La fiscal¨ªa deja en el limbo las investigaciones por tortura a detenidos del ¡®caso Ayotzinapa¡¯

A las 10 de la noche del 16 de octubre de 2014, agentes de la polic¨ªa federal ministerial, brazo ejecutor de la fiscal¨ªa mexicana, detuvieron a Sidronio Casarrubias, de 44 a?os, en un restaurante a las afueras de Ciudad de M¨¦xico. Se lo llevaron a la capital, a las instalaciones de la unidad especializada en delincuencia organizada. Le tomaron declaraci¨®n. Horas m¨¢s tarde, la noticia llegaba a la prensa. "Cae el l¨ªder de Guerreros Unidos, organizaci¨®n ligada a la desaparici¨®n de los 43 normalistas". Eso fue al menos lo que contaron los investigadores.

D¨ªas antes, el 5 de octubre, la fiscal¨ªa federal hab¨ªa atra¨ªdo la investigaci¨®n del caso Ayotzinapa. En pocas semanas, polic¨ªas ministeriales detuvieron a decenas de personas presuntamente relacionadas con la desaparici¨®n de los estudiantes. Polic¨ªas de Iguala, el lugar de la desaparici¨®n; agentes del municipio vecino de Cocula; presuntos integrantes de Guerreros Unidos, caso de Sidronio Casarrubias... Con la presi¨®n de dar resultados cuanto antes, pocos repararon entonces en la forma de actuar de los agentes. Pero con el tiempo, acusaciones de tortura empezaron a aflorar, muchas veces con los ministeriales de por medio. La divisi¨®n de Asuntos Internos de la fiscal¨ªa inici¨® en 2015 varias investigaciones al respecto. Pero se fueron enfriando y a la fecha no hay un solo agente sancionado. Es m¨¢s, las investigaciones est¨¢n paradas. Y se cuentan por decenas.

Desde el cambio de Gobierno, las dos instancias de autoinvestigaci¨®n de la fiscal¨ªa, la visitadur¨ªa general y la unidad especializada para la investigaci¨®n de delitos de tortura no han avanzado en las investigaciones. La segunda carece de fiscal desde la renuncia de su titular en diciembre. La primera est¨¢ encabezada por Adriana Campos. Las familias de los 43 tienen muy mala opini¨®n de ella, luego de esconder el informe de su antecesor sobre las actuaciones de los investigadores, sobre todo las acciones del todopoderoso titular de la Agencia de Investigaci¨®n Criminal, Tom¨¢s Zer¨®n. No se explican las familias que el nuevo Gobierno no haya destituido a la funcionaria. A vista de ellos, solo lleg¨® al cargo para entorpecer la investigaci¨®n.

El Gobierno de Andr¨¦s Manuel L¨®pez Obrador pretende dar se?ales de que el caso de la tragedia de Iguala avanza. Este mi¨¦rcoles, la Fiscal¨ªa General ha anunciado la creaci¨®n de una Unidad Especial de Investigaci¨®n y Litigaci¨®n para el caso. Omar G¨®mez Trejo, un maestro en Derechos Humanos, ser¨¢ su titular y estar¨¢ encargado de tramitar y desahogar averiguaciones previas, carpetas de investigaci¨®n y procedimientos judiciales. Adem¨¢s, colaborar¨¢ con la Comisi¨®n de B¨²squeda de los 43 estudiantes.?

De los casos de tortura que se empezaron a investigar hace a?os, el de Casarrubias es significativo porque sus declaraciones sostienen parte de la versi¨®n oficial de la fiscal¨ªa. Como l¨ªder de Guerreros Unidos en Iguala, Casarrubias habr¨ªa supervisado el ataque a los estudiantes, su desaparici¨®n y asesinato. Eso declar¨® ¨¦l mismo ante los agentes de la unidad de delincuencia organizada de la fiscal¨ªa. Pero Casarrubias ha dicho desde entonces que esa declaraci¨®n se la arrancaron despu¨¦s de torturarle.

Meses m¨¢s tarde de su detenci¨®n trascend¨ªa una versi¨®n distinta. Casarrubias dec¨ªa que hab¨ªa sido detenido la noche del 15 de octubre, m¨¢s de un d¨ªa antes de lo que reportaron los polic¨ªas ministeriales. Dijo tambi¨¦n que le golpearon y trataron de asfixiarle con una bolsa. Cont¨® que se desmay¨® dos veces por falta de aire. Despu¨¦s de la segunda, cuando se despert¨®, dijo, se dio cuenta de que le hab¨ªan violado con una "pieza met¨¢lica".

Su declaraci¨®n dio pie a que Asuntos Internos de la fiscal¨ªa abriera una investigaci¨®n sobre lo ocurrido en diciembre de ese mismo a?o. En 2015 no se avanz¨® demasiado, pero en 2016 el expediente muestra actividad casi todos los meses. Uno de los objetivos principales era practicarle el protocolo de Estambul, prueba est¨¢ndar para determinar si una persona ha sido o no torturada. Casarrubias no quer¨ªa que la hicieran peritos de la fiscal¨ªa, pues pensaba que eran cercanos a sus presuntos torturadores y la falsear¨ªan. Asuntos Internos buscaba peritos de fuera y entretanto avanzaba con otras diligencias.

As¨ª ocurri¨® en diferentes casos. Asuntos Internos empez¨® a investigar por ejemplo la detenci¨®n de Ra¨²l N¨²?ez, alias La Camperra, presunto integrante de Guerreros Unidos, aprehendido al parecer el mismo d¨ªa que Casarrubias, solo que este en Acapulco. Tambi¨¦n la de Gilberto Parra, presunto colaborador de la organizaci¨®n; igualmente, las de m¨¢s de una veintena de polic¨ªas de Iguala y Cocula, acusados de participar en la desaparici¨®n de los 43. Tambi¨¦n la de Carlos Canto, due?o de un bar en Iguala donde al parecer se reun¨ªan integrantes de Guerreros Unidos. EL PA?S public¨® el viernes un video en el que aparec¨ªa Canto siendo torturado, presuntamente por integrantes de la polic¨ªa ministerial.

A mediados de 2016, el n¨²mero de casos de posible tortura que investigaba la fiscal¨ªa ascend¨ªa a m¨¢s de 30. Entre ellos figuraba tambi¨¦n el de Gildardo L¨®pez Astudillo, alias El Gil, presunto integrante de Guerreros Unidos, coordinador sobre el terreno del ataque a los normalistas y su desaparici¨®n. En el informe sobre torturas en el marco del caso Ayotzinapa que present¨® la oficina del Alto Comisionado de Naciones Unidas para los Derechos Humanos el a?o pasado, la "unidad especializada para la investigaci¨®n del delito de tortura" de la fiscal¨ªa contaba "37 investigaciones con un total de 128 denunciantes". Es decir, que la fiscal¨ªa investigaba posibles delitos de tortura contra casi la totalidad de detenidos por el caso Ayotzinapa.

En contraste con lo anterior, a la fecha no hay un solo funcionario detenido. Ni de la Fiscal¨ªa, ni de la Polic¨ªa Federal, ni de la Secretar¨ªa de Marina, corporaciones se?aladas en el informe de Naciones Unidas.

Una de las cosas que llama la atenci¨®n a las familias de los 43 es que durante los primeros meses del nuevo Gobierno, las investigaciones siguen sin avanzar. Hace unos d¨ªas, un funcionario de la fiscal¨ªa federal aseguraba a este peri¨®dico que se estaba avanzando en el caso Canto, aunque no dio detalles. Preguntado por el resto de casos, la fiscal¨ªa federal no ha dado respuesta.

La preocupaci¨®n por las investigaciones en casos de tortura es apenas una de las preocupaciones de las familias. La incapacidad de la fiscal¨ªa para nombrar a un fiscal especial para el caso Ayotzinapa a casi seis meses de iniciar el nuevo Gobierno es motivo de preocupaci¨®n tambi¨¦n.