Las investiduras de Maduro y Trump, dos pruebas de fuego para Petro
La pol¨ªtica exterior de Colombia se mueve con extrema cautela frente a la crisis poselectoral de Venezuela y el regreso del magnate republicano en Estados Unidos
La diplomacia colombiana no deja de hacer malabares en un enero convulso. Con escasos d¨ªas de diferencia, el vecino m¨¢s cercano y el principal socio de Colombia someter¨¢n a sendas pruebas de fuego el liderazgo internacional al que siempre ha aspirado Gustavo Petro. Este viernes, ser¨¢ la posesi¨®n presidencial en Venezuela despu¨¦s de que Nicol¨¢s Maduro se atribuy¨® el triunfo en las elecciones de hace un semestre sin mostrar ninguna evidencia cre¨ªble de ese resultado, ante el repudio del creciente n¨²mero de pa¨ªses que considera al opositor Edmundo Gonz¨¢lez el presidente electo ¨Cel r¨®tulo con el que fue recibido por Joe Biden este lunes en la Casa Blanca¨C. Apenas diez d¨ªas m¨¢s tarde, el republicano Donald Trump, en las ant¨ªpodas ideol¨®gicas de Petro, jurar¨¢ por segunda ocasi¨®n como presidente de Estados Unidos. Las dos investiduras dejan a contrapi¨¦ a la pol¨ªtica exterior del primer Gobierno n¨ªtidamente de izquierdas de la Colombia contempor¨¢nea.
Los ojos del mundo observan con lupa el desarrollo de los acontecimientos en Caracas. La oposici¨®n ha demostrado, con m¨¢s del 85% de las actas electorales en mano, que Edmundo Gonz¨¢lez dobl¨® en votos al heredero de Hugo Ch¨¢vez. Las cr¨ªticas arrecian contra la burla a la voluntad popular que ha puesto en marcha Maduro. Pero ning¨²n otro pa¨ªs se juega tanto como Colombia en su pol¨ªtica exterior hacia la Rep¨²blica Bolivariana, un vecino inc¨®modo con el que comparte una porosa frontera de 2.200 kil¨®metros e intercambios de todo tipo. Colombia es tambi¨¦n el principal receptor de la di¨¢spora, con cerca de tres millones de venezolanos en su territorio. El inminente conflicto diplom¨¢tico obliga a Bogot¨¢ a buscar un equilibrio dif¨ªcil de sostener en el tiempo para no quemar del todo los puentes con el chavismo, que adem¨¢s es garante en las negociaciones de la paz total con la guerrilla del ELN y las disidencias de las extintas FARC. Petro camina en arenas movedizas.
Aunque Bogot¨¢ le ha pedido en m¨¢s de una ocasi¨®n a Caracas respetar el derecho internacional, sus cr¨ªticas han sido t¨ªmidas. La oposici¨®n interna fustiga sin tregua a Petro por no condenar con contundencia al r¨¦gimen de Maduro. La Canciller¨ªa ha insistido en que no habr¨¢ reconocimiento de ganador alguno sin actas electorales, pero tampoco ruptura de relaciones, mientras que el propio Petro ha dicho que ¡°en su debido momento¡± decidir¨¢ si asiste o no a la toma de posesi¨®n. El tiempo se agota sin anuncio a la vista, y por lo pronto se da por descontado que Colombia estar¨¢ representada por el embajador en Caracas, Milton Rengifo, una presencia similar a la que se anticipa para M¨¦xico y Brasil. En una encuesta reciente de Cifras y Conceptos, el 90% de los consultados se mostr¨® en desacuerdo con que el Gobierno colombiano reconozca a Maduro, una figura ampliamente repudiada.
El canciller, Luis Gilberto Murillo, ha defendido las posturas diplom¨¢ticas de Colombia frente a la lluvia de cr¨ªticas provocadas por el fallido intento de mediar por una salida negociada, un esfuerzo conjunto con el brasile?o Lula que se diluy¨® sin resultados concretos. ¡°Nuestra posici¨®n ha sido clara, consistente y coherente con nuestra defensa de la democracia. Hemos dicho: no hubo actas, no hay reconocimiento. As¨ª de sencillo. Respetamos la soberan¨ªa de Venezuela, pero las actas son fundamentales. Nuestra relaci¨®n es de Estado a Estado¡±, dijo Murillo el mes pasado en una entrevista con este peri¨®dico. Ante el llamado del Congreso para reconocer a Edmundo Gonz¨¢lez, record¨® que la pol¨ªtica exterior es competencia del presidente.
La investidura de Trump, el 20 de enero, es otro oscuro nubarr¨®n en el horizonte de la diplomacia de Colombia, considerado el principal socio de Washington en la regi¨®n. Los frentes en los que Petro puede chocar con el magnate republicano son m¨²ltiples. El paso de migrantes por la selva del Dari¨¦n que marca la frontera con Panam¨¢, en camino a Estados Unidos; la estrategia frente a la crisis poselectoral en Venezuela y los niveles r¨¦cord de cultivos de coca en Colombia se anticipan desde ya como potenciales focos de tensi¨®n.
El colombiano es, entre otras, un abanderado de la lucha contra el cambio clim¨¢tico, como se encarg¨® de recordar este domingo. ¡°Si Trump decide no cumplir los acuerdos energ¨¦ticos para detener la crisis clim¨¢tica, no solo llevar¨¢ a su pa¨ªs al atraso tecnol¨®gico, algo parecido a Alemania, sino que acelerar¨¢ los conflictos violentos por el petr¨®leo y llevar¨¢ a la humanidad a vivir peores cat¨¢strofes de las hasta ahora vividas¡±, advirti¨® Petro en X, donde suele ser muy vocal en sus opiniones. ¡°Espero que sepa entender el Gobierno de Colombia, un Gobierno decidido a la transici¨®n energ¨¦tica¡±, apuntill¨®.
Ya en diciembre se hab¨ªa lanzado contra Trump en las redes sociales al salir en defensa de la soberan¨ªa de Panam¨¢, ante la amenaza del estadounidense de ¡°recuperar¡± el Canal cuando regrese al poder. ¡°El presidente Trump se ha equivocado y contradicho¡±, escribi¨® entonces. ¡°Si no quiere mir¨ªadas pasando el Dari¨¦n, incrementadas por millones desde Panam¨¢ hasta M¨¦xico, debe entender que depender¨¢ de la prosperidad y libertad de nuestros pueblos¡±, a?adi¨® en un emotivo mensaje que hac¨ªa referencia a los migrantes. Los malos augurios para las relaciones bilaterales se han visto acentuados por la designaci¨®n como secretario de Estado del senador Marco Rubio, un viejo cr¨ªtico de Petro muy duro en sus posturas, entre otras, hacia el r¨¦gimen chavista de Venezuela.
Colombia insistir¨¢ en buscar un acuerdo para Venezuela en el Consejo de Derechos Humanos de la ONU
La violación sistemática de derechos humanos en Palestina, la libertad del expresidente peruano Pedro Castillo y la búsqueda de una salida para la crisis venezolana serán las tres prioridades de Colombia en el Consejo de Derechos Humanos de Naciones Unidas, donde ocupa por primera vez un asiento desde el 1 de enero y por los próximos tres años. Así lo anunció el presidente Gustavo Petro este fin de semana, en un mensaje que se hizo eco de tres de sus mayores obsesiones en política exterior. El mandatario incluso rompió relaciones con Israel, al que acusa sin ambages de cometer un genocidio en la Franja de Gaza. Su defensa irrestricta de Castillo, que para la mayoría de la comunidad internacional intentó perpetrar un autogolpe, ha provocado una ruidosa crisis en las relaciones con Perú. Sus críticos además la recuerdan la incoherencia de condenar la detención de Castillo como un golpe de Estado mientras es mucho más tímido al momento de calificar la crisis poselectoral de Venezuela. “Buscaremos un acuerdo político en Venezuela para garantizar derechos y libertades de su ciudadanía”, señaló Petro en su mensaje sin entrar en mayores detalles.
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