?Y las prioridades?
Los recortes a cultura, ciencia y al deporte parece que se tratan de, m¨¢s que un asunto de austeridad y dinero, un tema de poder y control
Uno, quiz¨¢ por ingenuo, piensa que las prioridades del Gobierno mexicano tendr¨ªan que estar claras. Y que existen, al menos, tres ¨¢reas especialmente sensibles para atender: la inseguridad, la pobreza y la crisis migratoria. ?Por qu¨¦ son ¨¢reas cruciales? Vamos paso a paso. Las cifras oficiales hablan de que se perpetraron 17.500 homicidios dolosos en los primeros seis meses de gobierno (489 de ellos identificados como feminicidios). Hay, por tanto, una violencia que desborda a las autoridades. Es evidente que la ola criminal viene de lejos. M¨¦xico lleva m¨¢s de un decenio padeci¨¦ndola: no se trata de un asunto coyuntural ni de un plan para desestabilizar a esta Administraci¨®n en espec¨ªfico, como se ha pretextado. Tambi¨¦n es evidente que ning¨²n otro tema puede ser tan importante. Todos los derechos dependen del derecho a la vida.
?Qu¨¦ ha hecho el Gobierno al respecto? Minimizar las cifras (cosa que hicieron antes las administraciones panistas y priistas) y lograr la aprobaci¨®n de una Guardia Nacional, civil en el papel y militar en los hechos, que, de momento, ha sido desplegada en el sureste. Pero no para atajar la violencia sino para contener la corriente migratoria centroamericana.
M¨¢s datos. El empleo es el mecanismo indispensable para combatir la pobreza. Pues en mayo de 2019 se registr¨® un derrumbe de 88 % en la creaci¨®n de puestos de trabajo, en comparaci¨®n con el mismo periodo del a?o anterior. Y las cifras sumadas del ¨²ltimo a?o dan como resultado un aumento de 2.4 %, el m¨¢s bajo desde 2010. N¨²meros inquietantes. Como inquietante es que el presidente intente rebatir el dato aduciendo que no incluye a los beneficiarios de programas sociales (pese a que el criterio para recontar es el registro que el patr¨®n debe hacer ante el Seguro Social, y al que no tienen derecho los adheridos a esos programas). La discusi¨®n est¨¢ abierta, si se quiere. El hecho incuestionable es que hay focos amarillos en el horizonte. Y que los programas sociales no pueden sustituir, econ¨®mica y socialmente, al empleo formal.
Y llegamos a la migraci¨®n. El Gobierno inici¨® su periodo comprometi¨¦ndose a una pol¨ªtica m¨¢s humana y solidaria con los migrantes. Pero las presiones (o, dig¨¢moslo claro, el chantaje) de Donald Trump, el presidente de EE UU, echaron abajo esa postura. M¨¦xico se vio obligado a cambiar de discurso y ya funge como la primera l¨ªnea de blindaje para el vecino del norte. Se ha intentado compensar esta incongruencia al anunciar algunos apoyos para Centroam¨¦rica, s¨ª, pero eso no resuelve el problema de fondo: la crisis humanitaria en el sureste, el recrudecimiento de la xenofobia mexicana, la victoria pol¨ªtica que se le cedi¨® a Trump.
Y ahora viene lo mejor. Si estos temas, complejos y riesgosos como son, est¨¢n muy lejos de resolverse y requerir¨¢n, tan solo para atenderlos, una multiplicaci¨®n de esfuerzos y recursos ?por qu¨¦ el Gobierno se abre m¨¢s frentes de batalla? Resulta extra?o, por ejemplo, que dedique tanto tiempo y afanes a polemizar con cient¨ªficos, acad¨¦micos, deportistas de alto rendimiento y artistas (sectores que, por cierto, por a?os y mayoritariamente, dieron apoyo pol¨ªtico al ahora presidente). Los recortes presupuestarios, los amagos de recortes a¨²n mayores pero, sobre todo, la suficiencia y el desd¨¦n con que el presidente y funcionarios de su Gobierno y partido se refieren a la ciencia, la academia, el deporte y la cultura son obvios. Tambi¨¦n es obvia la voluntad de identificar a cient¨ªficos, acad¨¦micos, deportistas y artistas como miembros de supuestas ¡°castas doradas¡± o ¡°hiper¨¦lites¡±, cubiertos de privilegios, pero que son en el fondo una ¡°carga¡± para el pa¨ªs, con argumentos tomados del discurso m¨¢s neoliberal que sea posible concebir. ?C¨®mo es que la ciencia, la academia, el deporte y la cultura son ¡°cargas¡± intolerables para el erario? Un ejemplo permite ver el desprop¨®sito (tomo el dato de un trabajo publicado por el periodista Roberto Barco Celis en Mugs Noticias): tan solo en los recursos para gasolina, lubricantes y gas dom¨¦stico que se le otorgan al sindicato del Pemex, se gastar¨¢n en 2019 alrededor de 14.000 millones de pesos. Esta simple prestaci¨®n es bastante superior a la totalidad del presupuesto de la Secretar¨ªa de Cultura para el mismo periodo, que qued¨® en 12.894 millones de pesos.
Entonces, m¨¢s que un asunto de austeridad y dinero, parece que se trata de un tema de poder y control. La cr¨ªtica est¨¢ en la naturaleza de la ciencia, la academia y el arte y a los gobiernos esto no suele gustarles. ?Pero, justamente, no tienen que ser la ciencia, la academia, el arte (y hasta el deporte, en cierto sentido) espacios de cr¨ªtica y libertad, y el Estado el garante de esos espacios? ?Le quedar¨¢ eso claro a un mandatario que dice, literalmente, que su Gobierno s¨ª apoya a la cultura, pero solo a lo que ¨¦l entiende por cultura? ?Qu¨¦ es m¨¢s importante: presionar a los cr¨ªticos o atender los problemas que motivan sus reparos?
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