La desaparici¨®n del exjefe de las FARC Jes¨²s Santrich sacude el proceso de paz en Colombia
El partido nacido de la extinta guerrilla pide al excombatiente demostrar su compromiso con los acuerdos
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Los periplos del excomandante de las FARC Jes¨²s Santrich llevan m¨¢s de un a?o repercutiendo en el desarrollo del proceso de paz entre el Estado colombiano y la extinta guerrilla. En menos de dos meses, el excombatiente de sali¨® de prisi¨®n, donde permanec¨ªa desde abril de 2018 por un presunto de delito de narcotr¨¢fico.?Tom¨® posesi¨®n de su esca?o en la C¨¢mara de Representantes, lo que multiplic¨® la tensi¨®n en el Congreso, y el fin de semana abandon¨® su programa de seguridad y desapareci¨®. Seuxis Paucias Hern¨¢ndez Solarte, su verdadero nombre, es reclamado por la justicia de Estados Unidos con la acusaci¨®n de conspirar para exportar 10 toneladas de coca¨ªna a ese pa¨ªs. Se encuentra a la espera de que la Corte Suprema dilucide su situaci¨®n judicial. Su posible fuga hace ahora saltar todas las alarmas y, una vez m¨¢s, golpea la aplicaci¨®n de los acuerdos alcanzados en 2016 por el expresidente Juan Manuel Santos.
Santrich se suma as¨ª, a no ser que finalmente opte por rectificar, a los miembros de la antigua direcci¨®n del grupo insurgente que se apartaron del camino de reincorporaci¨®n del grupo insurgente, encabezados por el negociador jefe de las FARC, Iv¨¢n M¨¢rquez, en paradero desconocido desde el pasado mes de agosto. El partido nacido de la guerrilla, la Fuerza Alternativa Revolucionaria del Com¨²n, y su m¨¢ximo dirigente, Rodrigo Londo?o, Timochenko, ya tomaron distancias de este ¨²ltimo y lo apartaron de facto de la organizaci¨®n.
La formaci¨®n se apresur¨® a pronunciarse tambi¨¦n sobre Santrich, que desapareci¨® cuando se encontraba en el Espacio Territorial de Capacitaci¨®n y Reincorporaci¨®n (ETCR) de excombatientes de Tierra Grata, en el departamento del Cesar (Caribe). A trav¨¦s de un comunicado, le pidieron "reafirmar con su presencia, en los escenarios que le fueron asignados por la direcci¨®n del partido, los compromisos adquiridos en sus a?os de militancia revolucionaria y en virtud del acuerdo de paz". La FARC recuerda que siempre le ha respaldado y ha defendido su presunci¨®n de inocencia ante la acusaci¨®n de narcotr¨¢fico. No obstante, advierte de que "si alg¨²n militante decide ponerse al margen del proceso o, luego de la entrada en vigencia del acuerdo, asume conductas que lo pongan fuera de la ley, debe asumir sus consecuencias tal y como est¨¢ redactado en el texto que firmamos con el Estado".
La inquietud pol¨ªtica que en las ¨²ltimas semanas ha generado la figura de Santrich qued¨® reflejada en la imagen de su estreno hace semanas en el Congreso, donde la organizaci¨®n, seg¨²n lo pactado en La Habana, cuenta con diez esca?os garantizados repartidos entre C¨¢mara y Senado durante dos legislaturas. Decenas de representantes, del Gobierno y tambi¨¦n de la oposici¨®n, le recibieron con carteles que le se?alaban como elemento perturbador de los acuerdos de paz. Con estas premisas, el propio presidente colombiano, Iv¨¢n Duque, quien le ha calificado en repetidas ocasiones de "mafioso", asegur¨® que las autoridades har¨¢n respetar el Estado de derecho.
"Ver a una persona con semejantes caracter¨ªsticas, abandonar su esquema de seguridad, violando los protocolos de la UNP [Unidad Nacional de Protecci¨®n], violando los protocolos de seguridad, solo muestra que su deseo es eludir la justicia¡±, manifest¨® el mandatario. Record¨® que ¡°tiene un llamado por parte de la Corte Suprema de Justicia a indagatoria, ahora, en los primeros d¨ªas de julio". La misi¨®n de verificaci¨®n de Naciones Unidas se uni¨® a las voces que lamentan la desaparici¨®n de Santrich, expres¨® su "preocupaci¨®n" por su decisi¨®n y le exhort¨® que cumpla con sus obligaciones.
Adem¨¢s del caso espec¨ªfico por el que un juzgado de Nueva York solicit¨® su extradici¨®n, todos en Colombia conocen a Santrich por unas palabras pronunciadas en 2012 en el marco de una de las primeras reuniones de la mesa de negociaci¨®n instalada en Cuba. "Quiz¨¢s, quiz¨¢s, quiz¨¢s", dijo entonces al ser preguntado si las FARC estaban dispuestas a pedir perd¨®n a las v¨ªctimas. Hace diez d¨ªas se arrepinti¨® p¨²blicamente de aquel exabrupto. "Quiero pedir m¨¢s que unas excusas, deseo pedir una vez m¨¢s y de manera inequ¨ªvoca perd¨®n, perd¨®n por el da?o que hubiese causado por aquel comentario que hice", afirm¨® en el Congreso ante un grupo de v¨ªctimas.
Santrich llevaba m¨¢s de un a?o en la c¨¢rcel de m¨¢xima seguridad de La Picota en Bogot¨¢ a la espera de una decisi¨®n de la justicia. A mediados de mayo, la Jurisdicci¨®n Especial para la Paz (JEP), el tribunal encargado de juzgar los cr¨ªmenes del conflicto armado, dispuso su liberaci¨®n y aplic¨® una garant¨ªa de no extradici¨®n, como contemplan los acuerdos de paz. Esa decisi¨®n aceler¨® la dimisi¨®n del fiscal general, N¨¦stor Humberto Mart¨ªnez, quien se neg¨® a aceptarla. Horas despu¨¦s, renunci¨® tambi¨¦n la ministra de Justicia, Gloria Mar¨ªa Borrero, alegando motivos personales. A esa tormenta institucional se a?adi¨® su rocambolesca salida de prisi¨®n. Cuando se dispon¨ªa a pisar la calle, fue detenido de nuevo bajo cargos presentados por la justicia ordinaria. Finalmente, fue la Corte Suprema la instancia que permiti¨® a Santrich afrontar esos cargos como congresista. En una entrevista concedida al programa Semana en Vivo hace tres semanas, el exguerrillero sugiri¨® que estar¨ªa dispuesto a suicidarse si su caso judicial se tuerce.
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