¡°En Venezuela no hay un problema de izquierda y derecha, sino un conflicto por comer¡±
El jefe del Legislativo venezolano, reconocido como presidente interino por m¨¢s de 50 pa¨ªses, muestra prudencia ante la mediaci¨®n de Noruega: "Tenemos que evaluar todas las opciones"
El martes se cumplen seis meses desde el d¨ªa en que Juan Guaid¨® (La Guaira, 1983) se juramentara como presidente interino de Venezuela durante una multitudinaria movilizaci¨®n. Desde entonces, el jefe del Legislativo ha tratado de mantener el pulso con Nicol¨¢s Maduro para lograr su renuncia. Lo hizo en la calle y buscando una ruptura del estamento militar. A pesar de miles de deserciones y el apoyo de m¨¢s de 50 pa¨ªses, encabezados por Estados Unidos, el mandatario chavista se mantiene en el poder.
Hace dos semanas se reactiv¨® el intento del di¨¢logo. Las conversaciones entre Gobierno y oposici¨®n que se celebran en Barbados, bajo el auspicio de Noruega, exploran la posibilidad de una soluci¨®n negociada. En pleno impasse, Guaid¨® intenta reavivar las expectativas de sus seguidores con unas giras regionales. El dirigente de Voluntad Popular, el mismo partido de Leopoldo L¨®pez, atiende a EL PA?S en Margarita, la isla que un tiempo fue epicentro del turismo en el Caribe y hoy es otro s¨ªmbolo del deterioro de Venezuela.
Pregunta. Desde enero ha repetido en varias ocasiones la f¨®rmula ¡°el momento es ahora¡± para anunciar un cambio inminente. Pero ese momento no ha llegado. En Margarita ha vuelto a decirlo. ?Qu¨¦ le hace pensar que ahora hay condiciones para romper el estancamiento?
Respuesta. Estamos en una situaci¨®n in¨¦dita, desde hace seis meses estamos en esta especie de lucha por la democracia. Comentamos que el momento es ahora para lograr ejercer la presi¨®n necesaria a una dictadura y salir del bloqueo. Tenemos el reconocimiento creciente de la comunidad internacional. Europa incluso asoma sanciones. La m¨¢s reciente votaci¨®n del Europarlamento as¨ª lo refleja. Hemos visto c¨®mo la comunidad venezolana se mantiene firme, en pie de lucha, movilizada, en expectativa, pensando en los planes de desarrollo del pa¨ªs. Cuando decimos ¡°el momento es ahora¡± es porque vemos a un r¨¦gimen m¨¢s aislado, m¨¢s solo, disminuido, ahogado en contradicciones. Pero seguimos enfrent¨¢ndonos a una dictadura que mat¨® a palos, literalmente, y tortur¨® a un capit¨¢n.
P. Habla de expectativas, pero ha pedido a sus seguidores que no pierdan la esperanza. ?Ha sentido su frustraci¨®n?
Despu¨¦s de los anteriores intentos de mediaci¨®n, hay que dudar de todo
R. El Estado venezolano se ha reducido al miedo y a los subsidios. A perseguir, hostigar, dar castigos ejemplarizantes a pol¨ªticos, dirigentes estudiantiles, sindicales¡ a una clarinetista miembro del sistema de orquestas sinf¨®nicas venezolanas la metieron presa 45 d¨ªas por un tuit. Y el subsidio es cada vez m¨¢s miserable porque se robaron todo el dinero de los venezolanos. Es el enemigo que tenemos hoy. ?Qu¨¦ buscan? Generar desesperanza, miedo, que la gente se vaya del pa¨ªs. Tenemos que mantener una especie de resistencia, de aguante. Claro que hay que entender la frustraci¨®n, y la desesperaci¨®n incluso, de mucha gente. Pero no puede ser lo que prime cuando tenemos realmente la oportunidad de cambio en el pa¨ªs.
P. ?Por qu¨¦ cree que ha llegado la hora de hablar con representantes de Maduro en Barbados?
R. Naturalmente, luego de los intentos anteriores hay que dudar de todo. Estamos enfrente de una dictadura que no se va a levantar con una epifan¨ªa. Por eso para nosotros la mediaci¨®n del reino de Noruega, la facilitaci¨®n del Grupo Internacional de Contacto en el cual participa la UE en pleno, el Grupo de Lima, la OEA, los Estados Unidos son parte del esfuerzo por la presi¨®n. Ser¨ªa un error ver un mecanismo [de mediaci¨®n] como un objetivo, un fin o una soluci¨®n en s¨ª misma. Si la puerta de salida que deciden utilizar es Oslo, bueno, bienvenido, pero tenemos que responsablemente evaluar todas las opciones.
P. ?Ve viable que el Gobierno acepte elecciones presidenciales?
R. Es una posibilidad. Habr¨¢ que esperar los resultados. Nuestra ruta ha sido muy clara: cese de la usurpaci¨®n, Gobierno de transici¨®n y elecciones libres. Estamos trabajando intensamente para eso y vamos a seguir.
Claro que hay que entender la frustraci¨®n y la desesperaci¨®n incluso de mucha gente
P. ?Qu¨¦ fall¨® en su plan y en la acci¨®n militar del 30 de abril?
R. Cristopher Figuera, que fue director de la Inteligencia, ha revelado muchos datos grav¨ªsimos. Por ejemplo, quer¨ªan meter presa a mi madre. Pero que se manifiesten militares de alto rango, comandantes, coroneles, tenientes coroneles, mayores... Queda en evidencia el descontento al interno de las Fuerzas Armadas.
P. ?Y cree que se mantiene ese descontento?
R. Vamos a ver, un sargento gana 14 d¨®lares o menos. Sus familias tambi¨¦n se quieren ir, las Fuerzas Armadas tienen la tasa de deserci¨®n m¨¢s alta. No por ser militares viven otra esfera.
P. Hay militares que le apoyaron, desertaron hace meses, hoy est¨¢n en C¨²cuta (Colombia) y se sienten abandonados y olvidados.
No manejamos recursos y no contamos con financiamiento de ning¨²n pa¨ªs
R. Hemos hecho un gran esfuerzo. Tienen cinco meses en esta situaci¨®n, se hizo un convenio con Colombia para estabilizar su estatus migratorio, para que puedan trabajar, mantenerse, formarse mientras esperan el cese de la usurpaci¨®n y tienen garantizado el regreso a las Fuerzas Armadas a trav¨¦s de la ley de amnist¨ªa y garant¨ªas una vez superemos esta etapa. Es importante que lo sepan y s¨¦ que han pasado un tiempo muy dif¨ªcil, pero hemos hecho todo lo posible por garantizar su estad¨ªa y su alimentaci¨®n.
P. ?Qu¨¦ espera de la Uni¨®n Europea y de la nueva Comisi¨®n?
P. Esperamos el respaldo que nos han dado, que ese pronunciamiento del Europarlamento se ejecute. Fue transversal, por cierto. Luego del informe de Michelle Bachelet [expresidenta chilena y alta comisionada para los Derechos Humanos de la ONU], creo que se borra cualquier reduccionismo sobre que este es un problema de izquierda y derecha. Era muy c¨®modo reducir esto a un conflicto entre tendencias. No es as¨ª. Es un conflicto por el derecho a la vida, a elegir, por el derecho a la libertad de expresi¨®n, por el derecho a comer, a subsistir incluso. Europa cumple y va a cumplir un rol fundamental.
P. ?Requirieron ustedes los fondos que EE UU contempla desviar para la oposici¨®n?
R. No. Nosotros lamentablemente no manejamos recursos. A pesar de la crisis y de la conflictividad, lo hemos hecho con voluntariado, con pocos recursos. No contamos con financiamiento de ning¨²n pa¨ªs. Veremos si es necesario o no y evaluaremos en su momento la pertinencia de esto.
P. Usted prometi¨® aplicar el Tratado Interamericano de Asistencia Rec¨ªproca, llamado TIAR, que abre la puerta a una v¨ªa militar.
R. El TIAR es un tratado interamericano, en sus grandes l¨ªneas, de asistencia humanitaria. Dicen que tiene que ver con el tema del uso de fuerza. No es as¨ª. Principalmente afecta a cuestiones de asistencia humanitaria.
P. La aplicaci¨®n de este tratado se ha interpretado como gesto hacia el malestar que ha generado en algunos sectores de la oposici¨®n la mediaci¨®n de Noruega. Es el caso, por ejemplo, de Mar¨ªa Corina Machado.
R. No tiene que ver con eso y adem¨¢s, ojo, no es un tema autom¨¢tico, hay unos pasos que cumplir, tiene un proceso propio.
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