May lanza cr¨ªticas veladas a Johnson en su discurso de despedida
"No basta con hacer promesas que no puedes cumplir o decir a la gente lo que quiere o¨ªr", asegura en su ¨²ltima alocuci¨®n como primera ministra brit¨¢nica
¡°Me preocupa el estado actual de nuestra pol¨ªtica¡±. Theresa May pronunci¨® este martes su ¨²ltimo discurso como primera ministra. Con la elegancia contenida de quien ya no est¨¢ en la refriega del d¨ªa a d¨ªa, denunci¨® de modo general la incapacidad para combinar la defensa de los principios y el pragmatismo, ¡°que nos lleva a una forma de absolutismo en la que, si gritas m¨¢s y por m¨¢s tiempo, te sales con la tuya¡±. Y, sin nombrarle, record¨® a Boris Johnson que ¡°no basta con hacer promesas que no puedes cumplir o decir a la gente lo que quiere o¨ªr¡±.
May habl¨® en Chatham House, la sede del Real Instituto de Asuntos Internacionales, donde en 1927 se estableci¨® la que ya se conoce en el argot pol¨ªtico y period¨ªstico como ¡°regla de Chatham House¡±: se puede escribir sobre lo que all¨ª se dice, pero sin citar fuentes. Era un modo de preservar la libertad y la honradez del debate. La primera ministra ironiz¨® para excusar a los presentes de la norma. Lo que ten¨ªa que decir, advirti¨®, era el resultado de medio siglo de dedicaci¨®n a la pol¨ªtica.
¡°No podemos dar por garantizados los principios sobre los que se fundaron nuestros ¨¦xitos pasados¡±, dijo, porque frente al populismo de izquierdas y de derechas que se ha extendido por el Reino Unido y el resto del mundo, ¡°si no somos capaces de conservar nuestra herencia liberal, todos pagaremos un alto precio¡±.
May hablaba ya como una ex primera ministra, proclive a olvidar sus errores y carencias durante su tiempo en Downing Street y dispuesta a aportar solo reflexiones generales al debate pol¨ªtico. Sin el peso de la responsabilidad ni la vigilancia atenta de los medios de comunicaci¨®n, su discurso conten¨ªa grandes dosis del sentido com¨²n que sus adversarios le negaron durante los tres largos y fallidos a?os de la traves¨ªa del Brexit. ¡°La pol¨ªtica es el oficio de transformar tus principios y convicciones en realidades, para mejorar la vida de aquellos a los que sirves¡±, explic¨®. Y en ese oficio es fundamental la disposici¨®n a ceder, a aceptar compromisos con los que los grandes partidos puedan construir un territorio com¨²n. ¡°Lo contrario es una pol¨ªtica de ganadores y perdedores, de t¨¦rminos absolutos y de lucha perpetua¡±, concluy¨®.
En las ¨²ltimas semanas, a consecuencia del incidente de las filtraciones del exembajador del Reino Unido Kim Darroch, o del modo rotundo en que May conden¨® los comentarios racistas de Donald Trump contra cuatro congresistas, la relaci¨®n entre la primera ministra y el presidente estadounidense se ha tensado hasta los extremos. No resultaba muy alambicado concluir que parte de las reflexiones de su discurso ten¨ªan como destinatario al actual inquilino de la Casa Blanca.
May reivindic¨® el orden internacional establecido despu¨¦s de la Segunda Guerra Mundial, un entorno de normas comunes y seguridad jur¨ªdica que hoy est¨¢ en peligro, por culpa de aquellos que ya ¡°solo entienden la pol¨ªtica internacional como un juego de suma cero, con ganadores y perdedores, en el que el poder es la ¨²nica moneda de cambio¡±. Por eso defendi¨®, a pesar del caldeado ambiente entre Londres y Teher¨¢n con la crisis de los petroleros, la vigencia del acuerdo nuclear con el r¨¦gimen iran¨ª del que Washington se retir¨® el pasado a?o.
Pero su principal preocupaci¨®n era la falta de voluntad de consenso que el debate del Brexit ha introducido en la pol¨ªtica del Reino Unido. ¡°Hacer las cosas, y no solo decirlas, exige unas cualidades que hoy no est¨¢n de moda, como la voluntad de acuerdo¡±, asegur¨®.
Promesas
Una y otra vez, los periodistas y asistentes al evento le preguntaron por Boris Johnson, el candidato con m¨¢s posibilidades para sucederla como primer ministro, por su compromiso de sacar el pr¨®ximo 31 de octubre al Reino Unido de la UE sin un acuerdo que ponga orden a la ruptura, o por las descalificaciones que Johnson ha vertido todo este tiempo sobre el plan frustrado de May.
La primera ministra defendi¨® con la misma convicci¨®n, pero sin la tensi¨®n corporal que reflejaba en las ¨²ltimas semanas de su fracaso, la necesidad de alcanzar con Bruselas un acuerdo que obtenga luego el respaldo de la mayor¨ªa del Parlamento brit¨¢nico, pero insisti¨® en mostrar respeto a la tarea que espera a su sucesor. Aunque sus palabras ten¨ªan un claro destinatario, Johnson, cuando advirti¨® de que la pol¨ªtica no consiste en hacer promesas que no se pueden cumplir o diciendo a la gente lo que quiere escuchar, "sino haciendo frente a las preocupaciones genuinas de la ciudadan¨ªa y demostrando que es la cooperaci¨®n, y no el absolutismo, lo que beneficia a todos".
Y puso un ¨²ltimo ejemplo que siempre toca el coraz¨®n de los brit¨¢nicos: el Servicio Nacional de Salud (NHS), la joya que une a todo el pa¨ªs desde hace 70 a?os, fue dise?ado por un ministro conservador, desarrollado por un Gobierno laborista y consolidado por el ¨²ltimo Gabinete de Winston Churchill, que ignor¨® las voces cr¨ªticas y asumi¨® la legitimidad de esa conquista.
El favorito para la sucesi¨®n bate el r¨¦cord de donaciones
Boris Johnson es inmune a sus propios errores y ha logrado transmitir a los electores que su ascenso a Downing Street est¨¢ ya hecho. Si los euroesc¨¦pticos conservadores se volcaron en un principio, con muchas dudas, en respaldar su candidatura, los partidarios de una salida brusca del Reino Unido de la Uni¨®n Europea han apostado ya sin recelos por el exalcalde de Londres. Sobre todo, despu¨¦s de que despejara cualquier ambig¨¹edad y se comprometiera a llevar a cabo el Brexit el pr¨®ximo 31 de octubre, "a vida o muerte, venga lo que venga despu¨¦s".
Johnson se ha convertido ya en el candidato pol¨ªtico que ha logrado m¨¢s donaciones econ¨®micas para su campa?a en la historia del pa¨ªs. Todos los financieros y empresarios que en su d¨ªa contribuyeron a favor del Brexit durante el refer¨¦ndum de 2016 han comenzado a desplegar sus chequeras para asegurarse de que Johnson no tenga problemas log¨ªsticos en su recta final. En las ¨²ltimas dos semanas, el exalcalde de Londres ha recaudado m¨¢s de 220.000 euros, y lleva acumulados 776.000 desde que comenz¨® a postularse, seg¨²n las ¨²ltimas cifras publicadas este martes por el Parlamento brit¨¢nico.
Los dos principales donantes de Johnson son Anthony Bamford, propietario de una empresa de maquinaria de construcci¨®n, y Jonathan Moynihan, presidente del fondo de inversi¨®n Ipex Capital. Ambos son firmes y p¨²blicos defensores del Brexit. El rival de Johnson, Jeremy Hunt, apenas ha logrado recaudar algo en las ¨²ltimas semanas.
El anterior r¨¦cord de donaciones obtenidas por un pol¨ªtico del Reino Unido lo ten¨ªa Ed Miliband, exl¨ªder laborista, que logr¨® casi 700.000 euros para su campa?a por el liderazgo del partido en 2010.
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