El Constitucional colombiano entierra la reforma de Duque al tribunal de paz
El presidente acata la decisi¨®n, que supone una impugnaci¨®n de su criterio sobre un aspecto central de los acuerdos con las FARC
Por segunda vez en un mismo d¨ªa, el presidente colombiano, Iv¨¢n Duque, ha tenido que acatar una decisi¨®n de la justicia y al mismo tiempo mostrar su disconformidad. La Corte Constitucional cerr¨® la tarde de este mi¨¦rcoles el debate sobre la reforma de la Jurisdicci¨®n Especial para la Paz (JEP) impulsada hace dos meses por el mandatario. El fallo implica que el jefe de Estado deber¨¢ ratificar la ley estatutaria del tribunal encargado de juzgar los cr¨ªmenes m¨¢s graves del conflicto armado, enterrando as¨ª los seis cambios u objeciones que hab¨ªa planteado. A esto se suma la liberaci¨®n del ex jefe de las FARC Jes¨²s Santrich que ha ordenado la Corte Suprema.
En la pr¨¢ctica, la Corte establece que las votaciones realizadas en el Congreso ya rechazaron los reparos del presidente, aunque este quiso dar la ¨²ltima palabra al Constitucional. La C¨¢mara de Representantes tumb¨® esa revisi¨®n por 110 votos frente a 44. El Senado lo hizo sin mayor¨ªa absoluta, con 47. La resoluci¨®n del tribunal, en cualquier caso, supone una impugnaci¨®n al criterio de Duque sobre la columna vertebral de los acuerdos de paz alcanzados en 2016 entre el Estado y la extinta guerrilla de las FARC.
"Present¨¦ esas objeciones y le dije al pa¨ªs que acatar¨ªa la decisi¨®n que tomara el Congreso de la Rep¨²blica", manifest¨® el mandatario tras conocer el fallo. "El Congreso tuvo el debate y fueron no aceptadas en la C¨¢mara y aceptadas en el Senado seg¨²n la interpretaci¨®n num¨¦rica, pero al quedar la duda tambi¨¦n dije que me someter¨ªa al veredicto de la Corte Constitucional. Hoy lo puedo decir con la frente en alto: la decisi¨®n que toma la Corte Constitucional la acato como colombiano y defensor de la legalidad, pero nunca dejar¨¦ de defender los principios que han motivado al pueblo colombiano para que tengamos una paz con justicia, una paz en la que todos creamos y as¨ª seguir¨¦ procediendo todos los d¨ªas de mi vida".
La presentaci¨®n de esa reforma ¡ªalentada especialmente por el sector m¨¢s duro del Centro Democr¨¢tico, el partido fundado por ?lvaro Uribe¡ª content¨® al expresidente y al ex fiscal general N¨¦stor Humberto Mart¨ªnez, pero contribuy¨® a reavivar la divisi¨®n pol¨ªtica en torno al proceso de paz. Y ha acabado por tener un efecto bumer¨¢n. Duque pretend¨ªa cambiar solo seis art¨ªculos y ya al principio de su mandato, el pasado mes de agosto, anunci¨® que propondr¨ªa algunas modificaciones a esa norma, que ya hab¨ªa sido examinada por el Constitucional. Sin embargo, seg¨²n el an¨¢lisis m¨¢s extendido entre los antiguos negociadores de la paz, esa revisi¨®n ten¨ªa una carga de profundidad, porque afectaba a la esencia de los acuerdos al poner en duda el funcionamiento de la justicia para la paz. Un sistema que su presidenta, Patricia Linares, califica de "tribunal de derechos humanos que aplica justicia restaurativa". En definitiva, un engranaje fundamental para una transici¨®n despu¨¦s de m¨¢s de medio siglo de violencia, 250.000 muertos y ocho millones de v¨ªctimas.
Se trataba de tocar los apartados de reparaci¨®n a las v¨ªctimas; la capacidad de verificaci¨®n del alto comisionado para la paz sobre quienes ingresaran en el sistema de justicia transicional; la relaci¨®n con la justicia ordinaria; los delitos de lesa humanidad; las condiciones de ofrecimiento de la verdad; y la extradici¨®n. Este ¨²ltimo punto resultaba especialmente pol¨¦mico por su repercusi¨®n en los equilibrios, cada d¨ªa m¨¢s delicados, del partido nacido de las FARC, la Fuerza Alternativa Revolucionaria del Com¨²n, que se sienta en el Congreso con cinco representantes y cinco senadores.?
Hoy mismo la Corte Suprema de Justicia orden¨® la liberaci¨®n del ex jefe guerrillero Jes¨²s Santrich, detenido y reclamado en extradici¨®n por Estados Unidos por un delito de narcotr¨¢fico. El alto tribunal determin¨® que debe ser juzgado como aforado ya que sobre el papel es representante a la C¨¢mara aunque nunca tom¨® posesi¨®n. Duque manifest¨® su respeto a "la institucionalidad y la independencia de poderes", pero quiso dejar claro que "el narcotr¨¢fico es un delito que le ha hecho un da?o enorme a esta sociedad". Y carg¨® sin matices contra el excombatiente: "No podemos dejar de llamar a las cosas por su nombre. Alias Jes¨²s Santrich es un mafioso y las evidencias que conoce el pa¨ªs son las de un mafioso que estaba negociando el env¨ªo de un cargamento de coca¨ªna". Aunque los casos son distintos, estas dos decisiones reflejan la dif¨ªcil convivencia entre la aplicaci¨®n de los acuerdos de paz ¡ªy todas sus derivadas¡ª y el proyecto pol¨ªtico del Gobierno.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.
Sobre la firma
M¨¢s informaci¨®n
Archivado En
- JEP
- OACP
- Bogot¨¢
- Proceso paz Colombia
- Cundinamarca
- Tribunales
- Conflicto Colombia
- Colombia
- Poder judicial
- FARC
- Gobierno Colombia
- Proceso paz
- Gobierno
- Grupos terroristas
- Guerrillas
- Sudam¨¦rica
- Guerra
- Terrorismo
- Administraci¨®n Estado
- Am¨¦rica
- Conflictos armados
- Pol¨ªtica
- Conflictos
- Administraci¨®n p¨²blica
- Justicia
- Redacci¨®n Colombia
- Edici¨®n Am¨¦rica