¨¢s cercanos (Emiratos ?rabes Unidos, Egipto y Bahr¨¦in) responsabilizan a su vecino de todos los focos de inestabilidad en Oriente Pr¨®ximo. Adem¨¢s, vieron con preocupaci¨®n su reintegraci¨®n internacional con el acuerdo nuclear de 2015. La llegada de Donald Trump a la Casa Blanca y su retirada de ese pacto, les insufl¨® nuevos ¨¢nimos.
Riad y Teher¨¢n apoyan a grupos opuestos en las guerras civiles de Siria y Yemen, y compiten por el liderazgo pol¨ªtico en Oriente Pr¨®ximo, y el mundo isl¨¢mico en general, manipulando no s¨®lo rivalidades hist¨®ricas, sino diferencias religiosas; mientras que la Rep¨²blica Isl¨¢mica se arroga la representaci¨®n del islam chi¨ª, la monarqu¨ªa saud¨ª ejerce de cabeza de la mayoritaria rama sun¨ª. De ah¨ª, el alto valor simb¨®lico de las convocatorias en La Meca.
La Meca deja fuera a los no musulmanes
La elecci¨®n de La Meca para esta triple cumbre no es casual. Tras el triunfo de la revoluci¨®n iran¨ª en 1979, la Rep¨²blica Isl¨¢mica que surgi¨® de ella cuestion¨® el control saud¨ª sobre los lugares santos del islam e incluso lleg¨® a sugerir una gesti¨®n compartida. El entonces rey Fahd respondi¨® proclam¨¢ndose Custodio de las Dos Mezquitas Sagradas de La Meca y Medina, un t¨ªtulo que tambi¨¦n han utilizado sus sucesores, el ya fallecido Abdal¨¢ y el actual, Salm¨¢n.
Ahora bien, al tratarse de una ciudad vetada a los no musulmanes, impide la asistencia del presidente de L¨ªbano (miembro tanto de la Liga ?rabe como de la OCI), el cristiano Michel Aoun (que probablemente est¨¦ representado por su primer ministro, Saad Hariri). Esa peculiaridad tambi¨¦n obliga a que la mayor parte de la prensa internacional acreditada para la cita haya tenido que quedarse en Yedda, a 80 kil¨®metros y apenas 20 minutos en el AVE del desierto. S¨®lo los periodistas musulmanes han recibido permiso para acceder a La Meca.
El momento coincide adem¨¢s con una escalada de la tensi¨®n entre Ir¨¢n y Estados Unidos, calificada de guerra psicol¨®gica por muchos observadores, pero que ha llevado a un reforzamiento militar en la zona. Arabia Saud¨ª y Emiratos ?rabes han alentado a Washington a contener a su rival, pero ante el redoblar de tambores, ambos han dicho que no quieren un conflicto. Cuentan de hecho con el respaldo de la gran potencia, cuyo consejero de Seguridad Nacional, John Bolton, ha acusado a Ir¨¢n del reciente sabotaje a cuatro petroleros (algo que Teher¨¢n niega) y ha dicho que presentar¨¢n las pruebas en el Consejo de Seguridad la semana que viene como muy tarde.
Sin embargo, no est¨¢ tan claro que la respuesta de los participantes en las tres cumbres vaya a ser un¨¢nime dadas las divisiones que existen en su seno. Empezando por los vecinos m¨¢s cercanos, tres de los seis miembros del CCG (Qatar, Kuwait y Om¨¢n) son cr¨ªticos con las pol¨ªticas de enfrentamiento que promueven Riad y Abu Dhabi, y defienden el di¨¢logo como ¨²nica v¨ªa para superar las diferencias en la regi¨®n. Tambi¨¦n Irak, que como esos tres pa¨ªses mantiene buenas relaciones con Ir¨¢n y con Estados Unidos, y que se ha ofrecido a mediar entre ambos para calmar los ¨¢nimos en una zona sobrada de crisis.
Llama la atenci¨®n que el emir de Qatar haya enviado a La Meca a su primer ministro, el jeque Abdallah Bin Naser al Thani. Se trata del representante de mayor rango que pisa suelo saud¨ª desde que tres de los miembros del CCG (Arabia Saud¨ª, Emiratos y Bahr¨¦in), a los que se sum¨® Egipto, boicotearan a Doha en junio de 2017. Esa crisis dej¨® herido de muerte el bloque creado en 1981 para promover la seguridad y la cooperaci¨®n econ¨®mica de las seis monarqu¨ªas de la pen¨ªnsula Ar¨¢biga. La presencia del jeque Abdallah ha desatado especulaciones sobre una posible reconciliaci¨®n. Aunque no parece inmediata, ser¨ªa un gran ¨¦xito para EE. UU. que ha tratado de mediar sin ¨¦xito (Washington ha conseguido sin embargo reforzar la cooperaci¨®n contra la financiaci¨®n del terrorismo dentro del CCG y que todos sus miembros participen en los ejercicios militares conjuntos).
A la cumbre de las seis monarqu¨ªas, le seguir¨¢ la de los 22 miembros de la Liga ?rabe. Incapaces durante sus 74 a?os de historia de solucionar el problema palestino, hoy se encuentran divididos por las guerras de Siria, Libia y Yemen, y paralizados ante los cambios pol¨ªticos que reclaman los ciudadanos de Argelia y Sud¨¢n. La mayor¨ªa de sus reuniones se cierran con declaraciones de escasas consecuencias pr¨¢cticas, a menudo tras haber puesto de relieve las diferencias entre ellos.
Pero quien va a tenerlo sin duda m¨¢s dif¨ªcil va a ser el representante iran¨ª a la cumbre de la OCI. La Rep¨²blica Isl¨¢mica es uno de los 57 miembros de esa organizaci¨®n, pero dado la actual animadversi¨®n entre Teher¨¢n y Riad, s¨®lo ha enviado a la cita a un director general, Reza Najafi. Su ministro de Exteriores, Mohammad Javad Zarif, ha preferido quedarse en casa despu¨¦s de que su propuesta de un pacto de no agresi¨®n con sus vecinos ¨¢rabes del Golfo haya ca¨ªdo, una vez m¨¢s, en saco roto.
¡°No, se?or Zarif. No compramos su pose de buen vecino¡±, le respond¨ªa un editorial del diario Gulf News de Dub¨¢i el pasado martes, algo que dif¨ªcilmente se publica en Emiratos sin contar con el visto bueno oficial.
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