Emily Atallah, escritora: ¡°Cuando nos conectamos con nosotros mismos, la soledad ya no nos asusta¡±
La ¡®coach¡¯ acaba de publicar un libro en el que plantea que es posible darle la vuelta a la soledad y verla como una oportunidad
Despu¨¦s de estudiar Administraci¨®n de Empresas y seguir una carrera en los negocios de su familia durante 25 a?os, Emily Atallah (Bogot¨¢, 57 a?os) atraves¨® una crisis existencial y le dio un giro a su vida. Decidi¨® dedicarse a hacer algo que realmente le apasionara, porque los negocios no eran su mayor deseo. Curs¨® una maestr¨ªa en Ciencias de la Familia de la Universidad An¨¢huac de M¨¦xico y de all¨ª pas¨® a una formaci¨®n en coaching existencial logoterap¨¦utico. Desde entonces se dedica a ello mientras se hace preguntas existenciales. Una de esas, dice, es qu¨¦ es la soledad, una que intenta responder en su nuevo libro, ¡®La soledad elegida¡¯.
Pregunta. ?C¨®mo hablar de que la soledad puede ser buena cuando la OMS afirma que es un problema de salud p¨²blica mundial?
Respuesta. Precisamente esa es la invitaci¨®n de mi libro. Estamos en una epidemia tal de soledad que necesitamos verla de una manera diferente. En lugar de tenerle miedo y tratar de barrerla debajo del tapete, debemos entender que los momentos de soledad son oportunidades para reconectarnos con nosotros. Es un proceso, pero si cada vez que nos sentimos solos empezamos a hacer scroll en el celular o nos vamos de compras, no nos damos el espacio necesario para reconocer la emoci¨®n que estamos sintiendo. Puede parecernos fea, pero va a pasar y poco a poco vamos a ir reconectando con nosotros mismos. Por eso se llama la soledad elegida: no es que yo quiera estar sola, es que elijo verla de otra manera.
P. ?C¨®mo es posible convertir la soledad en algo positivo?
R. Es un proceso. Cuando uno se siente inmensamente solo es dif¨ªcil llegar a decir ¡°s¨ª, esto es lo que quiero¡±. Esa soledad nos confronta con las emociones que no nos gustan, la tristeza, el dolor, la incertidumbre, la angustia. Darle la vuelta no es f¨¢cil, pero creo que si uno se da el espacio para empezar a conocerse mejor, para saber qui¨¦n es, qu¨¦ es lo que quiere de la vida, para empezar a centrarse en uno mismo, la soledad cambia. Porque la soledad es b¨¢sicamente desconexi¨®n, interior y de todo lo que est¨¢ alrededor. Todo lo que tenga que ver con conexi¨®n conmigo misma es importante, como el cuidado personal, el amor propio o el autoconocimiento en todas sus formas. Tambi¨¦n lo es la conexi¨®n con el entorno, qu¨¦ me gusta hacer, con qui¨¦n me gusta estar, c¨®mo reval¨²o mis v¨ªnculos. A veces uno se siente inmensamente solo aunque tiene mucha gente alrededor, porque esos v¨ªnculos est¨¢n desconectados.
P. ?C¨®mo se conecta uno con uno mismo?
R. Para m¨ª es s¨²per importante empezar por la pausa, por el silencio. Eso incluye varias cosas: detenerse f¨ªsicamente, estar en quietud absoluta para empezar a hacer silencio interior y exterior. No se trata de meditar o de quedarnos quietos una hora, con que lo hagamos cinco minutos en el d¨ªa conseguimos ese silencio interior necesario para no enredarnos con tantos pensamientos, con tantas creencias. Es vaciar un poquito la mente de tanto juicio, de todo lo que nos imaginamos que va a suceder y nunca sucede. No es poner la mente en blanco, simplemente acallarla un poco. Necesitamos m¨¢s silencio y m¨¢s pausa, m¨¢s conexi¨®n con la naturaleza. Despu¨¦s del silencio debemos empezar a reflexionar y a aceptar lo que tenemos el d¨ªa de hoy, estar muy en el presente. As¨ª nos vamos conectando con lo que somos, con lo que tenemos, con lo que queremos ser.
P. Los estudios han encontrado que las personas viven m¨¢s y mejor si tienen buenas relaciones; usted menciona en el libro que los seres humanos somos seres sociales ?C¨®mo se relaciona esa soledad elegida con esa importancia de la socializaci¨®n?
R. S¨ª, somos seres sociales, pero primero somos seres solos. Nacemos y morimos solos. Nuestra vida es nuestra propia responsabilidad, de nadie m¨¢s. Hasta ah¨ª estamos solos, pero necesitamos de los otros para conectar, para ser vistos, para evolucionar. Cuando uno se siente inmensamente solo porque est¨¢ desconectado de todo lo dem¨¢s, vive una soledad que enferma. Esa es la soledad que mata, que nos lleva al vac¨ªo existencial, a tantos problemas de salud mental. Esa es la soledad que no queremos. La otra soledad, la que nos lleva a conectar con nosotros, con los dem¨¢s y con todo, es una soledad que nos ayuda a crecer, a conectar desde la abundancia y no desde la necesidad. No estoy con otra persona porque me llena el vac¨ªo o me quita esta sensaci¨®n de soledad, estoy con la otra persona porque comparto mi vida, porque hay una conexi¨®n y un encuentro.
P. El libro tiene ejercicios, preguntas y reflexiones. ?Cu¨¢l es el objetivo?
R. Llevar a una reflexi¨®n sobre la propia soledad. La soledad es muy personal.
P. ?Por qu¨¦ es necesaria esa introspecci¨®n en el proceso de conseguir la soledad elegida?
R. Porque es a partir de que conecto conmigo misma, me entiendo y s¨¦ qu¨¦ es lo que estoy atravesando, que puedo salir y conectar con el otro o con mi entorno, con mis circunstancias. El libro mismo es introspecci¨®n, es reflexi¨®n ante lo que siento y pienso acerca de la soledad.
P. Escribe sobre la soledad de la mujer y la soledad del hombre. ?Cu¨¢les son las diferencias?
R. Creo que hay unas diferencias en c¨®mo se perciben. Tenemos creencias muy arraigadas por las que a un hombre solo lo vemos como un in¨²til. Un hombre queda viudo y la familia le est¨¢ consiguiendo se?ora al d¨ªa siguiente. Aunque eso est¨¢ cambiando un poco, vemos muchos hombres en sus treinta o sus cuarenta, que eligen estar solos. En cambio, a las mujeres se nos invisibiliza mucho la soledad, porque muchas tenemos hijos al lado, pero uno puede tener once hijos y estar inmensamente sola. Y si queda viuda o est¨¢ soltera, entonces se hace cargo de sus pap¨¢s viejitos, porque se cree que la mujer sola no tiene nada qu¨¦ hacer. Eso no es as¨ª.
P. ?Es posible vivir bien con la soledad elegida?
R. La soledad nos va a acompa?ar siempre. S¨ª es posible vivir mejor, porque cuando nos conectamos con nosotros mismos ya no nos asusta. Es como cuando uno est¨¢ a oscuras y siente que hay un monstruo que lo est¨¢ atacando. En el momento en que se vuelve amigo deja de ser un monstruo.
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