Colombia marcha por los l¨ªderes sociales asesinados
El presidente Iv¨¢n Duque, que quiso sumarse a la manifestaci¨®n, tuvo que retirarse tras ser abucheado
Hace m¨¢s de un mes resuena en Colombia el grito agudo de un ni?o junto al cad¨¢ver de su madre, Mar¨ªa del Pilar Hurtado, una l¨ªder social del caribe colombiano asesinada. Su dolor se hizo viral y no hubo quien pudiera escapar a la evidencia, a la verg¨¹enza. Este viernes, como una respuesta tard¨ªa a ese ni?o y a otros cientos de activistas asesinados, miles de colombianos salieron a las calles para exigir el fin de la matanza. Desde 2016, no hay d¨ªa que no se escuche un nuevo caso. Ya van 486 defensores de los derechos humanos muertos violentamente desde que se firm¨® el acuerdo de paz, seg¨²n cifras de la Defensor¨ªa del Pueblo; solo entre los meses de mayo de 2018 y mayo de 2019 fueron 196.
¡°Les estamos fallando a los l¨ªderes y a los defensores de derechos humanos¡± o ¡°Duque en tarima, ?y los muertos qu¨¦?¡±, se le¨ªa en los carteles durante la marcha que exig¨ªa al Gobierno de Iv¨¢n Duque una acci¨®n contundente para detener los asesinatos. En Bogot¨¢, un grupo de artistas regalaba fotograf¨ªas enormes de l¨ªderes sociales que los ciudadanos se pegaban al cuerpo, mientras otros cantaban y bailaban, y una larga pancarta con los nombres de los muertos recorr¨ªa varias calles. En Cartagena, el presidente colombiano?quiso sumarse a la manifestaci¨®n, pero tuvo que retirarse escoltado tras ser abucheado.
En la capital, la marcha fue liderada por un grupo de personalidades del pa¨ªs que integran la fundaci¨®n Defendamos la Paz. Detr¨¢s de un cartel con ese titular, iban exnegociadores del proceso de paz, antiguos jefes de las FARC y congresistas de distintos partidos, entre otros. Caminaron juntos a miles de personas hasta la Plaza de Bol¨ªvar, frente al Congreso, donde varios l¨ªderes sociales leyeron una proclama por la vida.?
Luis Acosta, Yeison Mosquera, Mayerli Angarita, Gladys Aristiz¨¢bal y Viviana Verdesoto dieron voz a los activistas y tambi¨¦n a los 1.351 que han recibido amenazas en el ¨²ltimo a?o. La selecci¨®n no fue al azar: un ind¨ªgena, una l¨ªder social que reclama la devoluci¨®n de tierras y una mujer v¨ªctima del conflicto armado representaron a las poblaciones m¨¢s vulnerables. ¡°Estos cr¨ªmenes son particularmente graves, sintom¨¢ticos de una enfermedad muy arraigada en Colombia, la de querer descabezar, desanimar, eliminar, asustar o exterminar a cualquiera que quiera levantar cabeza, a cualquiera que quiera denunciar una injusticia o proponer una reforma, una soluci¨®n, una reivindicaci¨®n popular necesaria y justa¡±, leyeron ante la multitud.
Para el Defensor del Pueblo, Carlos Negret, hay al menos tres factores que complican la vida de los l¨ªderes. Uno de ellos es la existencia de grupos como las Autodefensas Gaitanistas o los neoparamilitares dedicados al negocio de la coca, a la miner¨ªa ilegal de oro y colt¨¢n y al contrabando, principalmente en la zona fronteriza con Venezuela. A este problema se unen las dificultades y demoras en la implementaci¨®n del proceso de paz, as¨ª como la presencia de la guerrilla del ELN. Tampoco se han ocupado ni militar ni socialmente los lugares abandonados por los guerrilleros. ¡°Es muy seria la polarizaci¨®n. Si no se detiene la estigmatizaci¨®n de los l¨ªderes, esto se podr¨ªa agudizar¡±, afirm¨® Negret.
La marcha por los l¨ªderes termin¨®, como es com¨²n en Colombia, con baile y m¨²sica, y desde ya se planean nuevas protestas por todo el pa¨ªs para seguir exigiendo que se ponga fin a los asesinatos.
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