Alemania y Francia se hacen con los altos cargos de la Comisi¨®n Europea y el BCE

La tercera jornada de la cumbre europea para nombrar la c¨²pula comunitaria ha dejado este martes un reparto de los principales cargos en juego entre Berl¨ªn, Par¨ªs y Madrid. Alemania y Francia se hacen con los principales puestos a repartir, la presidencia de la Comisi¨®n Europea y el Banco Central Europeo. Espa?a logra, por primera vez en 15 a?os, uno de los altos cargos vacantes, con Josep Borrell como futuro vicepresidente de la Comisi¨®n y alto representante de Pol¨ªtica Exterior.

La f¨®rmula pactada tras tres intensos d¨ªas de negociaci¨®n y m¨¢s de una trifulca entre los l¨ªderes europeos ha logrado tambi¨¦n por primera vez una paridad de g¨¦nero, con dos mujeres entre las cuatro personalidades elegidas. La batalla pasa ahora al Parlamento Europeo, pero fuentes diplom¨¢ticas creen que el pacto del 2 de julio sobrevivir¨¢ a las discrepancias pol¨ªticas en la Euroc¨¢mara. La apuesta se basa, precisamente, en la dificultad de sabotear un acuerdo que, por primera vez, otorga a las mujeres las principales riendas de la UE.

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La actual ministra de Defensa alemana, Ursula von der Leyen, ha sido designada para convertirse en la primera mujer de la historia que preside la Comisi¨®n Europea (CE). Curiosamente, la canciller alemana, Angela Merkel, se abstuvo de darle su apoyo porque los socialistas de su Gobierno de coalici¨®n no respaldan el nombramiento. La aprobaci¨®n definitiva depender¨¢ del Parlamento Europeo. La francesa Christine Lagarde ser¨¢ la primera mujer que presida el Banco Central Europeo (BCE).

El acuerdo incluye la propuesta de Josep Borrell, ministro de Exteriores espa?ol en funciones, para el cargo de alto representante de Pol¨ªtica Exterior de la UE. Su nombramiento se efectuar¨¢ una vez que haya sido confirmado por el Parlamento la nueva presidencia de la Comisi¨®n. El socialista holand¨¦s Frans Timmermans y la liberal danesa Margrethe Vestager se sit¨²an tambi¨¦n como vicepresidentes de la nueva Comisi¨®n seg¨²n el pacto de Bruselas.

"Estoy muy satisfecho por haber logrado el acuerdo y por haber incluido a dos mujeres", celebr¨® el presidente del Consejo Europeo, Donald Tusk, tras concluir la cumbre europea. "Ha merecido la pena la espera", a?adi¨® Tusk al dar por terminada una de las cumbres m¨¢s largas de la historia de la UE.

El encuentro fue convocado para el domingo a las seis de la tarde, con la esperanza de dar r¨¢pido carpetazo a un principio de acuerdo que reservaba la presidencia de la Comisi¨®n para el grupo socialista. Pero la rebeli¨®n de buena parte del Partido Popular Europeo contra un reparto propuesto por la canciller alemana, Angela Merkel, trastoc¨® todos los planes y prolong¨® la cumbre durante tres jornadas, hasta las siete de la tarde de este martes.

El reparto final, anunciado por Tusk, supone una rotunda victoria del Partido Popular Europeo (PEE), que el lunes logr¨® bloquear la candidatura del socialista Frans Timmermans a la presidencia de la Comisi¨®n y 24 horas despu¨¦s se hace con la c¨²pula de los dos principales organismos de la UE (CE y BCE).

Los liberales tambi¨¦n se alzan con una importante recompensa. El liberal belga Charles Michel actual primer ministro en funciones de su pa¨ªs, ser¨¢ el pr¨®ximo presidente del Consejo Europeo. Y el presidente franc¨¦s, Emmanuel Macron, que ha negociado en nombre de los liberales, logra la presidencia del BCE para una compatriota, aunque Lagarde est¨¦ m¨¢s vinculada pol¨ªticamente con los populares ¡ªfue ministra de Econom¨ªa durante la presidencia de Nicolas Sarkozy¡ª.

Espa?a logra uno de los altos cargos en juego y vuelve al rango de las vicepresidencias de la Comisi¨®n Europea que perdi¨® tras la salida de Joaqu¨ªn Almunia en 2014. Pero la ofensiva liderada por el presidente del Gobierno en funciones, Pedro S¨¢nchez, junto a Macron, para desbancar a los populares de la presidencia de la Comisi¨®n (que ocupan desde 2004) ha fracasado estrepitosamente ante la resistencia numantina mostrada por el Partido Popular Europeo.

Entre los damnificados, de hecho, figuran los socialistas, que el lunes rozaron la presidencia y ahora deber¨¢n conformarse con el mismo puesto que ocupan actualmente (el de alto representante) y con una presidencia del Parlamento durante la primera mitad de la legislatura (dos a?os y medio), que podr¨ªa ser para el italiano David Sassoli. La segunda mitad se ceder¨¢ al Partido Popular Europeo, con el alem¨¢n Manfred Weber como previsible candidato.

S¨¢nchez defendi¨® el acuerdo como "equilibrado" y record¨® que las fuerzas socialistas eran mucho m¨¢s escasas que en 2014, cuando contaban con m¨¢s esca?os en el Parlamento y gobiernos tan potentes como los de Francia o Italia.

Consciente de su limitada potencia de tiro, S¨¢nchez teji¨® la alianza con los liberales de Macron para forzar un relevo institucional que visualizase el cambio tras m¨¢s de una d¨¦cada de dominio conservador marcada por la tremenda crisis financiera y el impacto de las pol¨ªticas de austeridad impuestas desde Berl¨ªn y Bruselas.

"Se ha intentado el cambio pero no lo hemos conseguido", admite Jos¨¦ Manuel Albares, secretario general de Asuntos Internacionales del Gobierno espa?ol. Mano derecha de S¨¢nchez durante unas negociaciones que han llegado a tener una sesi¨®n de 19 horas ininterrumpidas (con noche en blanco de por medio), Albares recuerda: "Hemos dado la batalla durante dos d¨ªas pero no pod¨ªamos seguir indefinidamente".

Fuentes diplom¨¢ticas se?alan que en el momento de bloqueo los liberales empezaron a flaquear y desistieron de mantener el pulso con el PPE. A pesar de todo, las mismas fuentes destacan que en condiciones pol¨ªticas mucho peores que hace cinco a?os los socialistas han logrado mantener su cuota de poder "en un momento en que, por primera vez en 40 a?os no se lo reparten solo con los populares y tienen que compartirlo con el grupo liberal".

El acuerdo tambi¨¦n debilita al Parlamento Europeo, dado el fracaso del llamado proceso de Spitzenkandidaten?(candidatos a la presidencia de la Comisi¨®n elegidos por los partidos pol¨ªticos). El popular Manfred Weber y el socialista Frans Timmermans, cabezas de lista para las elecciones europeas, han sido apartados del reparto y se ha designado a una pol¨ªtica nacional como Von der Leyen que ni siquiera particip¨® en las elecciones europeas.

El grupo socialista del Parlamento, liderado por la eurodiputada espa?ola Iratxe Garc¨ªa, ha calificado como "profundamente decepcionante" una elecci¨®n que mantiene gran parte del poder del PPE, aunque pierde una de las presidencias (Consejo) y tiene que compartir otra (Parlamento).

La candidata del Consejo a la Comisi¨®n, Ursula von der Leyen, deber¨¢ someterse al voto del Parlamento, en la sesi¨®n plenaria del 15 al 18 de julio si se cumple el calendario previsto. Necesitar¨¢ el respaldo de al menos 376 votos (sobre 751). Su partido dispone de 182 esca?os y los liberales de 108, por lo que deber¨¢ buscar m¨¢s apoyos. Fuentes diplom¨¢ticas apuntan que buena parte de los socialistas (154 esca?os) secundar¨¢ el nombramiento, en particular, los eurodiputados de los pa¨ªses donde hay gobierno socialista, entre ellos, Espa?a. Las mismas fuentes no descartan que parte de los Verdes (74 esca?os) se sumen a la elecci¨®n de la primera mujer que llegar¨ªa a la presidencia de la Comisi¨®n.

En el bando victorioso, m¨¢s por destrucci¨®n que por contribuci¨®n, figuran el llamado grupo de Visegrado (Polonia, Hungr¨ªa, Rep¨²blica Checa y Eslovaquia) e Italia. Los pa¨ªses de Visegrado, con el primer ministro h¨²ngaro Viktor Orb¨¢n al frente, han logrado bloquear a Weber y Timmermans. En su lucha por frenar a los Spitzenkandidaten incluso han sacrificado la posibilidad de que la presidencia del Consejo o el cargo de alto representante fuera a parar a alg¨²n pol¨ªtico de Europa del Este. Hasta Stanishev, que el Consejo parec¨ªa destinar a la presidencia del Parlamento, se cay¨® de la lista en la noche del martes. El grupo socialista del Parlamento ignor¨® las posibilidades del b¨²lgaro y present¨® como candidato al italiano David Maria Sassoli.

El Gobierno italiano de Giuseppe Conte, por su parte, logra evitar su nombramiento m¨¢s temido: el del presidente del Banco de Alemania, Jens Weidmann, al frente del BCE. La presencia de una francesa, presumiblemente m¨¢s favorable a una pol¨ªtica monetaria relajada, tranquiliza a un pa¨ªs con una deuda p¨²blica equivalente al 135% del PIB.