Las protestas de la Polic¨ªa Federal golpean la estrategia de seguridad de M¨¦xico
L¨®pez Obrador resta importancia a los cientos de agentes que se niegan a incorporarse a la Guardia Nacional y se?ala que hay una ¡°mano negra¡±
En medio de una crisis de violencia que empeora mes a mes, el Gobierno de M¨¦xico ve peligrar su estrategia de seguridad por un conflicto con la Polic¨ªa Federal. Corporaci¨®n en v¨ªas de desaparici¨®n, el Ejecutivo planea que miles de agentes pasen a integrar la Guardia Nacional, el nuevo cuerpo creado por el presidente, Andr¨¦s Manuel L¨®pez Obrador, de coraz¨®n h¨ªbrido, a medio camino entre lo civil y lo militar. Despu¨¦s de meses de tiranteces entre los cuadros de la polic¨ªa y el Gobierno, el conflicto estall¨® este mi¨¦rcoles, cuando cientos de agentes se negaron a incorporarse a la Guardia y exigieron mantener sus condiciones laborales.
El choque dificulta el avance del nuevo r¨¦gimen. La aparici¨®n de la Guardia Nacional en el panorama de seguridad es clave para el Gobierno, que ve un aumento de los ¨ªndices delictivos mes a mes desde que asumi¨® el poder en diciembre. De enero a mayo han muerto asesinadas m¨¢s de 2.000 personas cada mes en M¨¦xico. El Ejecutivo planea la transferencia de miles de agentes a la Guardia, as¨ª como de polic¨ªas navales y militares. Ser¨¢n en total m¨¢s de 100.000 efectivos, con un claro predominio de las Fuerzas Armadas, al menos al principio, en lo que el Gobierno recluta y capacita a los nuevos integrantes de la Guardia.
Desde el mi¨¦rcoles, agentes de polic¨ªa y sus familiares bloquean v¨ªas de entrada y salida de la ciudad. Este jueves por la tarde, varias decenas de mujeres vigilaban el tranc¨®n del anillo perif¨¦rico, en el oriente de la capital, justo a la altura del centro de mando de la Polic¨ªa Federal. Agentes entraban y sali¨¢n de las instalaciones, pendientes de las negociaciones con la secretar¨ªa de Seguridad Ciudadana. Al margen de las preocupaciones por las condiciones laborales en la Guardia Nacional, parte importante de sus reivindicaciones, las protestas de los polic¨ªas apuntaban al mando militar de la nueva corporaci¨®n.
No es un ning¨²n secreto la animadversi¨®n entre la Polic¨ªa Federal y las Fuerzas Armadas. Durante el sexenio pasado, cuando hab¨ªa operativos conjuntos, la sensaci¨®n de la polic¨ªa era que "a las Fuerzas Armadas les gusta coordinar, pero no que les coordinen", seg¨²n aseguraba a EL PA?S un alto cargo de seguridad del Gobierno de Enrique Pe?a Nieto. Los problemas afloraban de vez en cuando. El alto cargo de seguridad recuerda la detenci¨®n de Joaqu¨ªn El Chapo Guzm¨¢n, en enero de 2016, que acab¨® en una pelea entre federales y marinos, por ver qui¨¦n se apuntaba el tanto.
Equilibrado el poder de unos y otros pese al volumen mayor de efectivos del Ej¨¦rcito y la Armada desplegados en el pa¨ªs, la llegada al poder de L¨®pez Obrador supuso un cambio fundamental. El presidente anunci¨® el advenimiento de la Guardia Nacional y durante meses la discusi¨®n fue si tendr¨ªa car¨¢cter civil o militar. Aunque en apariencia gan¨® la v¨ªa civil, el nombramiento de un general del Ej¨¦rcito al frente de la Guardia y el peso de las Fuerzas Armadas en los cursos de capacitaci¨®n y las pruebas de admisi¨®n sugieren lo contrario. M¨¢s a¨²n despu¨¦s de las declaraciones este jueves del secretario de Seguridad, Alfonso Durazo. Cuestionado por el mando militar de la guardia, ha elevado el tono y ha cuestionado: "D¨ªganme ustedes el nombre de un civil que tenga el reconocimiento y la capacidad para dirigir a 50.000 militares".
Entre los reclamos de los polic¨ªas federales figuran principalmente dos. Uno tiene que ver con un bono que los agentes cobraban cuando sal¨ªan de operativo y que desaparecen bajo el esquema de la guardia. Otro tiene que ver precisamente con la desconfianza entre unos y otros. La cerilla que ha prendido en esta ocasi¨®n la llama de los reclamos fueron las pruebas de confianza que los polic¨ªas ten¨ªan que pasar, pruebas controladas por integrantes de las Fuerzas Armadas.
El presidente, Andr¨¦s Manuel L¨®pez Obrador, se ha referido al asunto, siempre en tono cr¨ªtico. "No hay motivo, ninguna raz¨®n. No es una causa justa", dijo el mi¨¦rcoles el mandatario. "No se despide a nadie, se est¨¢n pasando a 10.000 elementos de la Polic¨ªa Federal a la Guardia Nacional. Eso si pasan la prueba. Esta polic¨ªa se cre¨® hace 20 a?os y no se consolid¨®, se ech¨® a perder". L¨®pez Obrador apunt¨® que le parec¨ªa raro el conflicto y se?al¨® incluso que "hay mano negra en este asunto".
Este jueves, durante su habitual conferencia de prensa matutina, el presidente abund¨® en la teor¨ªa de la mano negra. "Los que estaban dirigiendo ayer -por el mi¨¦rcoles- el movimiento no trabajan en la Polic¨ªa Federal. Los principales dirigentes pertenecen a organizaciones de otro tipo". ?Cu¨¢les?, le preguntaron los periodistas. L¨®pez Obrador no contest¨®. M¨¢s tarde, Durazo dijo que "este escenario ha sido aprovechado por grupos cr¨ªticos con el Gobierno. No es casual que uno de los representantes de los inconformes pidiera que [el expresidente] Felipe Calder¨®n fuera su representante sindical". Durazo inst¨® a los polic¨ªas "inconformes" al di¨¢logo, aunque dijo que su movimiento "no tiene raz¨®n de ser. Las molestias tienen que ver con la velocidad a la que se est¨¢n llevando a cabo los cambios. Hemos tenido fallas en la comunicaci¨®n", reconoci¨®. Durazo dijo adem¨¢s que el Gobierno auditar¨¢ a la Polic¨ªa Federal en su cierre y anunci¨® que ya se han detectado malversaci¨®n de fondos p¨²blicos.
Por la tarde, el expresidente Felipe Calder¨®n ha salido al paso de las cr¨ªticas de Durazo y ha exigido que o bien pruebe sus acusaciones, o las retire. "Niego categ¨®ricamente la cobarde insinuaci¨®n que desde el poder se hace de que yo he organizado o estoy detr¨¢s de las protestas de los Polic¨ªas Federales", ha dicho Calder¨®n, en un v¨ªdeo publicado en su cuenta de Twitter.
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