El preso
El gran problema es que Duque no tiene capital pol¨ªtico, su carrera ascendente a la presidencia se la debe al expresidente Uribe
La pasada semana, el gobierno de Iv¨¢n Duque recibi¨® tres golpes demoledores. Por un lado, la Corte Constitucional, el m¨¢ximo ¨®rgano judicial en Colombia, hundi¨® definitivamente las objeciones hechas por el mandatario a la ley estatutaria de la Jurisdicci¨®n Especial para la Paz (JEP). No debe olvidarse que el gobierno nacional convirti¨® estas objeciones en una bandera pol¨ªtica. Pero esta derrota no fue de un golpe fulminante, fue a pedazos y estruendosa. Hace poco m¨¢s de un mes el legislativo, en ambas c¨¢maras, hab¨ªa votado negativamente; la diferencia fue grande, el Centro Democr¨¢tico y el gobierno Duque hab¨ªa sido derrotados por mayor¨ªas aplastantes. As¨ª las cosas, la decisi¨®n del legislativo confirmaba que el gobierno tiene dificultades para hacer mayor¨ªas y la decisi¨®n de la Corte le hac¨ªa entender que el camino que escogi¨® de sabotear el proceso de la paz hab¨ªa fallado. Se botaron a la basura meses importante de trabajo legislativo y ejecutivo, al final para conseguir nada.
La segunda decisi¨®n fue la libertad del exjefe guerrillero Jes¨²s Santrich, ordenada por la Corte Suprema de Justicia. Santrich es acusado de haber conspirado para enviar coca¨ªna a los Estados Unidos luego de la firma del acuerdo de paz. La libertad y extradici¨®n de este exjefe guerrillero se convirti¨® en un nuevo cap¨ªtulo de la disputa pol¨ªtica colombiana. Sin embargo, a medida que fueron pasando los d¨ªas, hab¨ªa m¨¢s dudas que certezas sobre el comportamiento criminal del exjefe guerrillero. Incluso hay dudas sobre el papel de la fiscal¨ªa colombiana, que habr¨ªa participado en estrategias de entrampamiento que son ilegales en Colombia, con el solo objetivo de desprestigiar a la JEP. Igualmente, no se entregaron las pruebas completas y se habr¨ªan ocultado partes de ellas. En fin, una historia de saboteos y conspiraciones. Por ende, la justicia tom¨® la decisi¨®n que se habr¨ªa tomado en cualquier Estado de derecho: hay presunci¨®n de inocencia, se garantiza el debido proceso y obviamente los jueces, as¨ª medie un acuerdo de extradici¨®n, deben practicar pruebas. El miembro del ahora partido FARC sali¨® libre, pero sigue vinculado al proceso judicial.
Pero faltaba algo m¨¢s para cerrar la semana, el gerente general del Banco de la Rep¨²blica afirm¨® que la econom¨ªa est¨¢ estancada y la explicaci¨®n era la polarizaci¨®n pol¨ªtica que viene adelantando el gobierno Duque. Es decir, llevar al pa¨ªs a debates sin sentido y perdidos paraliz¨® la econom¨ªa. As¨ª, por ejemplo, la econom¨ªa creci¨® al 2,8, muy por debajo del 3,2 que era la meta esperada. El desempleo es el m¨¢s alto en los ¨²ltimos siete a?os y la regla fiscal la revent¨® el gobierno con malas decisiones econ¨®micas, tambi¨¦n el indice de confianza al consumidor se desplom¨® el mes de abril. En lugar de una recuperaci¨®n econ¨®mica hay unos s¨ªntomas preocupantes.
La pregunta es por qu¨¦ se lleg¨® a este punto y el interrogante siguiente es como hacer para salir de la par¨¢lisis institucional. La respuesta a la primera pregunta es que el presidente est¨¢ preso de su partido pol¨ªtico o de los sectores radicales del mismo. El gran problema es que Iv¨¢n Duque no tiene capital pol¨ªtico, su carrera ascendente a la presidencia se la debe al expresidente ?lvaro Uribe. En el pa¨ªs no hay nadie que se declare duquista y dentro de su partido se escuchan m¨¢s cr¨ªticas que apoyos. Por lo tanto, el presidente no puede tomar ninguna decisi¨®n sin consultar antes con ?lvaro Uribe. Si decidiera no seguir los consejos del hombre fuerte de su partido y se corriera al centro derecha o centro, es dif¨ªcil que all¨ª encuentre espacio. Como se dice popularmente: Entre la espada y la pared.
La respuesta a la segunda pregunta es a¨²n m¨¢s dram¨¢tica. Desde el inicio se dijo que el presidente Duque o era un t¨ªtere de ?lvaro Uribe o iba a ser un traidor. Cualquiera de las opciones que tomara le iba a traer fuertes problemas. Sin embargo, el presidente decidi¨® irse por el medio que es la peor de las decisiones. Ahora su popularidad esta en 30%, y ni siquiera ha cumplido el primer a?o de mandato.
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