Los conservadores moderados se disponen a frenar a Boris Johnson

El ministro de Econom¨ªa del Reino Unido, Philip Hammond, ha sido el ¨²ltimo en advertir a Boris Johnson de que no va a tener f¨¢cil cumplir su promesa de ejecutar el Brexit a las bravas, sin el permiso del Parlamento brit¨¢nico. El candidato favorito a suceder a Theresa May ha basado su campa?a entre los afiliados conservadores con la certeza de que el pa¨ªs saldr¨¢ de la UE el pr¨®ximo 31 de octubre, con o sin acuerdo, "a vida o muerte, caiga quien caiga". Hammond ha reforzado su amenaza en una entrevista conjunta a los diarios franc¨¦s Le Monde y alem¨¢n S¨¹ddeutsche Zeitungquien tras sugerir en las ¨²ltimas semanas que no se quedar¨ªa parado si, ocupara quien ocupara Downing Street, la salida de la Uni¨®n Europea se realizaba de un modo desordenado. "Dar¨¦ los pasos apropiados para evitar una salida sin acuerdo, que se haga al margen de un respaldo parlamentario expl¨ªcito", ha dicho. Preguntado si esa afirmaci¨®n supon¨ªa respaldar una posible moci¨®n de censura contra Johnson si llega a ocupar el puesto de primer ministro, Hammond ha sido claro: "No excluyo nada por el momento".

El ministro de Econom¨ªa ha sido uno de los miembros del equipo de Gobierno de Theresa May que m¨¢s ha insistido en el desastre econ¨®mico que supondr¨ªa un abandono salvaje de las instituciones comunitarias. Y sus malos augurios se han visto reforzados esta semana con el informe publicado por la Oficina para la Responsabilidad Presupuestaria, un organismo oficial creado en 2010 para analizar de modo independiente el estado de las cuentas p¨²blicas del Reino Unido. La instituci¨®n ha previsto un agujero deficitario de hasta 33.000 millones de euros anuales que conducir¨ªa al pa¨ªs hacia una recesi¨®n segura, un descenso del 2% en el Producto Interior Bruto en 2020 y el desplome de la libra esterlina.

Hammond defiende la necesidad de que el nuevo primer ministro negocie de nuevo con Bruselas una pr¨®rroga de la fecha de salida, m¨¢s all¨¢ del 31 de octubre. "En la pr¨¢ctica, es algo absolutamente necesario. Entre el receso veraniego del Parlamento, la puesta en marcha de la nueva Comisi¨®n Europea y el cambio de Gobierno en el Reino Unido, es sencillamente imposible negociar nada antes de esa fecha", ha dicho.

El nombre del nuevo l¨ªder del Partido Conservador se anunciar¨¢ el pr¨®ximo martes. Un d¨ªa despu¨¦s, Theresa May comparecer¨¢ por ¨²ltima vez en la sesi¨®n de control de Westminster y acudir¨¢ al Palacio de Buckingham a comunicar a la Reina su renuncia. Ese mismo d¨ªa se calcula que ser¨¢ investido, con muchas probabilidades, Boris Johnson. Al jueves siguiente, el Parlamento entrar¨¢ en receso por vacaciones.

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Los enemigos de Johnson, dentro de su partido y en la oposici¨®n, temen lo peor de un candidato que ha llegado hasta el final de su apuesta por gobernar el Reino Unido a lomos de una coalici¨®n de euroesc¨¦pticos que no le va a permitir que d¨¦ marcha atr¨¢s. Por eso, en declaraciones recientes, Johnson no ha descartado la posibilidad de suspender las sesiones del Parlamento a finales de octubre, para evitar cualquier maniobra de los diputados que intenten impedir un Brexit sin acuerdo. Esta estrategia? alimenta el esc¨¢ndalo constitucional y pol¨ªtico y? pondr¨ªa en un compromiso serio a Isabel II, quien tiene un papel formal pero imprescindible en ese movimiento, aunque legalmente sea perfectamente posible.

Por eso esta semana muchos conservadores moderados se han sumado a votar contra el Gobierno en una iniciativa legislativa relacionada con Irlanda del Norte que, en circunstancias normales no habr¨ªa tenido mucha relevancia, pero que en la situaci¨®n de tensi¨®n pol¨ªtica actual ha supuesto un manotazo previo a Johnson antes incluso de que ponga un pie en Downing Street. Por 315 votos frente a 274, se impuso la obligaci¨®n de informar al Parlamento, durante un plazo de cuatro d¨ªas que coinciden estrat¨¦gicamente con la cuenta atr¨¢s hacia el 31 de octubre, del estado del proceso de devoluci¨®n de competencias a la Asamblea de Irlanda del Norte. La estrategia mantendr¨¢ activos a los diputados y evitar¨¢ que Johnson los env¨ªe a casa. Hasta cuatro ministros, entre ellos el propio Hammond que se abstuvo, se saltaron la disciplina de voto impuesta por el Gobierno y permitieron que la maniobra saliera adelante. Con una autoridad mermada ya en los ¨²ltimos d¨ªas de su mandato, May se limit¨® a lamentar lo sucedido a trav¨¦s de un portavoz, pero ni lleg¨® a sugerir consecuencias disciplinarias para los rebeldes, que en el caso de que hubiera existido un Gobierno fuerte, habr¨ªan debido dimitir antes de boicotear la votaci¨®n.