China busca acercarse a Europa en la primera reuni¨®n de su banco de desarrollo fuera de Asia

Podr¨ªa parecer contradictorio que el pa¨ªs con la mayor renta per c¨¢pita de toda la Uni¨®n Europea (95.033 d¨®lares, seg¨²n los ¨²ltimos datos del Fondo Monetario Internacional) albergue la reuni¨®n del primer banco de desarrollo controlado por pa¨ªses emergentes, pero la contradicci¨®n es solo aparente.

El organismo, cuyo principal accionista es China (26%), quiere centrarse en esta edici¨®n en impulsar la conectividad entre Europa y Asia y lo hace en un momento marcado por la guerra comercial y tecnol¨®gica que mantienen Estados Unidos y el gigante asi¨¢tico. Europa, por su parte, busca que sus empresas jueguen un papel destacado en las millonarias inversiones que promueve el BAII, del que EE UU rehus¨® formar parte de su accionariado. Un negocio que solo en los tres a?os que el banco lleva operativo ha cerrado compromisos de inversi¨®n por 7.500 millones de d¨®lares y que para este a?o se ha fijado como objetivo financiar proyectos por otros 4.000 millones, un 20% m¨¢s que el a?o pasado.

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Luxemburgo, que fue el primer pa¨ªs europeo en sumarse al accionariado del Banco, no ha dudado en acoger esta primera cita fuera de Europa. No en vano busca hacerse con parte del negocio de la City londinense, una vez que la salida del Reino Unido de la UE se consume, y la entidad acaba de lanzar precisamente en Londres una emisi¨®n de bonos por 500 millones de d¨®lares para captar capital privado.

Seg¨²n los datos que maneja el Banco, el d¨¦ficit de infraestructuras de Asia hasta 2030 ser¨¢ de 26 billones de d¨®lares, 200.000 millones de los cuales corresponden a proyectos relacionados con el cambio clim¨¢tico. Si Asia contin¨²a su ritmo de crecimiento, el continente puede representar para 2050 el 52% del PIB mundial y 1.200 millones de personas se trasladar¨¢n del campo a las ciudades, lo que exige un ambicioso plan de inversiones.

Y es ah¨ª donde los planes de China y el BAII se cruzan de forma m¨¢s patente. No solo porque el presidente de la entidad, Jin Liqun, sea un antiguo viceministro chino de Econom¨ªa. La Ruta de la Seda impulsada por el presidente Xi Jinping exige movilizar enormes partidas de financiaci¨®n y dise?ar proyectos transnacionales, como los que el Banco quiere impulsar. El BAII, adem¨¢s, ha establecido acuerdos con otros organismos multilaterales como el Banco Mundial, con los que ya financia el 40% de los proyectos que ha puesto en marcha, y busca atraer capital privado a sus proyectos, algo que dif¨ªcilmente compatible con el r¨¦gimen chino.

Los directivos de la entidad hacen gala del lema del Banco: ¡°austero, limpio y verde¡±, aunque sus cr¨ªticos cuestionan la opacidad de las operaciones. Asimismo, la ONG Amigos de la Tierra denuncia que apenas un 8% de los proyectos financiados est¨¢n relacionados con las energ¨ªas limpias, frente al 20% vinculados a hidrocarburos f¨®siles.