Trump pide a los votantes que se rebelen en contra de la ¡°izquierda radical¡±en las elecciones de 2020
El presidente de EE UU presenta su campa?a para la reelecci¨®n en tono de revancha. Demoniza de nuevo la inmigraci¨®n ilegal y acusa a los dem¨®cratas de impulsar investigaciones injustas
Donald Trump lanz¨® este martes por la noche su campa?a para la reelecci¨®n en 2020 pidiendo el voto contra ¡°la izquierda radical¡±, rescatando anhelos y fantasmas de la campa?a de hace cuatro a?os, incluida Hillary Clinton, fuera de la ecuaci¨®n. Rodeado de miles de seguidores en un pabell¨®n de Orlando, el republicano sac¨® pecho por la buena marcha de la econom¨ªa, pero los miedos movilizan m¨¢s que las satisfacciones, as¨ª que carg¨® duramente contra la inmigraci¨®n ilegal. Tambi¨¦n acus¨® a los dem¨®cratas de no haber aceptado su victoria en 2016 y de haber provocado todas las investigaciones que se ciernen sobre su figura. El republicano es el ganador que debe preservar el t¨ªtulo, pero consigui¨® que pareciera una revancha. ¡°Lo ¨²nico que estos pol¨ªticos corruptos entender¨¢n es un terremoto en las urnas¡±, clam¨®. En la calle, otras placas s¨ªsmicas se mov¨ªan: miembros del grupo de ultraderecha Proud Boys se cruzaban gritos contra manifestantes anti-Trump.
La cola impresionaba a las cinco de la tarde. Recorr¨ªa varias manzanas, sugiriendo que algunos quedar¨ªan fuera del estadio ¡ªcon capacidad para 20.000 personas¡ª y seguir¨ªan el espect¨¢culo en las pantallas gigantes en los jardines exteriores. Al final, sin embargo, casi todo el mundo pudo entrar y fuera la cosa muri¨® en cuanto empez¨® a llover. ¡°?Usted ve esta fila que espera para entrar? A la gente le molesta que la gente se la salte y eso es lo que est¨¢ pasando con la inmigraci¨®n. Mis abuelos vinieron aqu¨ª haciendo todos los papeles¡±, dec¨ªa a la entrada Juan Chac¨®n, de 38 a?os, nacido en Los ?ngeles y de origen mexicano.
No resulta tan ex¨®tico como parece encontrarse a un nieto de inmigrantes con nombre hispano en un mitin del republicano, los m¨ªtines son precisamente ese momento en el que siempre aparece alguien con un cartel que dice "Hispanos por Trump" o "Veteranos por Trump" o "Afroamericanos por Trump" o "Mujeres por Trump" o "LGBT por Trump"... Este martes solo faltaba el de "Dem¨®cratas por Trump". A cualquiera que se le preguntara por qu¨¦ iban a votar de nuevo, lo primero que se?alaban era la creaci¨®n de empleo, lo segundo, algo m¨¢s gaseoso: ¡°Es un gran presidente¡± o ¡°este pa¨ªs estaba muy mal antes¡±. ?Qu¨¦ quiere decir exactamente? Y entonces sol¨ªa salir la inmigraci¨®n.
Trump la demoniz¨® en su discurso a varios niveles y acus¨® a los dem¨®cratas de ¡°traicionar a la clase media americana¡± con su ¡°pol¨ªtica de fronteras abiertas¡±. Asegur¨® que los inmigrantes irregulares provocan que los trabajadores estadounidenses vean mermados sus salarios por la competencia que suponen y que los ni?os en las escuelas ¡°viven amenazados por los miembros de bandas como la MS-13¡±. Nombr¨® el muro que prometi¨® construir en M¨¦xico, asegur¨® que se estaba haciendo, pero presumi¨® poco de ello, bloqueado como est¨¢ el proyecto por el Congreso. La frontera sur experimenta desde hace meses la llegada masiva de emigrantes sin papeles, sobre todo por el aumento de familias centroamericanas que huyen de la miseria y la violencia. La imagen de caravanas de emigrantes cruzando M¨¦xico para llegar a Estados Unidos a pedir asilo se han convertido en munici¨®n electoral para el republicano.
El discurso de este martes fue especialmente hiperb¨®lico. La victoria de 2016 hab¨ªa sido ¡°la mejor de la historia¡±: el lema electoral, Make America great again ¡ª¡°Haz Am¨¦rica grande de nuevo¡±¡ª, el m¨¢s redondo del mundo; y la investigaci¨®n a cargo del fiscal especial Robert S. Mueller sobre la trama rusa (la injerencia electoral del Kremlin y la posible colaboraci¨®n del equipo de Trump), el peor ataque contra un presidente. Todo es superlativo en los m¨ªtines del neoyorquino. Mueller consider¨® probada la injerencia pero no hall¨® pruebas de connivencia entre su c¨ªrculo y Mosc¨². El presidente acus¨® a la oposici¨®n de no aceptar la derrota: "A nuestros opositores dem¨®cratas radicales les mueve el odio y la rabia. Quieren destruirnos y quieren destruir nuestro pa¨ªs tal y como lo conocemos". Tach¨® a la prensa de ¡°mentirosa¡± y denunci¨®: ¡°Llevamos dos a?os y medio bajo asedio¡±.
Del Make al Keep America great again #TrumpOrlandoRally pic.twitter.com/xY7IbehrwA
— Amanda Mars (@amanda_mars) June 18, 2019
Entre los seguidores, el ambiente era una mezcla de euforia y orgullo. M¨¢s que un mitin, la noche se convirti¨® especie de autohomenaje del trumpismo, acto de afirmaci¨®n. ¡°Haz que los liberales lloren de nuevo¡±, llevaban como lema algunas camisetas. ¡°Trump es el pu?etero presidente¡±, llevaban otras. Los miembros del grupo ultra Proud Boys gritaban con altavoz a los manifestantes anti-Trump que Trump era su presidente y lo iba a ser cuatro a?os m¨¢s. Estos respond¨ªan con acusaciones de corrupci¨®n y llamamientos al impeachment (destituci¨®n).
Hace cuatro a?os, cuando lanz¨® su campa?a a la presidencia en Nueva York, ya agit¨® la bandera contra los indocumentados, acusando a M¨¦xico de estar enviado a la frontera a sus ¡°violadores¡±. Pero entonces era Trump, el showman, el presentador de programas de telerrealidad, el rico fanfarr¨®n, el famoso estridente. Una decena de republicanos con muchas m¨¢s probabilidades entonces ¡ªun Bush (Jeb), un senador muy consolidado en Washington (Ted Cruz), por ejemplo¡ª se hab¨ªan presentado a las primarias y la intentona de este constructor parec¨ªa el gran chiste de la campa?a. La era Trump no solo es una realidad hoy, sino que tiene opciones durar dos mandatos.
Ahora son los dem¨®cratas los que tienen un jard¨ªn de 20 aspirantes para la candidatura a la presidencia. As¨ª que Trump, a falta de un rival concreto al que dirigir las naves, dej¨® caer alguna que otra puya al ¡°dormil¨®n¡± Joe Biden, y al ¡°loco¡± Bernie Sanders, los que lideran las encuestas. Pero el grueso del ataque, aunque parezca sorprendente, se lo llev¨® Hillary Clinton, a la que derrot¨® en 2016. Trump record¨® varias batallitas de la campa?a anterior, desde la metedura de pata de la excandidata, cuando llam¨® ¡°deplorables¡± a los trumpistas, hasta el caso del uso de un servidor privado de correo cuando era secretaria de Estado.
El republicano lanz¨® alg¨²n gui?o a los conservadores cristianos, prometiendo prohibir el aborto ¡°en ¨²ltimos estadios de gestaci¨®n¡± en un momento en el que este derecho se ha convertido en una batalla nacional. Por lo dem¨¢s, todo parec¨ªa un dej¨¤ vu. Hasta el lema solo ha variado a ¡°Mantengamos Am¨¦rica grande¡±. Un remake.
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