Todos los matices del verde
Un an¨¢lisis de la actualidad internacional a trav¨¦s de art¨ªculos publicados en medios globales seleccionados y comentados por la revista 'CTXT'
?Y si Trump tuviera un plan? M¨¢s all¨¢ de la caricatura ofrecida por la mayor¨ªa de medios de comunicaci¨®n, el economista estadounidense Michael Hudson apunta a esa posibilidad en la pasada edici¨®n dominical de Counterpunch. ¡°Lo que parece en la superficie no ser m¨¢s que una guerra comercial es realmente una guerra fr¨ªa 2.0 con todas las de la ley¡±, escribe Hudson. Seg¨²n el autor, ¡°la diplomacia estadounidense busca hacer a otros pa¨ªses dependientes de sus exportaciones agr¨ªcolas, su petr¨®leo (o el petr¨®leo de pa¨ªses que EE UU y sus aliados controlan), informaci¨®n y tecnolog¨ªa militar¡±. Esta dependencia comercial, sigue, permitir¨ªa ¡°a los estrategas estadounidenses imponer sanciones que privar¨ªan a las econom¨ªas de alimentos b¨¢sicos, energ¨ªa, comunicaciones y piezas de recambio si se resisten a sus demandas¡± hasta que ¡°el socio comercial se rinda¡± despu¨¦s de una etapa de ¡°austeridad y sufrimiento¡±. El objetivo, explica Hudson, es ¡°obtener el control financiero de los recursos mundiales y hacer que los socios comerciales paguen intereses, licencias y precios altos por productos en los que Estados Unidos goza de una posici¨®n de monopolio por propiedad intelectual".
Sin embargo, el economista ve dos problemas en esta estrategia. El primero, que el presidente estadounidense no puede ejecutarla ¡°sin ponerse en contra a los granjeros, Wall Street y la bolsa, Walmart y buena parte del sector de las nuevas tecnolog¨ªas en plenas elecciones si sus aranceles en China incrementan el coste de vida y el de hacer negocios.¡± El segundo, que empuja a Europa y Asia a alcanzar ¡°la independencia comercial, financiera, alimenticia y tecnol¨®gica¡±, lo que parad¨®jicamente podr¨ªa llegar a dejar a ¡°EE UU aislado en el emergente multilateralismo". Bajo estas condiciones, concluye, ¡°el efecto de las amenazas comerciales s¨®lo puede ser acelerar los esfuerzos de otros pa¨ªses para ser autosuficientes econ¨®micamente¡± frente a un EE UU (y buena parte de Europa) que se ha convertido en una econom¨ªa de tipo rentista basada en la especulaci¨®n mientras ¡°su infraestructura decae y su mercado laboral se degrada en una econom¨ªa uberizada".
Buscando al mejor candidato contra Trump
En paralelo, el Partido Dem¨®crata sigue prepar¨¢ndose para las primarias de las que habr¨¢ de salir su candidato a las elecciones presidenciales de 2020. The New Yorker dedic¨® un extenso perfil a Elizabeth Warren. La senadora de Massachusetts, de 69 a?os, va consolid¨¢ndose como potencial candidata en las encuestas gracias a una s¨®lida campa?a en contacto directo con los votantes y una trayectoria coherente, basada en d¨¦cadas de haber advertido ¡°a los estadounidenses sobre los efectos perniciosos de la desigualdad salarial, las grandes corporaciones depredadoras y la deuda de consumo, as¨ª como los fracasos de nuestro sistema financiero, cuestiones que est¨¢n en el centro de esta campa?a.¡± Y por si hac¨ªa falta, la revista Jacobin se encargaba de subrayarlo se?alando c¨®mo desde 1989 el 1% de la poblaci¨®n ha visto aumentar sus ingresos en 21 billones de d¨®lares mientras el 50% de la parte inferior de esa misma tabla los ha visto desplomarse en 900.000 millones. Elizabeth Warren habr¨¢ de disputarse el puesto, como bien apunta The Wall Street Journal, con Bernie Sanders, que no pierde el empe?o.
Con todo, el favorito del establishment para oponerse a Trump ¨Cque anunci¨® oficialmente en Florida que optar¨¢ a la reelecci¨®n¨C sigue siendo Joe Biden, quien en un acto con donantes se mostr¨® en contra de ¡°demonizar a quienes han hecho dinero¡± ya que ¡°hay tantos patriotas ricos como pobres¡±, seg¨²n informaba Bloomberg. ¡°?Qu¨¦ tipo de gas hilarante institucional han estado inhalando los dem¨®cratas para convencerse de que otro candidato de centro-derecha con todav¨ªa menos talento ret¨®rico que Hillary Clinton podr¨ªa derrotar a Trump?¡±, se preguntaba Jeffrey St. Clair. The Washington Post iba m¨¢s all¨¢ y se?alaba que los medios ya convirtieron antes de las elecciones a Clinton en 2016 en ganadora frente a Trump, quien, por lo dem¨¢s, y como escrib¨ªa la periodista de Salon Amanda Marcotte en su cuenta de Twitter, preferir¨ªa al antiguo vicepresidente como rival, repitiendo ¡°la estrategia de ¡®ambos lados son lo mismo, no te molestes en votar¡¯, dirigida directamente a los dem¨®cratas j¨®venes". Para Marcotte, ¡°la ¨²nica manera de prevenir este resultado es nominar a alguien que cree un claro contraste con Trump, y Biden no lo ofrece".
Sabotaje el¨¦ctrico
De esa guerra fr¨ªa 2.0 de la que habla Hudson nos enteramos por The New York Times que ¡°Estados Unidos est¨¢ intensificando sus incursiones digitales en la red el¨¦ctrica rusa¡±. Seg¨²n el peri¨®dico estadounidense, ¡°la estrategia de Estados Unidos ha pasado m¨¢s hacia el ataque y ha colocado software malicioso (malware) potencialmente incapacitante dentro del sistema ruso en una magnitud y agresividad que nunca antes se hab¨ªa intentado¡±. El objetivo, a?ade, es ¡°advertir¡± y ¡°preparar el terreno para ejecutar un ataque cibern¨¦tico si se presentara un conflicto importante entre Washington y Mosc¨²". ?Hasta qu¨¦ punto ¨Csi lo han hecho y no se trata de un bluf¨C han penetrado los hackers estadounidenses en la red el¨¦ctrica rusa? Horas despu¨¦s la agencia Interfax informaba de que el Ministerio de Energ¨ªa ruso no s¨®lo no ve¨ªa ning¨²n peligro, sino que est¨¢ trabajando desde hace tiempo para eliminar esos riesgos a la seguridad. El portavoz del Kremlin, Dmitri Peskov, lament¨® en unas afirmaciones recogidas por la agencia Tass que ¡°una ciberguerra contra Rusia sea haya convertido ¡°en una posibilidad¡± y revel¨® que ¡°¨¢reas vitales de nuestra econom¨ªa est¨¢n bajo continuo ataque desde el exterior". ¡°No es dif¨ªcil ver que si una informaci¨®n similar sobre el ataque inform¨¢tico a la red el¨¦ctrica estadounidense y la posibilidad de un apag¨®n en Estados Unidos hubiese aparecido en la prensa rusa o china hubiera estallado un esc¨¢ndalo de proporciones ¨¦picas en Washington¡±, observaba Ivan Dan¨ªlov en un art¨ªculo de opini¨®n publicado por la agencia RIA Novosti.
Sin alejarse mucho del tema, esta semana tambi¨¦n el relator especial de la ONU para la libertad de expresi¨®n, David Kaye, reclam¨® una moratoria en la exportaci¨®n, venta, transferencia y uso de software de espionaje (spyware). ¡°La vigilancia de determinadas personas, con frecuencia periodistas, activistas, pol¨ªticos opositores, cr¨ªticos y otros que ejercen su derecho a la libertad de expresi¨®n, ha conducido a la detenci¨®n arbitraria, en ocasiones la tortura y posiblemente asesinatos extrajudiciales¡±, declar¨® Kaye en una rueda de prensa en Ginebra de la que se hicieron eco varios medios. Kaye cit¨® los ejemplos de Pegasus, un spyware de origen israel¨ª, y FinSpy, de origen germano-brit¨¢nico.
En Internet todo el mundo se mueve ya como pez en el agua, que es tanto como decir no s¨®lo con facilidad, sino inconsciente del medio en el que se encuentran. Como muestra, el blog Current Events Inquiry explicaba esta misma semana c¨®mo un agente del FBI cometi¨® un error al entregar una documentaci¨®n, revel¨¢ndose como un comentarista an¨®nimo del foro 8chan, donde alimentaba teor¨ªas de la conspiraci¨®n que relacionaban el tiroteo en la sinagoga de Powey con Rusia. Claro que, como detalla la periodista Rania Khalek en un reciente v¨ªdeo publicado en redes, en los esfuerzos de la administraci¨®n estadounidense por influir en los procesos democr¨¢ticos de otros pa¨ªses ¨Cdesde Cuba hasta China pasando por Ir¨¢n¨C y hasta del suyo propio se invierten sumas millonarias, y, sobre todo, pasan desapercibidos para la mayor¨ªa de la opini¨®n p¨²blica. Frente al p¨¢nico generado por el Russiagate, los periodistas que se dedican a indagar este otro asunto deben sentirse como Guybrush Threepwood se?alando al mono de tres cabezas de Monkey Island...
Una capa de verde y listo
En Alemania Los Verdes/Alianza 90 van al alza en las encuestas, igualando e incluso superando a la CDU de Angela Merkel, y ya hay quien ve a su copresidente, Robert Habeck, como canciller, aunque ello, como recoge el semanario Der Spiegel en su edici¨®n digital, obligar¨ªa a la formaci¨®n a despedirse de la paridad de g¨¦nero en su direcci¨®n. ?Pero qui¨¦n es Habeck? Telepolis nos ofreci¨® un retrato muy alejado de las beat¨ªficas versiones que de Los Verdes ofrecen la mayor¨ªa de medios de comunicaci¨®n. Como responsable de la cartera de medio ambiente del estado federado de Schleswig-Holstein de 2012 a septiembre de 2018, Habeck apoy¨® la construcci¨®n de una terminal LNG que recibir¨¢ gas natural licuado de origen estadounidense obtenido con t¨¦cnicas de fracking y transportado en grandes cargueros desde el otro lado del Oc¨¦ano, dejando una cicl¨®pea huella contaminante. Partido ecologista, lo llaman. Los Verdes del Estado de Baja Sajonia, el Land vecino, se oponen a la construcci¨®n de la terminal. La diferencia, comenta con sorna Telepolis, ¡°es que all¨ª se sientan en la bancada de la oposici¨®n y no en la del gobierno". A pesar de que la asociaci¨®n Deutsche Umwelthilfe desaconsej¨® a finales de mayo su construcci¨®n en el emplazamiento actual por su proximidad con la central nuclear de Br¨¹nsbuttel, Los Verdes no han retirado su apoyo al proyecto ¡°y Habeck guarda silencio, al contrario que su sonoro rechazo a la construcci¨®n del gasoducto NordStream 2¡±.
El autor del art¨ªculo, Joachim Schappert, atribuye el ¨¦xito de Habeck a su capacidad de ¡°ofrecer a muchas personas una pantalla en la que proyectar sus miedos y sus esperanzas". Algo que ha criticado repetidamente una de sus fundadoras, Jutta Ditfurth, para quien Los Verdes son grandes especialistas en presentarse como una novedad a pesar de que llevan m¨¢s de tres d¨¦cadas participando en todo tipo de coaliciones de gobierno. Para Ditfurth ¨Cque en 2011 public¨® un ajuste de cuentas en forma de libro¨C, ¡°la c¨²pula del partido parece dise?ada por una agencia de relaciones p¨²blicas¡±. En la ¨²ltima entrevista concedida por la activista, al diario Die Welt, denunciaba la hipocres¨ªa y superficialidad del partido: ¡°No hablan de modificar las condiciones de producci¨®n para revertir la cat¨¢strofe clim¨¢tica, poner fin a las deportaciones o las leyes policiales antidemocr¨¢ticas, sino sobre la cuesti¨®n de si la se?ora [Annalena] Baerbock [la copresidenta de Los Verdes] lleva una nueva cazadora de cuero¡±.
Darle una capa de verde al sistema actual no ser¨ªa un problema si la desertificaci¨®n no avanzase imparable: seg¨²n el servicio de noticias de la ONU, hasta 24.000 millones de toneladas de tierra f¨¦rtil se pierden anualmente como consecuencia de este fen¨®meno clim¨¢tico, afectando a la vida de millones de personas. De entrar en el Gobierno en coalici¨®n con los conservadores, Los Verdes tambi¨¦n tendr¨ªan que hacer frente a una econom¨ªa para la que no hay precisamente buenos pron¨®sticos. Rudolf Hickel alertaba esta semana en el semanario Der Freitag sobre c¨®mo ¡°se multiplican las malas noticias¡± para ¡°los 30 gigantes del DAX¡± debido a la financiarizaci¨®n de la econom¨ªa y la arrogancia de los directivos. El t¨ªtulo del art¨ªculo lo dec¨ªa todo: ¡°El ¨¢guila ha comenzado a caer en picado¡±.
Cincuenta a?os de Open University
Adem¨¢s del color de los billetes de d¨®lar y de los partidos ecologistas, el verde es tambi¨¦n el color de la esperanza, dicen. De las varias efem¨¦rides de esta semana, qued¨¦monos con una modesta, pero importante: la de los 50 a?os de la apertura de la Open University (OU) en Reino Unido. La revista Tribune public¨® un art¨ªculo conmemorando el aniversario de esta instituci¨®n de educaci¨®n a distancia creada por el Gobierno laborista de Harold Wilson. Como recuerdan los autores del art¨ªculo, Angela Rayner y Gordon Marsden, el proyecto tuvo que superar la oposici¨®n de los conservadores y los retrasos en la construcci¨®n del campus en Milton Keynes. Una de sus impulsoras, Jennie Lee, anim¨® a los obreros a hacer un esfuerzo adicional para cumplir con el plazo. ¡°No est¨¢is construyendo una universidad para los ricos, sino para vosotros mismos¡±, afirm¨®. En julio de 1970 hasta 43.000 estudiantes se matricularon en la UO.
Ahora la Lifelong Learning Commission del Partido Laborista quiere retomar el testigo de aquellos activistas para defender la visi¨®n de la educaci¨®n ¡°como un bien p¨²blico¡± y no ¡°como una mercanc¨ªa, un producto de consumo que se puede conseguir compitiendo en vez de colaborando¡±. El plan de esta comisi¨®n consiste en ¡°integrar la educaci¨®n superior y a distancia en un marco de aprendizaje a lo largo de toda la vida, incluyendo iniciativas locales de los ayuntamientos, cooperativas, sindicatos y otros grupos¡± y expandir as¨ª ¡°la habilidad de la gente para aprender mientras trabajan y viceversa¡±, recordando que ¡°la educaci¨®n no es algo que simplemente se martillea a los alumnos, sino un proceso que los empodera y pone a trabajar sus talentos y sus aspiraciones.¡±
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